El consultor Alberto Santana aconseja la acuicultura

Lunes, 1 Julio, 2013

La permanencia de Canarias y España en la Unión Europea es perjudicial en la actualidad, según el consultor y agente comercial Alberto Santana, quien disertó en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria sobre "la delicada situación macroeconómica de España en lo relativo a la balanza comercial, motor de nuestra economía junto al turismo".

Santana Ramírez, máster en Dirección y Administración de Empresas por la Escuela de Estudios Superiores y Administración de Empresas de Madrid (EESAE), cree que la acuicultura puede ser la alternativa en Canarias para salir de la crisis económica actual, "por lo que hay que actuar ya sin más demora porque España se encuentra en su peor momento histórico de los últimos 70 años en cuanto a nuestra balanza comercial".

El consultor propuso en su conferencia acciones objetivas que puede adoptar el Gobierno para "dar un golpe de timón a la situación en la que nos encontramos" y alertó sobre la conveniencia de pertenecer en la actual coyuntura a la Unión Europea y la Organización Mundial de Comercio (OMC), "pertenencia que nos acumula un déficit comercial superior al billón de euros en un breve periodo", por lo que planteó la posibilidad de "salir de esta situación que nos ha llevado a un callejón que tiene una complicada salida legal por los tratados firmados".

El experto en economía destacó que la debilidad de la balanza comercial "nos afecta negativamente desde nuestra plena incorporación al euro en 1999 por la falta de control aduanero para modular el déficit en la Unión Europea en beneficio de Alemania, con la que hemos acumulado entre 2001 a 2011 un déficit comercial por importe de 160.887 millones de euros, que supone el 57 por ciento de nuestro déficit comercial con toda Europa".

El conferenciante afirmó que que "si la ruptura de la Unión Europea se produjera por las tensiones que se están generando, que no es una hipótesis descabellada, debemos de estar preparados y tenemos la obligación de crear tejido productivo como la acuicultura, para, con pocos recursos y mucha mano de obra, trabajar y generar riqueza y garantizar el suministro propio ya que en la actualidad se importa incluso panga y otras especies asiáticas de muy bajo aporte proteínico de baja calidad".

"Entre los puntos críticos de la acuicultura en España para su exportación, creo que uno y quizá el más importante al menos aquí en Canarias, es la tediosa y larguísima burocracia, todos esos trámites administrativos que hay que realizar para acceder a nuevas concesiones de empresas", añadió.

El agente comercial expuso que "antes de la incorporación de España al euro y con los instrumentos clásicos como las subidas arancelarias en aduanas para frenar las importaciones, medidas de contingencia a la importación como certificados sanitarios, homologaciones, aumento de los intereses bancarios para frenar el consumo interno de productos importados y la devaluación de la peseta para mejorar competitividad en nuestras exportaciones, conseguíamos corregir la balanza comercial sin descapitalizar como ahora el mercado interior, el comercio y la industria.

Con esa receta antes de 1997 modulábamos nuestra balanza comercial y nos apoyábamos mucho en las divisas que obteníamos del turismo, las transferencias de nuestros emigrados, la venta de apartamentos y viviendas a turistas y jubilados extranjeros así como la inversión en España de empresas extranjeras y otras explotaciones, todo ello en el marco de un país que comenzaba a recibir un capital del exterior llamados fondos de cohesión y mucho crédito interbancario con una Administración que todavía no era muy pesada, con unas autonomías todavía poco desarrolladas y un moderado nivel de corrupción al menos conocido, hacían de España un país que aparentemente tenía una economía saneada. Y efectivamente podíamos decir que España iba bien".

"También que disponíamos en aquel entonces los emprendedores y las familias de la opción del crédito hasta que la historia ha cambiado nuestra capacidad y libertad de control sobre nuestra economía, al menos con esos métodos de control tradicionales que tan bien nos fue durante décadas y al resto de los países europeos con sus diferentes monedas y sus políticas arancelarias que no permitían la circulación de mercancías con tanta facilidad como ahora. Existían las aduanas como elemento modulador de nuestras economías para evitar precisamente los actuales desequilibrios", agregó.

Denunció que "nos encontramos en una situación de empobrecimiento forzado por la elevada competencia comercial sin precedentes en la ahora economía globalizada cada vez más en guerra comercial donde nuestros dirigentes solo ven como solución empobrecer la mano de obra para ser competitivos, respondiendo así a la desmesurada ambición de las grandes corporaciones para mejorar la competitividad y la cuenta de resultados de sus participaciones bursátiles".

Asimismo destacó que la industria europea y española "fabrica en el exterior con mano de obra barata que destruye empleo en nuestra economía y aumenta el déficit en nuestra balanza comercial. Dos factores negativos que sumados a la política seguida para reducir el déficit público marcadas desde Bruselas, como la no inyección de liquidez en el mercado en la actual situación, producen, debido a la destrucción del consumo, una importante generación de desempleo y otras consecuencias encadenadas que vemos día a día en los medios".

Una de las alternativas que propuso para corregir la resistencia de los flujos a las importaciones de Asia y en particular con China, "país con el que nuestra balanza comercial a pesar de la situación continúa manteniendo un déficit importante y es agente de nuestros desequilibrios comerciales, podríamos recurrir por causas de fuerza mayor a la aplicación de la suspensión temporal con determinados países de nuestros acuerdos bilaterales formalizados a través de la OMC sobre aranceles aduaneros ya que esa posibilidad existe debido a que se acordó en Doha el 14 de noviembre de 2001". En ese acuerdo existe la "excepción en caso de problemas en balanza de pagos del estado miembro", problema que a juicio del consultor "se justifica por las altas tasas de desempleo que los países asiáticos deben de comprender".

Alberto Santana cree que el Gobierno prepara la nueva gran reforma agraria para poder enviar a los desempleados al campo, "pero me da la impresión que se olvida que los españoles disponemos de un litoral enorme y limpio, particularmente en Canarias y en el Mediterráneo, con ilimitada capacidad como una de las opciones válidas para transformar profundamente nuestra economía si nos convertimos ahora sin más pérdidas de tiempo en una potencia de la acuicultura offshore. Sobra en la actualidad mano de obra.

Podríamos exportar millones de toneladas de buena pesca cultivada alimentada con piensos, macro-industria fomentada con inversión pública del Estado como fuente de riqueza y empleo para la exportación y con tecnología propia ya desarrollada en Gran Canaria por el Grupo de Investigación de Acuicultura del Instituto Canario de Ciencias Marinas", ahora dependiente de la ULPGC.