“Del pescado se puede aprovechar todo, para industria y cosmética”

Martes, 4 Enero, 2011

Paloma Rueda Crespo es la directora-gerente del Centro Tecnológico del Mar-Fundación Cetmar, con sede en Vigo, desde julio de 2009. Anteriormente fue delegada territorial de la Consellería de Pesca e Asuntos Marítimos (2001-2005) y técnico superior bilólogo en la Diputación de Pontevedra (1990-2001). Rueda es licenciada en Ciencias Biológicas, especialidad en zoología, por la Universidad de Santiago de Compostela.

¿Qué balance puede hacer del Cetmar en 2010? ¿En cuántos proyectos ha participado?

Hemos trabajado en innovación y competitividad en todos los sectores relacionados con el mar. Participamos en más de 80 proyectos, algunos iniciados en 2009, y hemos hecho jornadas sobre contaminación marítima, sobre los subproductos de la pesca para tratar de convertirlos en materia prima o sobre parasitosis en el pescado, que han tenido mucho éxito.

Una de los últimos y que ha liderado el Cetmar ha sido sobre las microalgas. ¿En qué consiste esta línea de investigación?

En Galicia tenemos mucha cultura de microalgas porque son las que dictaminan la toxicidad de los moluscos, tanto en bateas, en acuicultura de mejillón como en zonas de producción. Las microalgas forman parten del plancton y las rías gallegas son muy ricas en plancton, lo cual favorece la gran cantidad de cultivos que tenemos. El fitoplancton es la base de la pirámide alimenticia y a parte de las algas que tenemos estudiadas hay muchas más especies que son susceptibles de producir productos, moléculas de aplicación para la alimentación, industria o generar energía. Participaron empresas e investigadores y universidades de toda España, Francia e Inglaterra también desarrollaron líneas de investigación y se pusieron en común.

¿Para qué se pueden aprovechar las microalgas?

De momento es un estudio precisamente porque lo que tienen los desarrollos de I+D es que no son inmediatos. Endesa está trabajando con las microalgas en generar biocombustibles y también se está tratando de obtener moléculas para aplicaciones de la industria o de cosmética o alimentación.

¿Qué más se puede aprovechar del mar?

Estamos trabajando en los subproductos de la pesca. Les llamamos subproductos porque no queremos utilizar ningún término peyorativo como residuo. Aquí hablamos de las vísceras del pescado, un material muy rico para ser aprovechado en industria o en cosmética porque las pieles de pescado son fantásticas para las cremas de belleza ya que tienen muchísimo colágeno. Los ojos del pescado también son aprovechables, al igual que las espinas para la cosmética y como complementos alimenticios, como por ejemplo la leche con omega 3. El problema de esto radica en su almacenamiento y distribución porque en la bodega de un barco habría que separar cada uno de estos subproductos y no podrían ir mezclados con el pescado de consumo. Cetmar presentó en Conxemar una bolsa de subproductos que consiste en una página en internet para que las lonjas, armadoras y empresas que trabajan estas moléculas se pongan en contacto.

¿Cada vez se aprovecha más el pescado?

En esencia sí, se puede aprovechar todo del pescado, el problema es de logística. Lo que no vale son todos los residuos mezclados.

¿Cuál es la especie marina que más está sufriendo?

La ostra tiene un parásito que les produce una enfermedad que las mata, sobre todo con las subidas de las temperaturas. Un problema que hay en Francia y en Dinamarca, que tienen todos los cultivadores de ostra. Estamos investigando si hay alguna cepa de ostra que sea susceptible a estos ataques y tratar de paliar de una forma natural este problema. De ahí que el Cetmar esté liderando un proyecto europeo en el que participan 16 empresas y centros de investigación del arco Atlántico. El objetivo es obtener una raza de ostra que sea resistente a la bionomiosis y a todas las enfermedades que están causando una mayor mortandad en los cultivos.

¿En qué consiste el centro de calibración de equipos oceanográficos que el Cetmar impulsó este año?

Se trata de un proyecto que estamos haciendo con el norte de Portugal que consiste en la instalación de unas boyas en el frente Atlántico para obtener datos online de salinidad, temperatura, corrientes...

¿Cuál es el trabajo del Centro Tecnológico del Mar?

Es una plataforma en la que intervienen los investigadores (en su patronato están las universidades y los centros de investigación españoles que son el CSIC y el centro oceanográfico), la administración y la empresa privada. Conjugamos los intereses de las tres partes para desarrollar competitividad e innovación en todo lo relacionado con el mar pero en su aspecto tecnológico, ambiental y social. Hablar de Cetmar es hablar de I+D+i. Sí, es a lo que nos dedicamos en esencia.

Y el I+D+i ¿cobra más importancia ahora en época de crisis?

Estoy convencida de que sí, pero los resultados no son inmediatos en investigación tecnológica e innovación. Lo que es para dentro de dos años tiene menos interés que lo que es para dentro de dos meses, pero es un trabajo necesario y ahora prioritario. En el mundo del mar debemos tener nuestra propia tecnología y cubrir nuestras propias necesidades porque si no se la tendríamos que comprar a otros y en Galicia tenemos todos los medios.