Una piscifactoría mallorquina de carpas exporta su sistema de acuicultura a Cáceres

Lunes, 22 Enero, 2007

26 años después, Carpeix Pollença, así se llama la piscifactoría, sigue siendo pionera a nivel peninsular en la comercialización de carpas de consumo y ornamentales. Sin embargo, el mecanismo que crearon para economizar el agua les ha permitido llegar mucho más lejos. Actualmente, son capaces de exportar este sistema propio de depuración a agrotusimos y a zonas españolas donde escasean los recursos hídricos.

«La acuicultura no sólo es hacer peces para comer, también es trabajar con agua», explica Cerdà. Aplicando esta premisa, el resultado es el siguiente. La piscifactoría consiste en un entramado de balsas a diferentes niveles. La más elevada se alimenta del pozo, que lleva placas solares, y de las aguas ya depuradas.

El agua de la balsa cae por gravedad a más de una decena de embalses que se sitúan a un nivel inferior. En cada uno de ellos, nada una variedad distinta de carpa. Se separan los reproductores de las crías y, a veces, los machos de las hembras para optimizar la fecundación. Cuando tienen hambre, los peces sólo tiene que pulsar una palanca que abre el surtidor de pienso. Un sistema que también es marca de la casa.

Las aguas residuales se decantan hacia la laguna más inferior. Allí, la materia orgánica en descomposición es absorbida por jacintos de agua; una especie dulceacuícola. Así, sus raíces van nutriéndose, precisamente, de los elementos químicos que interesa eliminar. La materia se transforma y se limpia el estanque. El agua ya depurada es conducida al embalse superior a través de una pequeña bomba. Y el ciclo empieza de nuevo.

El cambio climático y la escasez de agua ha puesto en el punto de mira a esta iniciativa. A partir de febrero, Cerdà y Alorda se desplazarán a Cáceres, donde aplicarán su tecnología para crear una piscifactoría de tenca que cuenta con fondos europeos y con ayudas de la Junta de Extremadura.

Carpeix Pollença también ha exportado su modo de trabajar a más de una decena de agroturismos en Mallorca, en lo que se refiere a depuración, y a piscifactorías. Asimismo, los payeses les compran carpas para repoblar sus embalses. El animal es muy útil para el campo, pues limpia los estanques y evita que se obturen los conductos. Al ser omnívoro, es capaz de comer desde raíces a insectos; de allí a que realicen un mantenimiento biológico.