Un equipo con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha secuenciado el genoma del patógeno Saprolegnia parasitica, responsable de infecciones en diversas poblaciones de peces y anfibios en todo el mundo. Los resultados, publicados en la revista PLOS Genetics, abren un campo de investigación en el desarrollo de nuevos tratamientos.
Saprolegnia parasitica es un oomiceto (similar morfológicamente a los hongos, pero evolutivamente más parecido a algunas especies de algas) que provoca una infección conocida como saprolegniosis. "Este patógeno se ha convertido en un problema en varios ecosistemas acuáticos naturales, así como en la industria acuícola, donde genera pérdidas económicas considerables principalmente en la producción del salmón y la trucha", explica Javier Diéguez-Uribeondo, investigador del CSIC en el Real Jardín Botánico de Madrid.
En este patógeno y en otras especies, los científicos han hallado varios eventos de transferencia horizontal de genes y han observado que Saprolegnia ha adquirido a lo largo de su evolución genes de bacterias principalmente. "En este trabajo se han identificado cerca de 40 genes que podrían estar relacionados con los procesos de patogénesis y que fueron probablemente adquiridos recientemente por estos patógenos. De hecho, se considera que este tipo de eventos fueron fundamentales en la evolución de la patogénesis animal en estos organismos", explica Diéguez-Uribeondo.
Control del patógeno
Según los investigadores, la prohibición del uso del verde de malaquita, un tratamiento tradicional con efectos carcinógenos, ha ocasionado que la industria de la acuicultura se encuentre desprovista de herramientas de control para este patógeno. "Nuestro trabajo abre un nuevo campo de investigación crucial en el diseño de tratamientos alternativos en acuicultura. La secuenciación del genoma permite conocer, no sólo los mecanismos de infección, sino además los genes involucrados en la patogenicidad, clave para futuros tratamientos", recalca el investigador del CSIC.
Asimismo, el estudio demuestra las marcadas diferencias que existen entre los genomas de las especies patógenas de oomicetos de plantas y animales. Futuros estudios aportarán luz al conocimiento en profundidad de la estructura y la función de los genomas de estos enigmáticos eucariotas, que se han adaptado a una gran variedad de nichos ecológicos y especies hospedadoras.