La vicepresidenta y Consejera de Turismo, Medio Ambiente y Política Territorial, Aránzazu Vallejo, visitó hoy las instalaciones de la piscifactoría de Brieva de Cameros que producen al año 1 millón de alevines de trucha común autóctona destinada a la repoblación de los ríos riojanos.
Las nuevas instalaciones, inauguradas en mayo de 2003 se dedican a la cría de ejemplares genéticamente puros de trucha con el objetivo de fomentar y conservar la riqueza de los ríos riojanos, recuperando la población truchera autóctona, al tiempo que se consiguen truchas de calidad, de carácter salvaje y buenas condiciones físico-sanitarias.
La piscifactoría de Brieva de Cameros, adquirida en 1997 por el Gobierno de La Rioja, está situada al sur del término municipal de Brieva, a unos quinientos metros del casco urbano. Actualmente, consta de dos instalaciones diferenciadas y separadas físicamente unos trescientos metros. En la instalación principal se encuentra la vivienda, almacén, filtros, naves de incubación y alevinaje, baterías de alevinaje y estanques de reproductores, mientras que las otras dependencias disponen de almacenes y de otros doce estanques de engorde.
La producción de la piscifactoría se orienta principalmente a la producción de alevines de trucha común autóctona para repoblación y anualmente produce 1 millón de alevines. Además, produce anualmente entre 70.000 y 80.000 añales con tallas que oscilan entre los 17 y los 23 centímetros y que son utilizados para repoblación al menos seis meses antes de la campaña de pesca, lo que favorece la adaptación del animal y posibilita su reproducción, ya que muchos de ellos inician en esta etapa su primer ciclo reproductivo.
Desde el año 2000 ha aumentado considerablemente el volumen de repoblaciones con lotes salidos de sus instalaciones, pasando de 180.000 alevines a 914.000 alevines, 89.000 añales y 343.600 huevos embrionados de este año 2009.
En la piscifactoría de Brieva se pueden obtener hasta un 60% de truchas de tamaño pescable, 23 centímetros, en dos años.
Las superficies de cultivo útiles ascienden a 105 metros cuadrados en laboratorios repartidos en 55 pilas, 388 metros cuadrados para baterías y circulares de alevinaje y 1.600 metros cuadrados destinados a 20 estanques de engorde y reproductores.
La experiencia en cría en cautividad de trucha común mediterránea o autóctona es reciente en España y se remonta a tan sólo 15 ó 20 años. La piscifactoría de Brieva es una de las pocas instalaciones de nuestro país en las que se desarrollan programas de reproducción en cautividad.
Como punto de partida se recogieron truchas de poblaciones nativa puras en tramos vedados libres de introgresión genética. Así, en el año 1998 se capturaron más de 1.100 truchas de los ríos Urbión, Oja, Solves y Najerilla, y en el año 1999, otras 600 truchas del río Portilla. De hecho, cada tres años, y según los resultados de los inventarios genéticos, se capturan nuevas truchas de poblaciones nativas para aumentar la variabilidad de los lotes estabulados. En el año 2001 se capturaron más de 1.000 truchas de los arroyos Castejón y Trampal y en el 2002, 50 del vedado de La Retorna. En 2005 se incorporaron 60 ejemplares del rio Oja y ya en 2008 se incorporan 200 hembras procedentes del Alto Urbión y del Oja, que han dado lugar a las nuevas generaciones que actualmente hay en la instalación.
La piscifactoría une a su carácter productivo la faceta investigadora y en sus dependencias se efectúan, de forma continua, ensayos que redundan en la mejora del manejo de los peces y que atañen a los sistemas de limpieza de estanques, grados de aporte de oxígeno, incrementos de carga, afección de tratamientos sanitarios, sistemas de trasvase de peces, de alimentación o de selección de huevos.