Empresas gallegas usarán residuos de algas para suministrar a microplantas de biogás

Jueves, 19 Agosto, 2010

El mar siempre ha representado una fuente de recursos inconmensurable. Además de los alimentarios, los océanos también nos ofrecen recursos sanitarios, químicos y de energía en forma de combustible líquido sustitutivo del petróleo, el "biodiésel marino" o "biodiésel de algas".

Este gran potencial de los vegetales marinos no pasa desapercibido y la búsqueda de nuevas alternativas para la producción de biocombustibles más viables y económicos aumenta día a día. La multinacional gallega Jealsa Rianxeira y el consorcio Enerxía de Galicia (Engasa)-entidad que aglutina a 22 empresas de distribución de electricidad- están colaborando en un proyecto para la producción de forma industrial de algas microscópicas con aplicaciones en varios sectores, como la energía o la alimentación entre otros usos.

El proyecto está ideado para lograr un método de producción y aprovechamiento óptimo, cerrando el círculo de eficiencia, que incluye utilizar los residuos generados al procesar la biomasa para plantas de biogás. "Estamos interesados en sacar rendimiento este sustrato vegetal, que saldría más barato que con la producción actual, ya que se trata de residuos", comenta el presidente de Engasa, Benito Fernández, en relación a su aplicación en microplantas de biogás para producir electricidad. Por su parte la conservera Jealsa Rianxeira tiene como interés fundamental la obtención de proteínas y ácidos grasos como el omega 3 para el consumo humano.

Las empresas gallegas están integradas en el consorcio Bioser junto con las cántabras Biocarburantes Bahía de Santander (Biobas) y Tinamenor, dedicada a la acuicultura. Cada empresa aporta sus conocimientos en cada sector y parte de su equipo de I+D+I, que junto con el Grupo de Ingeniería Ambiental y el de Ecología de la Universidad de Cantabria -que se encargan de la dirección técnica- están trabajando ya en el desarrollo de este sistema. A través de un fotobiorreactor -un sistema capaz de generar la fotosíntesis de las clorofilas marinas- se cultivan microalgas. La biomasa producida tiene diferentes utilidades, como la obtención de aceites para producir biodiésel, proteínas para la alimentación animal y humana e incluso los propios residuos resultantes tienen utilidad como sustrato para las plantas de biogás.

El primer paso del proyecto es la producción de microalgas con gran potencial energético. Al ser organismos unicelulares, su crecimiento es mayor y la transformación y procesamiento de la materia orgánica es más fácil que con otros vegetales, como la colza o la palma que se utilizan actualmente para la producción de biodiésel. No obstante, el estudio también abarca el análisis de distintos tipos de algas para determinar qué especies son las mejores desde el punto de vista de su rendimiento y de que sirvan para otras aplicaciones no energéticas.

Posteriormente, los investigadores diseñarán un reactor y un software para producir y hacer crecer a estas plantas acuáticas con un aprovechamiento óptimo de los recursos.

Si hasta ahora la biomasa de algas se ha utilizado para objetivos concretos (depuración de aguas residuales o producción de biocombustible), este proyecto es más ambicioso, ya que quiere investigar otras aplicaciones como es el caso de la alimentación animal o la producción de subproductos para la alimentación humana. Es por esta razón que en el proyecto participan sociedades tan diferentes. "Compatibilizamos los intereses de las diferentes empresas participantes en un proyecto ilusionante y de futuro que ofrecerá solución a problemas actuales, como la fabricación de biocarburantes de segunda generación, extracción de proteínas como aditivos para productos alimenticios, etc.", indica el consejero de Biobas, David González Pescador. "Esperamos tener resultados en 4 años, cuando construyamos la primera planta piloto", añade.