El Patronato de la Fundación CENTA (Centro de Nuevas Tecnologías y Procesos Alimentarios) acordó, en su última reunión, la incorporación del CENTA al IRTA para sumar esfuerzos y optimizar los recursos dedicados a la investigación agroalimentaria.
Un poco de historia del CENTA
El Centro de Nuevas Tecnologías y Procesos Alimentarios (CENTA), Fundación Privada, se constituyó en 2006 y nació con la voluntad de contribuir a la modernización y a la competitividad de las empresas del sector agroalimentario. Por su parte, el IRTA fue creado en 1985 y es una empresa pública adscrita al Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural de la Generalitat de Cataluña.
El CENTA ha sido, desde su creación, una iniciativa vinculada estrechamente al IRTA, no sólo por ser uno de sus patrones institucionales y compartir las instalaciones de Monells, titularidad del IRTA, sino también por haber establecido una relación en simbiosis, adaptando perfectamente sus misiones e incrementando y potenciando la creación de oportunidades gracias a una plena cooperación y colaboración entre sus departamentos para compartir conocimiento, generar valor y aportar soluciones a las empresas.
Ante un escenario incierto y la necesidad de encontrar vías de futuro que permitan dar continuidad a la actividad de la Fundación, se ha optado por integrar las capacidades del CENTA en el IRTA para incrementar la valorización de su potencial de desarrollo en favor del cumplimiento de la misión del IRTA: "contribuir a la modernización, competitividad y desarrollo sostenible de los sectores agrario, alimentario y acuícola, al suministro de alimentos sanos y de calidad para los consumidores y, en general, a la mejora del bienestar de la población".
Coyuntura de oportunidad y futuro de la integración
Las instalaciones que dispone el CENTA son unas instalaciones singulares y únicas en el estado Español, por su capacidad de combinar la excelencia en investigación (con más de 30 investigadores, algunos de ellos de reconocido prestigio internacional), con la transferencia tecnológica a escala industrial. El CENTA cuenta con 2.500 m2 de planta a escala industrial dotada de las últimas tecnologías para ofrecer soluciones de mercado al tejido industrial agroalimentario.
El principal activo que el CENTA aporta al IRTA, entre otras, es su orientación a mercado. Por ello, se han racionalizado los recursos humanos para adaptar la estructura vigente del CENTA en el IRTA, para implantar una forma de trabajar totalmente adaptada a las necesidades de las empresas, con vocación de transferir y valorizar el conocimiento al mercado. La integración del CENTA en el IRTA es una clara oportunidad de futuro que permite disponer de un centro para consolidarse y crecer como un referente en el sector agroalimentario nacional e internacional.
Por otra parte, el efecto más evidente es un paso más hacia la reestructuración y reordenación de los agentes de investigación e innovación de nuestro país, integrando agentes, sumando masa crítica y, de esta manera, dar un paso más hacia la excelencia en la gestión de recursos bajo criterios de eficacia y eficiencia, obteniendo de esta manera una transferencia científica orientada a incrementar la competitividad del tejido generador de riqueza (PIB).