José Iglesias, investigador del IEO, precisó que "resultados previos de captura de merluza con fines de mantenimiento para su posterior cultivo no superaron en ningún caso el 10% de supervivencia, por lo que los resultados obtenidos hasta el momento, que rondan el 30%, se consideran esperanzadores".
Iglesias señaló, sin embargo, la necesidad de "esperar al menos dos o tres meses hasta que los ejemplares de merluza se alimenten con dieta inerte y poder así determinar firmemente si tras esa fase de captura y aclimatación, es posible iniciar el proceso de cultivo experimental".
El equipo del IEO vigués que desarrolla este proyecto, denominando Culmer (Cultivo de Merluza)- está también integrado por los científicos Rosa María Cal y Javier Sánchez.
El cultivo de merluza, que en el medio natural vive a mucha profundidad, se considera uno de los retos de la acuicultura.