Investigadores del CSIC vigués desarrollan la cría en cautividad del caballito de mar narizón

Miércoles, 25 Junio, 2014

Un estudio realizado en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo (IIM) del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) establece la metodología óptima para la cría en laboratorio del caballito de mar narizón (Hippocampus guttulatus), al identificar los cinco factores físicos claves en el crecimiento y supervivencia de esta especie en el laboratorio: el tipo de acuario, la aireación, la temperatura del agua, la alimentación y, en menor medida, el ciclo de luz. El estudio ha obtenido superviviencias hasta el 90%, lo que abre las puertas a la recuperación de esta especie, predominante en las costas europeas e inscrita en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas.

La revista "Journal of Experimental Marine Biology and Ecology" publicó ya en 2012 un avance de esta tesis, defendida en la Universidad de las Illes Balears con la calificación de excelente cum laude. "Además, se ha demostrado que la temperatura del agua es determinante en el crecimiento y supervivencia de esta especie en cautividad, lo que explica también por qué no habita más al norte de las Islas Británicas, ya que a temperaturas inferiores a los 13,1 grados no crecen", explica Andreu Blanco Cartagena, autor de esta investigación, que dirige Miquel Planas Oliver, director del Grupo de Biología y Fisiología Larvaria de Peces del IIM.

Esta técnica garantiza la continuidad de la especie en acuarios. El siguiente paso es hacerla viable para repoblar poblaciones salvajes. "Esta técnica puede ser una vía para favorecer la población natural de las rías de Galicia", explica Blanco. Sin embargo, la continuidad de este estudio depende de que obtenga financiación, un tema que el investigador ve "algo complicado" dado el contexto de crisis. En 2009, el Grupo de Biología y Fisiología Larvaria de Peces ya protagonizó la primera suelta de caballitos de mar narizones en la Illa de Arousa para evaluar las posibilidades de recuperación de las poblaciones salvajes.

En los estadios iniciales de la investigación, los científicos tuvieron que superar la mortalidad masiva durante las primeras semanas de vida de los ejemplares nacidos en cautividad, debido a la hiperinflación de las vejigas natatorias, que llenaban en exceso, lo que provocaba que se quedasen flotando en la superficie, explica el autor de la tesis. El tipo de acuario, la aireación, la temperatura del agua y especialmente la alimentación fueron reduciendo la mortalidad hasta el apenas 10% actual, lo que dibuja un futuro esperanzador para esta especie protegida.