El Consejo de Administración del Centro para el Desarrollo Tecnológico (CDTI) ha seleccionado un proyecto cántabro de I+D+i empresarial. Se trata del cultivo industrial de erizos de mar y el cultivo de corvina en estanques, con temperatura, alimentación e iluminación controladas, que pondrá en marcha la empresa 'Rodecan' (Rodaballos del Cantábrico), ubicada en el municipio de Ruiloba.
La iniciativa, pionera en España y que se denomina 'Desarrollo de Planta de Cultivo Multitrófico' (muchos sistemas de alimentación) contará con una financiación del CDTI de más de 200.000 euros, que suponen el 75% de la inversión a realizar en este proyecto, que asciende a un total de 286.000 euros. Su desarrollo y puesta en marcha permitirá la contratación de dos personas más, que se sumarán a las nueve que integran la plantilla en la actualidad.
El proyecto se desarrollará en tres fases: la puesta en marcha de las instalaciones necesarias y la adquisición de alevines de erizo de mar y corvina, previstas ambas para este verano; la evaluación del crecimiento de las dos especies, que se analizará dentro de aproximadamente un año; y la elección del método definitivo para su cultivo, que se decidirá en diciembre de 2015, de modo que el objetivo es comercializar estos pescados a partir del año 2016.
El director de Rodecan, José Antonio González, ha destacado a Europa Press que tanto el cultivo industrial del erizo de mar como el cultivo de corvina en estanques con temperatura, iluminación y alimentación controladas es algo inédito en Cantabria y España, ya que no se realiza en ningún otro lugar del país.
Según ha explicado a esta agencia, para el desarrollo de ambas iniciativas se aprovecharán las instalaciones de esta fábrica de rodaballos, asentada en la región hace 25 años (en concreto, en 1989). La empresa cuenta con más de 10.000 metros cuadrados, de los que cerca de 6.500 se destinan a la producción de esta especie, en 180 piscinas de unos 35 metros cuadrados cada una.
Tras la compra de los alevines en Dinamarca o Francia, los rodaballos se alimentan en las piscinas hasta que adquieren la 'talla comercial', unos 2 kilogramos de peso, y se destinan a la venta, en Cantabria y el resto de la mitad Norte de España y, también, en Europa. En concreto, el 30% de las 180 toneladas que se producen al año (aunque la capacidad de la fábrica cántabra es de 200 toneladas) se exportan a países europeos. Rodecan es la única empresa del sector en España que está fuera de Galicia, y su producción representa el 5% del volumen total nacional.
PLANTA DE CULTIVO MULTITRÓFICA
Debido a la situación del sector, "cada vez más complicada" por cuestiones de competencia, la firma de Ruiloba ha apostado por aprovechar sus recursos y adaptarlos para producir otras especies, de ahí el proyecto para desarrollar esta planta de cultivo 'multitrófico', que significa 'muchos sistemas de alimentación', a través del desarrollo de especies "compatibles entre sí", como lo son el rodaballo, el erizo de mar y la corvina.
En este sentido, el director de la fábrica ha subrayado que no existe en el mercado el cultivo industrial (engorde) de erizo de mar, de modo que -ha recalcado- Cantabria va a ser pionera.
También lo será en el cultivo de la corvina en piscinas, con temperatura regulada, ya que si bien hay un productor dedicado a esta especie en la zona del Mediterráneo, allí se hace en jaulas en mar abierto, debido a que la temperatura del agua es más cálida. Mientras, en Ruiloba se va a hacer en estanques, toda vez que el Cantábrico es más frío
Para ello, se va suministrar agua caliente de forma continua y durante todo el año a las piscinas de Rodecan gracias a una planta de cogeneración de la propia empresa. Agua que se suma a la que ya se bombea del mar para los rodaballos, de modo que no implicará un coste energético añadido para la empresa el cultivo de la corvina, que es relativamente nuevo, ya que solo hay un productor nacional.
Los alevines, que se adquirirán en Francia, tendrán así una temperatura regulada, que se podrá ir variando, al igual que otros condicionantes para su crecimiento, como la alimentación, la iluminación, etcétera.
Tampoco supondrá un gasto de más en el cultivo del erizo, ya que para la alimentación y engorde de estos alevines se va a utilizar el mismo agua que se bombea para el rodaballo, con lo cual "se aprovecha dos veces", ha subrayado González.
Y aunque no hay datos al respecto sobre el tiempo que tardarán en alcanzar la talla comercial, ya que se trata de una iniciativa igualmente pionera, en Rodecan confían en que este extremo se produzca en plazo máximo de unos tres años.
De entrada, y pese a ser un proyecto experimental, la empresa cántabra va a arrancar el cultivo de erizos con "miles" de larvas, "cuantas más mejor", ha expresado González, que calcula que la puesta en marcha se lleve a cabo con entre 50.000 o 100.000 ejemplares. El motivo es, según ha explicado, porque se desconoce el nivel de supervivencia, cuántos y cuánto crecerán, etcétera.