La conselleira de Pesca, Carmen Gallego, firmó en Roma un pacto con la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas) para poner en marcha un proyecto de acuicultura rural a pequeña escala en países latinoamericanos para mejorar la economía de zonas especialmente deprimidas. Aunque los países y áreas de actuación se decidirán el mes que viene, desde la consellería apuntan que la actividad acuícola puede ser una opción social y económica de importancia para el desarrollo de países como Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, República Dominicana, Haití, Costa Rica, Cuba, Perú y, sobre todo, Bolivia o Paraguay, donde el sector no es ni siquiera incipiente. Galicia sostiene que las principales oportunidades que presenta la acuicultura en Latinoamérica radican, sobre todo, en la posibilidad de aumentar el consumo entre la población.