La Xunta de Galicia repuebla varios ríos gallegos con más de un millón de juveniles de salmón

Jueves, 3 Mayo, 2012

La provincia de Pontevedra es, junto con la de Lugo, la que alberga la población de salmón más importante de la Comunidad Autónoma.

La Xunta de Galicia, a través de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras viene repoblando varios ríos gallegos con más de de un millón de juveniles de salmón en los últimos tres años. El Director General de Conservación de la Naturaleza, Ricardo García Borregón, supervisa hoy el inicio de la temporada de pesca del salmón en el río Ulla, concretamente en el refugio de pescadores de Ximonde. En esta zona hay una estación de captura en la presa, que está en el acceso de las zonas que emplean para desovar tanto en este río como en su afluente el Deza. El salmón atlántico es una especie emblemática que en su área de distribución viene a caracterizar los tramos fluviales que se encuentran en el mejor estado ecológico, aún libres y salvajes, pero además, es una especie de elevado valor comercial así como de máximo valor desde el punto de vista de la pesca recreativa.

La situación a la que llegó la población del Ulla y del Lérez en los 90 hizo que la Administración Autonómica iniciara un trabajo de mejora de las condiciones del hábitat y de apoyo a la población existente, redoblando los esfuerzos en investigación y repoblación con vistas a la mejoras de las condiciones de regeneración de dichas poblaciones.

Las capturas de salmón disminuyeron sensiblemente en todos los ríos, pero sí cabe esa bajada fue más importante en los ríos de Pontevedra, así tenemos el Ulla que pasó de 543 en 1980 a ninguno 1993, el Umia lleva sin su presencia desde 1993; el Lérez pasó de 158 en 1970 a ninguno en 1991, en el Verdugo no se pescó ningún salmón desde 1984 y, finalmente, en el Miño, aunque a su control es más complicado al ser internacional y permitirse la pesca con la red en Portugal, también se vino su declive desde 1975 en el que se contabilizaron 300 salmones capturados.

Cabe señalar que la provincia de Pontevedra es, junto con la de Lugo, la que alberga una población de salmón más importante de Galicia. La que vive en la provincia de Pontevedra es la más meridional de Europa, si tenemos en cuenta el río Miño, y esto, además de conferirle un valor especial, supone un grave riesgo de desaparición.

Río Ulla

Con este panorama la Xunta de Galicia inició una serie de medidas que pudieron calificarse cómo drásticas relacionadas con el control de la pesca de la especie, pero también con la profundización del conocimiento de su estado, aspectos biológicos y otros, así como con la identificación de los problemas que le afectan y su corrección. Concretamente este año, en el río Ulla, el Ejecutivo autonómico lo repobló con más de 120.000 juveniles de esta especie.

Algunas de las principales medidas tomadas es la limitación del esfuerzo de pesca y de la presión sobre la especie. Esta medida se logró por dos vías: el control del acceso de los pescadores al recurso (veda de los tramos libres, limitación de la temporada de pesca, limitación días hábiles) el establecimiento de los cupos de captura.

Las estaciones de capturas son escalas colocadas aprovechando presas existentes que impiden o dificultan lo remonte de los salmones adultos que buscan las zonas de desove en las cabeceras de las cuencas salmoneiras. En estas escalas se instala un capturadero consistente en una nasa que impide el retorno, y una zona accesible el personal responsable de contar y medir el tamaño de los salmón y antes de dejarlos continuar su camino cara los desovadoiros.

El sistema de cupos adoptado toma en consideración, las existencias anuales determinadas por los inventarios de juveniles. Para la temporada que se inicia hoy día 1 de mayo, el cupo establecido será el mismo del 2011, es decir, 35 salmones. El fin último de todas estas medidas no es otro que lo de optimizar el escape de reproductores -sin sacrificar la pesca recreativa del salmón- de tal modo que la población siga mejorando en años próximos y aproximándose la un nivel adecuado que permita liberalizar su explotación.

Río Lérez
Por lo que respeta al río Lérez, la situación de partida era peor, no obstante la subida de adultos de salmón en otoño del 2011 fue mayor que el promedio de años anteriores, sin que, en este caso, fuera el mejor.

Por último cabe mencionar que en el año 2009 se inició un estudio de radio-seguimiento de salmones adultos en el río Lérez con objetivo de estudiar la migración de estos pescados una vez que entran en el agua doce. También se trabaja en la recuperación del salmón en el río Tela afluente del Miño. Habida cuenta los datos obtenidos en la fase de estudio, comenzaron a aplicarse tres tipos de medidas:

• La mejora de la accesibilidad se modificó la escala y la cuesta existente en la presa de Monteporreiro, se abrieron sencillos dispositivos de franqueo en tres pequeñas presas ubicadas aguas arriba, y se modificó la escala existente en la presa de Bora.
• Medidas de reducción de la mortalidad por pesca.
• Se inicia un programa de mejora de las poblaciones de salmón mediante repoblaciones con individuos de origen autóctono. Inicialmente al carecer de un stock del propio río coléctanse juveniles salvajes de otros ríos gallegos que son trasladados a la piscifactoría de Carballedo para su estabulación hasta la fase de reproductores y de esta forma obtener embriones de salmón gallego para repoblar el Lérez.

Durante varios años y hasta el 2011 se soltaron un total de 850.000 juveniles de salmón en la cuenca del río Lérez. En el año pasado, las sueltas alcanzaron la cifra de 125.678 juveniles y se realizaron en 3 fases, como alevines en verano, pintos de otoño y pre-esguines en primavera siguiente a su nacimiento.

Todos los juveniles soltados vano marcados, bien solo con ablación de la aleta adiposa (alevines) o bien con la implantación de una micromarca magnética (pintos y pre-esguines), esto permite realizar una valoración de las repoblaciones y calcular una tasa de recaptura que nos indique que retornos se obtienen mediante estas prácticas ya que tanto se son pescados en el mar o en el río así como se son controlados en una estación de captura, podemos discriminar entre peces salvajes y repoblados. Las micromarcas permiten además calcular la precisión en su retorno al río natal y conocer las rutas de migración oceánicas.