El milagro de los peces... y los tomates

Lunes, 3 Marzo, 2014

Según cuentan los Evangelios, hace casi dos mil años Jesucristo protagonizaba en el Lago Tiberíades el milagro de los panes y los peces para dar de comer a los cientos de fieles y discípulos allí reunidos para escuchar al Maestro. Los detalles, todos los conocemos, pero lo que seguro muchos no saben es que, según aseguran algunos estudios, aquel pez que multiplicado permitió alimentar a una multitud no era otro que la tilapia, una especie de origen africano cada vez más habitual en piscifactorías de todo el mundo.

Pues bien, hoy día, ese mismo pez se ha convertido en protagonista de otro pequeño 'milagro', el de una empresa de Lorquí, Tilamur, dirigida por Mariano Vidal, que hace unos años vio en el cultivo de esta especie una oportunidad de negocio y que, con mucho esfuerzo, ha logrado ser elegida para representar a España en un ambicioso y «visionario» proyecto europeo (INAPRO), coordinado por el prestigioso Instituto Leibniz de ecología de agua dulce y de pesca continental (IGB), de Berlín, en el que participan otros siete países y que cuenta con una financiación de seis millones de euros.

Se trata de poner en marcha un sistema innovador de acuaponia para cultivar conjuntamente tilapias y tomates en un mismo invernadero, compartiendo agua, nutrientes, energía y espacio. El sistema se compone de un tanque en el que se crían los peces (en este caso la tilapia nilónica) del que parte un tubo que recoge el agua que se desecha cada día para mantener la calidad del medio en el que se cría la tilapia. Ese agua se filtra para extraer los restos de comida y heces que expulsan los peces y que, tras ser sometidos a tratamiento con un biofiltro se convierten en 'valioso' nitrato para abonar a sus compañeros de invernadero: los tomates. De la cría de la tilapia se obtiene, por tanto, agua y nitratos para el cultivo del tomate. Todo ello a través de un sistema de recirculación de agua y a un novedoso sistema de filtros que conectan el tanque de peces con los cultivos del tomate. «Aquí se reutiliza hasta el agua que se evapora de las plantas», cuenta Mariano, que destaca la sostenibilidad tanto económica como medioambiental del proyecto, teniendo en cuenta, además, que todo el complejo se abastece con energía solar y eólica, por lo que no necesita electricidad.

La tecnología la pone el instituto alemán que coordina el proyecto y los socios participantes, entre ellos, Mariano Vidal, ponen el terreno, el trabajo necesario para poner en marcha el proyecto y, sobre todo, «muchas ganas», porque para este emprendedor murciano éste supone el último paso de un largo camino que comenzó en 2010 cuando, con la irrupción de la crisis, vio esfumarse gran parte del trabajo en su invernadero, que compartía con su hermano, y no le quedó más opción que reinventarse. Así que, este técnico en electrónica, metido a capataz agrícola, decidió cambiar las plantas por los peces y analizar la viabilidad del cultivo de la tilapia nilótica en sistemas de recirculación de agua.

Lo que entonces comenzó en un invernadero de 120 metros cuadrados ha logrado, dos años después, atraer la atención incluso de El Corte Inglés que ya se ofreció en su momento a comercializar las tilapias que Mariano críe en su empresa.

El camino, sin embargo, ha sido largo y con muchos obstáculos. Por eso, cuando le preguntan qué sintió cuando le llamaron para participar en este proyecto, sonríe y dice: «Consuelo, mucho consuelo». Es la satisfacción que da llegar a buen puerto después de una complicada travesía, gracias, en parte, a un pez llamado 'milagro'.