La Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas de Cádiz (OPP), que agrupa a las cuatro almadrabas de Tarifa, Zahara, Conil y Barbate, hace recuento estos días del final de la campaña 2012 (iniciada en febrero) y, por primera vez desde hace años, se muestra satisfecha. Las capturas han rondado las 1.000 toneladas, si se suman las 657 a las que legalmente tenían derecho más las cuotas de pesca que han comprado a pescadores del norte de España. Las autoridades internacionales otorgaron a España un total de 2.430 toneladas para este ejercicio.
Y es que la OPP considera que el umbral de rentabilidad está, precisamente, en torno a 1.000 toneladas por campaña. Otro motivo de optimismo es que los informes científicos indican que la especie se está recuperando, tras las masivas capturas industriales anteriores a 2006. Ese ejercicio marcó un antes y un después porque, a petición de los ecologistas y de las propias almadrabas, se restringió su pesca, hasta esa fecha «desordenada», según Marta Crespo, gerente de la OPP.
Cambios
Esta misma fuente recuerda que hasta2005 «se permitía pescar atunes de 6,4 kilos, es decir, pescado que aún no había alcanzado la madurez sexual y reproductora». Capturas que hacían los barcos cerqueros industriales que podían pescar en un solo lance hasta 2.000 atunes, «lo mismo que una almadraba en toda la campaña», explica Crespo. En cambio, el sistema artesanal solo pesca atunes superiores a 180 kilos (individuos maduros).
Ante las reiteradas peticiones de estas pesquerías gaditanas y la labor ecologista, se consiguió que la ICCAT (la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico), pusiera coto a esta desenfrenada pesca. Así, elevó la talla mínima a 30 kilos, redujo el numero de barcos industriales. También prohibió el uso de avionetas para avistar bancos de atunes.
Seis años después, todo parece indicar que los atunes se han recuperado, dado que ya en la anterior campaña «se pescaron 4.000 ejemplares y se soltaron 12.000», recuerda Marta Crespo. Ante este escenario favorable, las almadrabas gaditanas confían en que la próxima reunión de la ICCAT, que tendrá lugar en noviembre, eleve las actuales cuotas de capturas, lo que daría un respiro a esta flota. «No se trata de pescar como antes, pero sí de que abran algo la mano dado que la especie está recuperada», indica Crespo, quien recuerda que las almadrabas solo pescan atunes, al contrario que otras pesquerías del norte.
Y precisamente el hecho de que estas pesquerías del norte hayan vendido el 70% de sus cuotas de capturas (tiene derecho a 300 toneladas) ha motivado la desunión en el seno de la OPP. Este excedente fue adquirido por la empresa murciana Ricardo Fuentes e Hijos, propietaria del 50% de la almadraba barbateña que, ha conseguido capturar más que las tres almadrabas restantes, «cuando hasta ahora siempre habíamos repartido las cuotas».
Ante esta y otras desavenencias internas, los servicios jurídicos de la OPP estudian actualmente la salida de Barbate de la organización que, a partir de 2013, podría reducirse a las de Conil, Tarifa y Zahara de los Atunes.