La FAO ayuda a evaluar el uso responsable de especies exóticas

Miércoles, 28 Febrero, 2007

En el caso de la tilapia, proporciona importantes y abundantes beneficios económicos y de seguridad alimentaria a la población urbana pobre de algunos países de Asia. "No sólo es un pescado que gusta a todos, sino que cualquiera lo puede criar fácilmente, con pocas repercusiones negativas para el medio ambiente que se hayan demostrado. En Asia se consume localmente y se exporta", explica Devin Bartley, del Departamento de Pesca de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Pero las especies exóticas de peces no siempre funcionan en su nuevo hábitat de la misma manera que en su lugar de origen: a veces producen graves consecuencias. A pesar de las ganancias económicas que se obtienen de la introducción de algunas de ellas, otras han producido enormes pérdidas o han causado daños generalizados al medio ambiente.

A partir de la década de los 80 del siglo pasado, cuando se hizo más frecuente la cría de especies alóctonas en piscifactorías, la FAO comenzó a vigilar estos desplazamientos. En principio sólo siguió a las especies de peces continentales, unas 1.300. Pero conforme fue creciendo el interés mundial por el pescado, con el aumento de la demanda neta y la demanda de una mayor diversidad de productos, comenzaron a criarse más peces y la FAO empezó a recopilar información de las especies marinas y de otras distintas del pescado.

Recientemente la agencia de la ONU presentó una versión ampliada de su base de datos, que incluye entradas de todos los géneros que se producen a través de la acuicultura. Contiene en estos momentos más de 5.000 registros de introducciones de varios cientos de especies.