Martes, 29 Enero, 2008
La conselleira de Pesca, Carmen Gallego, permaneció ayer dentro de las instalaciones de la piscifactoría de Isidro de la Cal en Carballo durante casi cinco horas, para evitar enfrentarse a un grupo de vecinos que se manifestaban a las puertas de la planta en contra del plan acuícola de la Xunta en los municipios de A Costa da Morte, concretamente en los lugares de Seiruga (Malpica), Camelle (Camariñas), Merexo (Muxía) y Quilmas (Carnota).
La conselleira comenzó su visita por las instalaciones a las doce del mediodía y terminó media hora después, mientras fuera seguían concentrados los vecinos contrarios a las granjas acuícolas, que la increpaban pidiendo su dimisión, acusándola de "mentirosa" al tiempo que reclamaban ser recibidos.
Carmen Gallego optó por permanecer dentro de las instalaciones haciendo caso omiso a los manifestantes hasta las cinco menos cuarto de la tarde, cuando abandonó el lugar a toda prisa en un vehículo camuflado por una puerta lateral. En esos momentos los manifestantes se encontraban delante de la puerta principal porque un guardia civil les estaba informando de que iban a ser recibidos por la titular de Pesca. Una hora antes, ya habían cortado el paso al vehículo oficial de la conselleira, aunque después lo dejaron pasar porque sólo iba el chófer y la conselleira todavía estaba dentro de la piscifactoría.
Hasta el lugar se acercaron durante la mañana varias patrullas de la Guardia Civil y la policía, aunque Gallego les pidió que no interviniesen. Cuando los manifestantes se dieron cuenta de la huida de la titular de Pesca montaron en cólera y anunciaron nuevas movilizaciones para impedir que el plan acuícola salga adelante.
El portavoz de la plataforma Seiruga Limpa, Alfonso Vidal, fue el más crítico con Gallego, a la que acusó reiteradamente de "mentirosa", "especuladora" o "manipuladora", entre otras cosas. "La conselleira se cree una diosa, no recibe a nadie y no se atreve a dar la cara", gritaba Alfonso Vidal. "Ven a decirme a mí que soy del PP; ven, que todo Barizo os votó y ahora hacéis esto", proclamaba Alfonso Vidal.
Los manifestantes insistieron en que las plantas acuícolas previstas en A Costa da Morte causarán daños irreparables en el medioambiente, que contaminarán y que serán muy perjudiciales para el turismo, entre otras cosas. También acusaron a la conselleira de "especuladora", porque, dicen, en lugares como Mougás pagan treinta euros por metro cuadrado, mientras que en A Costa da Morte dan cinco.
Los opositores al plan también creen que Gallego les está engañando con la promesa de los puestos de trabajo, que, según la Consellería de Pesca, serán 2.022. En el caso de Seiruga, la Consellería anunció que habrá medio centenar de empleos, pero, según los cálculos que aparecen en el plan los manifestantes dicen que deberían ser 127. "Y al final se quedarán en diez", aseguró Alfonso Vidal.
El representante vecinal de Camelle, Luis Suárez, también criticó duramente que se expropiasen los terrenos y que se instale una piscifactoría "delante de nuestras casas". "No estamos en contra de la acuicultura, estamos en contra de la ubicación", recalcó. Otro vecino de esta localidad, Serafín Lobelos, también preguntaba a la conselleira de Pesca a dónde irán a parar los 120 puestos de trabajo de los percebeiros de Camelle cuando se instale la planta.
Los manifestantes contra el pan acuícola alertaron además de que han encontrado antibióticos para las truchas en un contenedor del lugar que, en su opinión, contaminan el río.
La conselleira comenzó su visita por las instalaciones a las doce del mediodía y terminó media hora después, mientras fuera seguían concentrados los vecinos contrarios a las granjas acuícolas, que la increpaban pidiendo su dimisión, acusándola de "mentirosa" al tiempo que reclamaban ser recibidos.
Carmen Gallego optó por permanecer dentro de las instalaciones haciendo caso omiso a los manifestantes hasta las cinco menos cuarto de la tarde, cuando abandonó el lugar a toda prisa en un vehículo camuflado por una puerta lateral. En esos momentos los manifestantes se encontraban delante de la puerta principal porque un guardia civil les estaba informando de que iban a ser recibidos por la titular de Pesca. Una hora antes, ya habían cortado el paso al vehículo oficial de la conselleira, aunque después lo dejaron pasar porque sólo iba el chófer y la conselleira todavía estaba dentro de la piscifactoría.
Hasta el lugar se acercaron durante la mañana varias patrullas de la Guardia Civil y la policía, aunque Gallego les pidió que no interviniesen. Cuando los manifestantes se dieron cuenta de la huida de la titular de Pesca montaron en cólera y anunciaron nuevas movilizaciones para impedir que el plan acuícola salga adelante.
El portavoz de la plataforma Seiruga Limpa, Alfonso Vidal, fue el más crítico con Gallego, a la que acusó reiteradamente de "mentirosa", "especuladora" o "manipuladora", entre otras cosas. "La conselleira se cree una diosa, no recibe a nadie y no se atreve a dar la cara", gritaba Alfonso Vidal. "Ven a decirme a mí que soy del PP; ven, que todo Barizo os votó y ahora hacéis esto", proclamaba Alfonso Vidal.
Los manifestantes insistieron en que las plantas acuícolas previstas en A Costa da Morte causarán daños irreparables en el medioambiente, que contaminarán y que serán muy perjudiciales para el turismo, entre otras cosas. También acusaron a la conselleira de "especuladora", porque, dicen, en lugares como Mougás pagan treinta euros por metro cuadrado, mientras que en A Costa da Morte dan cinco.
Los opositores al plan también creen que Gallego les está engañando con la promesa de los puestos de trabajo, que, según la Consellería de Pesca, serán 2.022. En el caso de Seiruga, la Consellería anunció que habrá medio centenar de empleos, pero, según los cálculos que aparecen en el plan los manifestantes dicen que deberían ser 127. "Y al final se quedarán en diez", aseguró Alfonso Vidal.
El representante vecinal de Camelle, Luis Suárez, también criticó duramente que se expropiasen los terrenos y que se instale una piscifactoría "delante de nuestras casas". "No estamos en contra de la acuicultura, estamos en contra de la ubicación", recalcó. Otro vecino de esta localidad, Serafín Lobelos, también preguntaba a la conselleira de Pesca a dónde irán a parar los 120 puestos de trabajo de los percebeiros de Camelle cuando se instale la planta.
Los manifestantes contra el pan acuícola alertaron además de que han encontrado antibióticos para las truchas en un contenedor del lugar que, en su opinión, contaminan el río.