Estudian la viabilidad en acuicultura de las harinas procedentes de insectos como alternativa a las harinas de pescado

Miércoles, 7 Abril, 2010

El grupo Ecología Acuática y Acuicultura de la Universidad de Almería (UAL), en colaboración con expertos de la Universidad de Granada y personal del Instituto Español de Oceanografía, estudia harinas procedentes de insectos como alternativa a las harinas de pescado que se utilizan en acuicultura. Los investigadores persiguen evaluar la viabilidad de esta nueva fuente de proteínas, ya que el agotamiento de las actuales podría limitar la industria acuícola del futuro, según los expertos.

Para ello, proponen piensos basados en insectos, que no suponen una competencia respecto a las fuentes de alimentos para el ser humano. Además, dada su procedencia animal, pueden adecuarse a la fisiología digestiva de los peces con facilidad y ajustarse a sus necesidades nutritivas.

La investigación, que ha sido incentivada como proyecto de excelencia por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia con 98.055 euros, analizará el valor nutritivo de las harinas de insectos. Asimismo, estudiará la eficacia de estos piensos en ensayos de alimentación in vivo con peces, valorando tanto la cantidad como la calidad del producto y, por último, se realizará un balance económico del uso de estas harinas de insectos.

Evaluación y análisis

Los investigadores evaluarán varias especies habituales en la cría de mascotas exóticas (Tenebrio molitor, Zophoba morio, Achetra doméstica ), es decir, ejemplares de gusanos, grillos y saltamontes, por su facilidad de adquisición en el mercado. Asimismo, utilizarán la larva de un lepidóptero (Plodia interpunctella), gracias a la colaboración con la empresa Insectos.med S.L. (El Ejido, Almería).

"La idea es que estas harinas basadas en insectos no sean sólo nutritivas, sino que también sean apetecibles para los peces," explica uno de los investigadores de la Universidad de Almería que participan en el proyecto, Fernando García Barroso.

Con estos insectos, los expertos contrastarán la respuesta en dos especies acuícolas diferentes en cuanto a su tipo de alimentación y a su capacidad digestiva y metabólica. Así, han seleccionado una especie cultivada tradicionalmente en el Sur de España, la dorada (Sparus aurata), de alimentación carnívora y, por otra parte, la tilapia (Oreochromis sp.), una especie omnívora, que consume larvas de insectos en su hábitat natural.

"Hemos seleccionado esta última como especie representante de agua dulce y por el especial interés que hay en desarrollar su cultivo en Almería, además de su proyección mundial y elevada productividad", explica la responsable del proyecto en la UAL, María José Sánchez-Muros.

Aunque en la actualidad el equipo investigador reconoce que las harinas de insectos no pueden competir en calidad con la harina de pescado, abren nuevas vías de alimentación para la industria acuícola del futuro. "Un hecho innegable es que el factor limitante para la acuicultura será la disponibilidad de esta harina", señala el investigador.

"Si los alimentos basados en insectos cuentan con la misma eficacia nutritiva y muestran que las producciones acuícolas mantienen el mismo ritmo de crecimiento, se puede llegar a pensar en el uso de estas harinas como un elemento más adecuado que los alimentos vegetales a la hora de elaborar piensos para peces", explica Sánchez-Muros.