ACUICULTURA - ESPAÑA: Científicos de Vigo y Canadá investigan las especies invasoras que afectan al mejillón

Viernes, 28 Agosto, 2009

A un lado y otro del Atlántico se mueven muchas de las mismas especies invasoras que traen de cabeza a los productores pesqueros y también a los científicos. Canadá y Galicia comparten una apuesta en firme por el cultivo del mejillón en la acuicultura –claro que en la comunidad, el volumen del negocio es muchísimo mayor– y dos enemigos para el desarrollo del molusco. La Cione Intestinalis y la Botryllus Schlosseni . Por eso el estudio de su comportamiento y de sus efectos protagonizan un proyecto en el que trabajan conjuntamente expertos del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo y del Atlantic Veterinary College de la Universidad de la Isla del Príncipe Eduardo, la región canadiense en la que se concentra el 80% del cultivo del mejillón en el país. Las especies no tienen los mismos impactos en un lado y en el otro. Las peculiares bateas canadienses las están sufriendo con una mayor intensidad, aunque los investigadores alertan de que hay "un riesgo real" de una "posible invasión" a corto plazo en aguas gallegas.

Las dos especies, sobre todo la Botryllus Schlosseni, de una textura gelatinosa que impide que los mejillones puedan filtrar, se enredan en las cuerdas de las plantas canadienses, las long-line, provocando un aumento de peso tan grande que el coste de la producción se incrementa hasta un 30%. De momento, los graves inconvenientes detectados por los científicos son los mecánicos, a la espera de los resultados que clarifiquen si alguno de los dos organismos compite con la alimentación de los moluscos y, por tanto, frenan su crecimiento. "Lo que sabemos es que no afecta a la calidad, no se trata de parásitos ni de enfermedades", explican en el centro durante la visita de la ministra Elena Espinosa en su viaje oficial a Canadá.

Precisamente por la mayor incidencia de las especies en los cultivos de Canadá, el equipo vigués quiere profundizar en el componente genético de los organismos. Es una de las tres áreas de trabajo del proyecto, junto con el análisis de las diferencias entre la producción que se realiza en la Isla del Príncipe Eduardo y la gallega y los diferentes impactos según los tipos de moluscos, porque la Cione Intestinalis está afectando también a las ostras canadienses. "Las invasiones se han convertido en un problema en los últimos diez años en Canadá", asegura uno de los investigadores del Atlantic Veterinary College. "Y hay un riesgo real –añade– de que España también se vea afectada".

A las dos especies que tiene en común con Galicia, se unen en Canadá otros dos organismos invasores originarios de Vietnam, el norte de Europa y otras zonas de Norteamérica. En 1998 se detectaron los primeros ejemplares y hoy están presentes en prácticamente todas las localidades de la Isla. El Atlantic Veterinary College, que aspira a convertirse en una referencia en salud marina en todo el mundo, está probando dos técnicas pioneras en la limpieza de los barcos –uno de los culpables de la llegada de especies foráneas a las costas–, a los que rocían con agua a presión y luego cubren con un compuesto en forma de polvos que, afirman, no tiene ningún impacto medioambiental. El Ministerio de Pesca y Océanos tiene repartidos por los puertos de la provincia unidades móviles que se encargan de supervisar las labores. El gran reto del centro ahora es dar con un tratamiento directo para los moluscos, para erradicar directamente las especies sobre las redes "con los requisitos de que no suponga un perjuicio al entorno, a los trabajadores y sea efectivo".

El tercer pilar de los programas de investigación sobre especies invasoras y acuicultura en Canadá es el cangrejo verde. Vino de Europa. Es originario del viejo continente, por lo que pese a su presencia también en España, sus efectos son mínimos. En Canadá, sin embargo, sí se ha convertido en un problema para la industria pesquera porque no sólo afecta directamente a las poblaciones de almeja, mejillón, langosta o los cangrejos autóctonos, sino que además tiene efectos sobre los hábitats vegetales.

Tanto el ministerio de Pesca español como el canadiense apuestan por continuar con proyectos de cooperación en investigación como éste. "Muy útil y muy productivo", según los directivos del Atlantic Veterinary College, en el que trabajan unos 50 investigadores.