Lunes, 1 Marzo, 2010
La vida se expande en los ríos de Gipuzkoa. Cinco mil nuevas crías de salmón pueblan desde ayer las aguas del Urumea y Oria. En los próximos días, estos ejemplares, que hoy apenas tienen doce centímetros de longitud, se aclimatarán a su nuevo hábitat y en pocas semanas, llevados por su instinto, emprenderán el éxodo hacia el mar. En aguas del Atlántico vivirán cerca de dos años. Ganarán peso, se convertirán en depredadores y cuando alcancen entre tres y siete kilos, iniciarán su singladura de regreso hacia las cuencas de Gipuzkoa, donde se reproducirán. El ciclo vital se habrá completado.
La Diputación lleva a cabo estos días una repoblación de salmones en los ríos Urumea y Oria mediante la suelta de 5.500 esguines, individuos algo mayores que los alevines. Ayer, en Hernani, en la cuenca baja del Urumea, en medio de unas aguas cristalinas, se pusieron en libertad 2.500 individuos. «Estamos tratando de afianzar las poblaciones tanto de trucha como de salmón en nuestros ríos», señaló Rafael Uribarren, diputado foral de Desarrollo del Medio Rural.
Los ejemplares han sido criados a lo largo del 2009 en las instalaciones de la piscifactoría de la Sociedad de Cazadores y Pescadores del Bidasoa en Irun y, tras un año de vida, se encuentran a punto de experimentar los cambios fisiológicos que anteceden a su bajada hacia el mar.
Sólo entre dos y cinco de cada mil alevines regresarán a los ríos en los que han nacido. No es mal dato. El pasado año fueron detectados en el Urumea veinticuatro salmones adultos lo que, a juicio de los técnicos, evidencia que el programa de recuperación, que inició su andadura en 1993, ofrece buenos resultados. Se estima que el 30% de los ejemplares que son controlados tanto en el río Oria como en el Urumea corresponden a salmones que fueron soltados en repoblaciones anteriores en estas mismas aguas. El recuento es posible gracias a las micromarcas que se les practican a cada uno de los salmones y que permiten su identificación.
En poco más de cinco décadas, la población de salmones en Gipuzkoa ha pasado de hallarse en situación de extinción en todos los ríos, salvo en el Bidasoa, a una evidente recuperación en cuatro cuencas, ya que, además de en las del Bidasoa, Urumea y Oria, hay que añadir la presencia ya de algunos ejemplares en la del Oiartzun.
La situación de la trucha, sin embargo, es bien diferente. Su población se ha reducido de manera clara en todo el Cantábrico. Es un caso especial. Los científicos no llegan tampoco a establecer cuál es el motivo. «Para profundizar en ello, hemos de trabajar en conjunto con los naturalistas y los científicos. Nosotros observamos que los ríos descienden limpios y no es normal esta recesión», explica Uribarren.
La Diputación trabaja en la elaboración del Atlas de los ríos salmoneros de la península, que se publicará próximamente. Este trabajo, en el que participan administraciones cantábricas, permitirá conocer las características de las cuencas salmoneras y las poblaciones.