La UCA, implicada en una piscifactoría piloto en Guatemala con energía solar

Miércoles, 13 Octubre, 2010

La Universidad de Cádiz y la Universidad de San Carlos de Guatemala han colaborado en este Programa de Cooperación Interuniversitaria e Investigación Científica, un proyecto piloto que introduce el uso de las energías renovables para lograr el cultivo de peces en clima frío, que permitirá el autoabastecimiento de la comunidad indígena y dará trabajo a entre 15 y 20 mujeres de la zona.

El objetivo es cultivar la tilapia, una especie de uso alimentario común en el país, en lugares donde las condiciones climáticas frías no permiten su crecimiento y reproducción y, por tanto, limitan la productividad. La planta acuícola que la Universidad gaditana y la Universidad guatemalteca de San Carlos han inaugurado, incrementará la temperatura de los estanques de cultivo del pez entre tres y cuatro grados, hasta una media de 28 grados centígrados, haciendo posible el engorde de la tilapia. Para tal fin, utilizará exclusivamente energía solar térmica. Por otro lado, la energía solar fotovoltaica se empleará para el bombeo del agua a los tanques de cultivo.

Este proyecto piloto, además de pretender demostrar la viabilidad técnica y económica de esta solución de tal modo que pueda optimizarse el proceso, tiene también un fin solidario. La planta permitirá generar una producción de peces suficiente para destinar un porcentaje al autoabastecimiento de la comunidad indígena del entorno, logrando así la mejora de su dieta al introducir en ella el pescado. Asimismo, con la producción restante, será posible crear una actividad comercial local que permita generar recursos propios a dicha comunidad.

De este modo, según indican desde la UCA a DIARIO Bahía de Cádiz, el proyecto dará trabajo a entre 15 y 20 mujeres que recibirán la formación precisa para llevar la gestión industrial y comercial de la planta. El objetivo es que puedan vender el producto, para lo que se buscarán asimismo fórmulas de conservación alternativas como las salazones o las conservas. Dicha comercialización se realizará en una zona rural de Guatemala, donde es difícil la venta del pescado fresco por las dificultades para asegurar la cadena de frío en la distribución.

DESDE HACE DOS AÑOS

En Cobán, en el departamento guatemalteco de Alta Verapaz, en una zona que se encuentra a unos 1.300 metros de altitud, se ha inaugurado la planta piscícola. En un cerro que se encuentra dentro de la comunidad Buena Esperanza, en la aldea Tzapineb, se ha puesto ya en marcha un proyecto que empezó a hacerse realidad hace dos años.

Dicho proyecto se ha creado dentro de un Programa de Cooperación Interuniversitaria e Investigación Científica (PCI) de la UCA y el Centro de Estudios Marinos y Acuicultura de Guatemala (CEMA) de la Universidad de San Carlos, aprobado y financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). De este modo, la planta acuícola ha contado hasta ahora con un presupuesto de 250.000 euros aportados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España.

El PCI ha estado coordinado por el profesor de la Universidad de Cádiz, Rafael Jiménez, y el profesor, Pedro Julio García, de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

En la fase de ingeniería, para la instalación de las placas solares, el proyecto ha contado también con la colaboración de la empresa spin-off de la UCA IGFoton Ingenieros S.L. La empresa ha manifestado además, su disposición a seguir colaborando con este proyecto, especialmente en la fase que ahora se inicia de explotación de la planta, para lo que tiene previsto desplazar a alguno de sus técnicos a fin de cooperar en la capacitación del personal.

Como explica Rafael Jiménez, la planta acuícola está conformada por un total de seis estanques. La temperatura se elevará sólo en tres de estos estanques, mientras que los otros tres quedarán en condiciones normales. Esto para verificar que, efectivamente, se logra una diferencia significativa en el tamaño de los peces y, por tanto, el proyecto logra una productividad eficiente.

La piscifactoría continuará teniendo apoyo económico los próximos cuatro años, pero a partir de ese momento tendrá que lograr ser sostenible y quedará en manos de la comunidad indígena.

El profesor de la UCA aclara que otros países ya han mostrado interés en el proyecto ya que, si tiene éxito, la fórmula podría reproducirse en zonas de clima frío, dentro y fuera de Guatemala.

Para llevar a cabo la iniciativa ha sido también fundamental la intervención de un agente social local, la Asociación Ciudad Esperanza, que además de ceder los terrenos en que se ha instalado la planta y el acuífero que la abastece, trabajará con las mujeres para su formación y el desarrollo de la actividad comercial.

Ciudad Esperanza atiende en la actualidad a colectivos de riesgo extremo de exclusión social, entre los que se encuentran las mujeres indígenas mayoritariamente de etnia Q'etchí (de origen maya). Un colectivo que, como se ha señalado, se formará para crear una cooperativa que pueda explotar y sostener autónomamente la piscifactoría a largo plazo.

CON EL APOYO DEL AULA UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA

Este PCI ha contado desde el primer momento con el apoyo del Aula Universitaria Iberoamericana de la UCA que, en concreto, ha financiado el desplazamiento a Guatemala durante el primer año del proyecto y colaboró en la organización y desarrollo de las jornadas que se organizaron tras dicho primer año de trabajo, con el fin de presentar los avances del proyecto a la comunidad universitaria y las instituciones universitarias.

El Aula Iberoamericana juega un papel fundamental en la labor de configuración de Proyectos de Cooperación Interuniversitaria (PCI) de la Universidad de Cádiz con Iberoamérica, canalizando las propuestas y gestionando, junto con la Oficina de Relaciones Internacionales, todo el proceso; desde el impulso a la cooperación de las partes hasta las labores administrativas para la presentación de los proyectos. Asimismo, apoya y financia acciones puntuales durante el desarrollo del proyecto en sí. Con todo, la labor del AUI ha sido significativa para incrementar el número de proyectos de la UCA con universidades iberoamericanas.