"Turquía lleva muchos años financiando hasta el 50% del precio de la trucha de piscifactoría" Luz Arregui - Presidenta de la Asociación Nacional de Acuicultura Continental
El apoyo de las asociaciones de productores acuícolas de Dinamarca, Italia y Francia a la denuncia realizada el pasado 29 de julio por la Asociación Nacional de Acuicultura Continental (Esacua) permitirá llevar ante la Unión Europea el posible caso de competencia desleal del gobierno de Turquía en la exportación de trucha de piscifactoría a los países de la unión.
-¿En qué consiste exactamente la denuncia que plantearon durante el verano?
-Turquía es un país emergente en la producción de trucha, con un incremento de la producción del 250% en diez años. Produce 100.000 toneladas al año, destinadas en buena parte a los países a los que España exporta tradicionalmente. Principalmente, el destino principal es Alemania. Hemos solicitado a la UE que inicie acciones, pero no contra los productores, sino contra las prácticas del gobierno turco. Queremos que se constate si sus subvenciones provocan competencia desleal o si desvirtúan el precio real del producto.
-¿Por qué creen que estas subvenciones son irregulares?
-Llevan muchos años con ellas, cubriendo casi el 50% del precio del producto. Nosotros también tenemos subvenciones, pero que no inciden directamente en el mercado. En cambio, las suyas se enfocan directamente a la producción que se exporta.
-¿Qué soluciones piden a las autoridades europeas?
-Pedimos que se establezcan medidas antidumping. Ahora sé lo que es el dumping real: no vender por debajo del precio de mercado, sino por debajo del precio de mercado local. Ahora este caso pasará a las manos de la Dirección General de Mercados de la UE, la DG Trade, que se encargará de articular esos mecanismos. Antes hay que demostrar que existen los subsidios y que nos están haciendo daño. Entre doce y nueve meses tomarán medidas en contra. Podría ser una restricción a la entrada de productos.
-¿No podrían gravarse los aranceles a los mismos?
-No hay aranceles en algunos de estos productos para la UE. En cambio, ellos sí los tienen. Antes, pasó lo mismo con artículos como los zapatos, con la anguila de China... Las restricciones son temporales. Durante cinco años ocurrió lo mismo con el salmón de Noruega, opero pasó la restricción.
-¿Han calculado el efecto de esta situación en sus balances?
-Nos ha provocado una bajada en la exportación, seguro. Las ventas al exterior han bajado un 50%, aunque no toda la bajada se debe a Turquía. El sector es altamente competitivo. Nuestro propio gobierno también tiene responsabilidad. Otro de los efectos es que gran parte del mercado de procesado de la trucha se ha deslocalizado y marchado a Turquía. Son empresas que han cerrado sus plantas en Europa y ahora transforman en Turquía. La industria de procesado es más importante que la producción en sí.
-¿La calidad del producto turco iguala a la nacional?
-No puedo decir nada en contra de la calidad del producto turco. Lo que sí puedo decir es que la Unión Europea garantiza unos filtros de calidad. Ellos no pasan por esos filtros. Falta que el consumidor ponga en valor el producto europeo. Puede ser que los ciudadanos no tengan la suficiente información, o que no se les haya transmitido bien. allí, el trato al animal es distinto. Y ya no entro en los salarios y demás.
-¿Han contactado con las administraciones?
-La administración está informada, sabe que estamos en el camino correcto y hemos trasladado esto a la Comisión. Sabe que vamos por el camino por el que tenemos que ir. Otra cosa es la sensibilidad de las comunidades en cuestiones como el canon de saneamiento.