Bruselas desconoce cómo aplicará los descartes a un mes de su prohibición

Martes, 2 Diciembre, 2014

Cuando apenas falta un mes para que entre en vigor, Bruselas sigue sin saber cómo se va a aplicar la normativa sobre descartes. El director de política de coordinación y desarrollo de la DG-Mare, Ernesto Penas, afirmó ayer en Vigo, donde participó en una conferencia internacional sobre el futuro de la pesca, que el 1 de enero se abrirán una serie de retos prácticos «que tendremos que ir resolviendo entre todos como podamos».

El más inmediato, señaló, será eliminar ciertas contradicciones en la legislación, como ocurre por ejemplo en lo relativo a los peces de baja talla, que a día de hoy es obligado descartar. La pregunta obvia es qué hacer si entra en la red un pez de menos centímetros de los permitidos: «Confiamos en tener una respuesta antes de que remate el año para evitar confusiones», dijo.

Otro gran reto tiene que ver con la estabilidad relativa, sobre todo en el caso de aquellos países en los que esta refleja poco la composición real de las capturas en el caladero. En este caso la pregunta para la que aún no hay respuesta es cómo van a tener un cesto de derechos de pesca que coincida con lo que entra en las redes. El problema lo explicó bien gráficamente Penas en una frase: «Si uno tiene cuota cero de bacalao y le sale un ejemplar, se encuentra con que por una parte no puede desembarcarlo y, por otra, no puede tirarlo porque no respetaría la normativa de descartes».

Flexibilidad

La previsión es que el intercambio voluntario de cuotas entre los Estados miembros y algunos mecanismos de flexibilidad puedan resolver el problema. «Si no, habrá que estudiar qué se hace, pero aún es pronto para saberlo», dijo.

Un último reto será encontrar una salida para el pescado que se descarta por su escaso o nulo valor comercial. A 34 días vista de la aplicación de la norma, tampoco se sabe cómo resolverlo. «Lo que no hay son soluciones milagro», afirmó Penas. Harina, alimentos para acuicultura o comida para gatos son algunas posibles salidas. «Lo que sí es importante es que el nuevo reglamento financiero de la pesca ha puesto muchos fondos a disposición de toda esta búsqueda de salidas. Hay dinero para ayudar al sector a encontrar soluciones».

El responsable de la DG-Mare reconoció que la legislación sobre descartes obedece en buena medida a «razones políticas», fruto del «problema de reputación» que tenía la política de pesca. Muchos parlamentarios y muchos miembros del Consejo consideraron que más allá de detalles de aplicación, tirar pescado por la borda es una cuestión reprobable desde el punto de vista ético. Ahora que está la ley se impone encontrar cómo aplicarla. «Nadie tiene fórmulas mágicas, ni el sector ni las Administraciones. Queda por delante un trabajo conjunto», concluyó Penas.