ACUICULTURA - ESPAÑA: Industrias acuícolas y transformadoras retienen inversiones por 1.000 millones

Jueves, 12 Marzo, 2009

El plan sectorial acuícola que el bipartito aprobó al final de la legislatura obligó a aparcar proyectos valorados en torno a los 300 millones de euros. Pero el sector lleva cuatro años esperando a que el escenario de juego se clarifique desde el punto de vista industrial, urbanístico y medioambiental. La difícil coyuntura económica actual y la necesidad de renegociar las ayudas en Bruselas complican la puesta en marcha de los proyectos.

La acuicultura facturó en el 2008 cerca de 190 millones de euros en Galicia y su producción rondó las 230.000 toneladas. Pero su capacidad de crecimiento sigue estrangulada en la maraña administrativa de la Xunta. Gigantes como la viguesa Pescanova o la luxemburguesa Stolt Sea Farm no pudieron esperar. Y desviaron inversiones fuera de la comunidad por un valor cercano a los 200 millones de euros. El grupo que preside Manuel Fernández de Sousa trasladó 160 millones al municipio portugués de Mira. Y Stolt se llevó a California 20 millones previstos para su crecimiento en Galicia y otra cantidad similar al sur de Francia, donde amplió sus cultivos de lenguado.

En la conserva la situación es similar. La decisión del Ministerio de Medio Ambiente de centrifugar las empresas ubicadas en la costa enquistó los proyectos en Galicia y abrió un grave conflicto entre la industria y el Gobierno, todavía hoy sin resolver en su totalidad.

Las 67 conserveras de la comunidad prevén gastar los 309 millones de su plan estratégico 2007-2013 en proyectos de mejora y crecimiento industrial, en formación o en ayudas a la internacionalización. Las industrias quieren poner sobre la mesa inversiones propias cercanas a los 150 millones de euros, además de captar subvenciones en la Unión Europea por un valor próximo a los 200 millones en cinco años.

En total, entre la conserva y la acuicultura, Galicia se juega mil millones de euros. «Estamos en un momento crítico para el sector», confirman fuentes empresariales. «A la Xunta le toca aclarar el escenario y a nosotros, tomar decisiones».