Todavía estaba reciente la adquisición del pazo de Vista Real, en Vilanova de Arousa, cuando el Concello decidió poner en marcha un novedoso proyecto tendente a generar empleo: un vivero de empresas para jóvenes emprendedores que les permitiera asentarse en sus mercados de referencia sin invertir más que en la venta de su propio producto. El vivero lleva casi dos años funcionando y por él han pasado empresas de todo tipo, pero desde hace seis meses, en las instalaciones se encuentra "Mar Ceibe" una distribuidora de marisco formada por un vilanovés, Óscar Pouso, y por un isleño, Guillermo Montero, cuyo principal reto es abrir mercados en Asia exportando el mejor marisco gallego.
Estos seis meses han sido fructíferos ya que a través de su empresa se han gestionado transportes de marisco gallego hacia puntos como Hong Kong o Shanghai, y se está tratando de acceder al mercado de Singapur "tratando de ofrecer la mejor calidad". El marisco que está triunfando en estos momentos es la ostra, pero también el mejillón gallego es muy apreciado por aquellas latitudes. Todo ello se remite hacia tierras asiáticas en atmósfera modificada y de forma que el período máximo desde que acaba de ser depurada hasta que llega al punto de destino sean cuatro días. Esto permite que el producto llegue fresco y en perfectas condiciones para su consumo. Optar por congelar el producto es otra opción, pero requiere de una mayor logística con la que todavía no pueden contar, por eso apuestan más por el mercado de fresco.
Los dos jóvenes se prepararon en el Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa) y la crisis económica les obligó a buscar algún tipo de acomodo empresarial propio. El primer paso que barajaron fue el de poner en marcha un criadero de almeja, pero los costes y las dificultades para conseguir terrenos adecuados les llevó a optar por otra vía, la comercialización. Solo faltaba el lugar para comenzar a trabajar, y esa oportunidad se la dio el vivero de empresas de Vilanova de Arousa, que se ha convertido en la sede central de "Mar Ceibe".
Los principales problemas con los que se están encontrando desde que comenzaron a trabajar no son los clientes asiáticos "de los que los europeos tenemos mucho que aprender en casi todos los aspectos", sino las trabas que pone la administración.
Así lo entiende Montero cuando explica que "las administraciones hacen cosas que no tienen ningún tipo de lógica, por ejemplo, si estamos en la Unión Europea, lo lógico es que todos los países integrantes de la misma juguemos con las mismas reglas; sin embargo, los requisitos que se fijan en depuración en Francia no son los mismos que aquí, ¿Y qué provoca eso? Incrementos en los costes que restan competitividad, algo que siempre acaba pagando el productor".
Todavía no han podido desplazarse hasta tierras del lejano oriente, pero si la comercializadora se asienta lo suficiente, si que tratarán de seguir abriendo camino en un mercado que está todavía por explorar.
La red de redes también es su aliado principal.