En su día, la Comisión Europea puso como ejemplo la estrategia gallega de acuicultura (Esga), al que se refirió como uno de los modelos de planificación más interesantes para su aplicación. Y en eso coincide el plan español, aunque puntualiza que no es el único. Murcia, otra comunidad pujante en acuicultura, ha adoptado otro enfoque diferente que, sin embargo, comparte el mismo objetivo que el gallego: «Contribuir a partir de la ordenación del espacio, en este caso litoral, al desarrollo sostenible de la actividad acuícola».
Integración paisajística
Con todo, en Galicia, la aprobación de la Esga no ha servido para que despegue el sector. Ni la estrategia, ni tampoco el Plan de Ordenación del Litoral y, por tanto, todavía no se ha podido poner en práctica la guía de criterios de sostenibilidad e integración paisajística de los establecimientos de acuicultura, un documento que da recomendaciones y soluciones para reducir el impacto visual de las plantas de cría y engorde en el entorno.
Otra de las tareas marcadas en el plan es clarificar las actividades acuícolas que pueden realizarse en Red Natura. La Comisión identificó 731 lugares (de un total de más de 25.000) donde se desarrollaba acuicultura, en los que la influencia de la actividad era neutral y, en casos, hasta positiva.