ACUICULTURA - ESPAÑA: Crisis en el sector dispara la venta de bateas en la ría arousana

Miércoles, 26 Noviembre, 2008

¿El motivo?

La merma continuada en la rentabilidad como consecuencia, por un lado, del alza de los costes productivos y, por el otro, la caída del precio del bivalvo en el mercado.

«En apenas dos meses, más de una docena de bateeiros han puesto sus explotaciones a la venta y mucho nos tememos que la cifra se irá incrementando si continúan así las cosas», señaló el dirigente de una agrupación de mejilloneros. Una opinión compartida por varios profesionales del sector extractivo de la ría arousana. «Sé de bastantes compañeros que se quieren deshacer de todo porque los ingresos no incentivan a seguir con la actividad», apuntó un bateeiro que tiene tres concesiones. Y añadió: «Si al conflicto interno se le suma la recesión económica, el panorama no puede ser más desolador». Lo peor de todo es que las previsiones no son nada halagüeñas a corto y medio plazo. «Si esta sangría continúa, es muy probable que muchas personas se vean en la obligación de cambiar de actividad», apuntaron varios autónomos.

Valor

Ahora bien, ¿cuánto cuesta una batea? Evidentemente no hay datos oficiales, porque este tipo de actividades están sujetas a una concesión administrativa por parte de la Xunta, pero los precios que se barajan en el mercado en la actualidad oscilan entre los 360.000 euros de una plataforma ubicada en Cabo de Cruz o Rianxo y los 720.000 euros de una que se ubica en Aguiño o Meloxo.

Los diferenciales de precios vienen determinados por varias circunstancias, pero los bateeiros ofrecen dos tipos de argumentos. El primero, la ubicación. Y es que una plataforma situada en la boca de una ría es hasta tres veces más productiva que otra que se encuentra en su interior, debido a la gran cantidad de nutrientes que puede absorber el mejillón, lo que hace que los tamaños y las calidades de la vianda sean sensiblemente diferentes.

En segundo lugar, el valor viene determinado por la profundidad a la que se encuentre el soporte de la batea, ya que el tamaño de las cuerdas y, por tanto, la cantidad de bivalvo que se puede adherir a ellas, difiere mucho. Y es que una cuerda de doce metros de longitud puede llegar a tener hasta 250 kilos de molusco.