La Eurocámara ha apoyado extender a todos los productos frescos dicha exigencia sobre el origen, que la UE ya aplica en las etiquetas del vacuno, frutas, verduras, aceite de oliva, vino, carne de pollo, miel y alimentos de la acuicultura.
El PE ha aprobado un informe del italiano Giancarlo Scottá (Liga Norte) sobre el futuro de las normas de las denominaciones de origen y de los alimentos que cuentan con algún distintivo que acredita su calidad.
Los eurodiputados han abogado por impulsar la protección de las denominaciones y de las indicaciones geográficas.
El PE considera conveniente que se indique el país de origen de los productos agrícolas frescos y el lugar de procedencia de la materia prima agrícola en el caso de los productos transformados.
Para la Eurocámara, esa indicación debe realizarse sin generar excesivos costes, especialmente a los productores pequeños y medianos, de forma que podrían investigarse alternativas a las etiquetas tradicionales, como los códigos de barras o las páginas web.
Los europarlamentarios han solicitado que otras informaciones complementarias sean voluntarias en los alimentos, para evitar un exceso de datos en los envases que confundan a los consumidores.
El informe del PE sugiere, además, la posibilidad de crear un logotipo de calidad de la UE que debería ofrecerse exclusivamente a los productos agrícolas obtenidos y elaborados íntegramente en el territorio comunitario.
Por el contrario, el PE ha rechazado reabrir los debates acerca de los estándares en la forma, el tamaño ó el color de las frutas y verduras.
La Federación europea de Vinos con denominación de origen (EFOW, siglas en inglés) ha valorado, en un comunicado, el voto del PE, porque es una "señal fuerte" para que la Comisión Europea (CE) presente propuestas que faciliten la gestión de la producción de alimentos y bebidas de calidad.
La EFOW ha calificado de positivo que los eurodiputados hayan rechazado, además, la fusión de las denominaciones de origen y de las indicaciones geográficas protegidas (IGP) en un solo distintivo de calidad, tal y como pretende Bruselas.