El cultivo de algas para consumo humano, en 2012

Lunes, 31 Enero, 2011

La producción de algas comestibles en Lastres, para el mercado oriental principalmente, se está retrasando más de lo esperado. La empresa Algas Marinas de Asturias, que consiguió hace un año aproximadamente la primera concesión en la región para la producción de algas comestibles -concretamente de la especie 'laminaria saccharina'-, sigue sin poder iniciar la actividad pese a que estaba previsto comenzar a cultivar la planta el verano pasado.

La tramitación es más lenta de lo que se pensaba y la empresa que dirige Javier Antuña se encuentra en plena tramitación con el Centro de Experimentación Pesquera de Asturias y el Instituto Español de Oceanografía del Centro Costero de Santander para el suministro de las semillas. Desde la empresa lamentan los retrasos y no descartan traer estos granos de Holanda «si encontráramos muchas dificultades».

La Dirección General de Pesca viene comprobando en los últimos años la idoneidad de la zona para el cultivo de esta planta y su crecimiento por la calidad de sus aguas y la orografía del terreno, protegido de los fuertes oleajes y con superficie de arena a más de 12 metros de profundidad. Se han hecho cultivos experimentales en la zona durante años y hoy es Algas Marinas de Asturias la que disfruta de la concesión para la producción de estas plantas en la zona y posterior distribución. Los expertos entienden que este tipo de planta tiene un incalculable valor nutricional ya que contiene importantes nutrientes como yodo, fibra, calcio, hierro, minerales, vitaminas y antioxidantes. Una mezcla explosiva que hace que médicos naturalistas la recomienden para estimular el metabolismo y el sistema endocrino, como antirreumáticos y anticancerígenos, para controlar el colesterol o retardar el envejecimiento por su efecto antioxidante. Y, aunque existe una falta de tradición culinaria en nuestro país, cada vez es más reclamada por reconocidos restauradores y paladares exigentes. Por eso, la empresa Algas Marinas de Asturias se ha puesto en contacto con suministradores de Galicia para venderlo en tiendas de «delicatessen», aunque también con la idea de exportarla a otros países como Japón, donde el consumo es muy habitual.