ACUICULTURA - INTERNACIONAL: La ‘acuicultura árida’ a gran escala es posible, dice la ONU

Miércoles, 26 Noviembre, 2008

Según el organismo mundial, cerca del 40% del territorio global se compone de tierras áridas donde habita casi un tercio de la población mundial, de la cual, el 90% vive en países en desarrollo, informa Science Daily.

En tanto, el Panel de la ONU sobre el Cambio Climático advierte que la provisión de agua se restringirá y los desiertos avanzarán a medida que el calentamiento global aumente la temperatura en el planeta.

El estudio titulado Pueblos de las Zonas Áridas Marginales, realizado a lo largo de cuatro años, determinó que los pueblos de ocho naciones podrían dedicarse a actividades agrícolas menos dependientes del agua y establecer nuevos negocios con microcréditos, mientras se adaptan al cambio climático a largo plazo.

“Debemos pensar más allá, ver las opciones en donde la dependencia de los recursos hídricos es mucho menor”, señaló Zafar Adeel, coautor del trabajo y director de la Universidad Internacional de la Red de Agua, Medioambiente y Salud (INWEH) de la ONU.

“La agricultura consume hasta un 70% a un 90% del agua dulce en la zonas áridas”, dijo sobre uno de los casos estudiados.

Un proyecto acuícola desarrollado cerca del desierto de Cholistan, en Pakistán, demostró que se puede utilizar un recurso de agua salobre no aprovechado para la cría de peces. La iniciativa proporcionó una nueva fuente de proteínas para la gente del lugar y también la oportunidad de realizar una actividad comercial.

En este tipo de “acuicultura árida”, los peces criados en aguas interiores logran sobrevivir en agua salada concentrada. Comparativamente, el proyecto rindió más alimento que el que se hubiese obtenido utilizando el mismo volumen de agua para regar campos. Además, las aguas residuales de los estanques se utilizaron como fertilizantes.

Los investigadores también demostraron que es posible cultivar algunas variedades de vegetales con el mismo tipo de agua salobre.

“Si se puede usar el agua para diferentes propósitos se multiplican los beneficios”, subrayó Thomas Schaaf, coautor del trabajo y director de la sección de Ciencias Ecológicas y Biodiversidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Éste y otros proyectos fueron diseñados para combatir el pesimismo sobre la desertificación provocada por el calentamiento global, observó Adeel.

“Cuando se pinta un panorama muy negativo, la respuesta es no tener respuesta o la parálisis en el nivel legislativo. Esperamos que estas historias que se llevaron a cabo con éxito provoquen una respuesta nacional a mayor escala”, agregó.

El año próximo se pondrán en marcha más proyectos de este tipo en la India, Bolivia y Burkina Faso.