Las inspecciones realizadas por Mar constatan la existencia de bateas de hasta 800 cuerdas

Lunes, 15 Marzo, 2010

El control iniciado por la Consellería do Mar para tratar de garantizar la legalidad de las bateas de mejillón existentes en las rías gallegas ha destapado más problemas de los inicialmente previstos. Hace un mes, cuando FARO dio cuenta de la inspección que lleva a cabo Gardacostas de Galicia, se dijo que algunos productores llegan a colgar en sus bateas hasta 700 cuerdas, cuando lo máximo permitido son 500. Pero en los recuentos efectuados desde entonces parece haberse constatado que hay numerosos parques de cultivo donde se alcanzan incluso las 800 cuerdas, lo cual agrava la situación y preocupa todavía más a la Administración y a los bateeiros que sí cumplen la ley.

Hay que incidir en que colocar cuerdas de más supone un aumento exagerado y descontrolado de la producción, lo cual se traduce en saturación de los mercados y provoca el desplome de precios, que si se mantienen bajos durante demasiado tiempo desatan los históricos y conocidos enfrentamientos en el seno del sector.

La producción ilegal de mejillón que existe actualmente en Galicia radica tanto en la colocación de cuerdas de más como en la existencia de muchas que llegan a alcanzar los 14, 16 e incluso 18 metros, cuando lo máximo permitido son 12. De este modo se producen cada año, según cálculos que maneja el propio sector y que la consellería no considera descabellados, alrededor de 45 millones de kilos extra de mejillón, lo que equivale al funcionamiento de alrededor de 600 bateas clandestinas que se sumarían a las alrededor de 3.300 existentes.

Esto demuestra que en ocasiones las pérdidas que se achacan al papel de la importación no proceden de la competencia que entrañan países como Chile, sino que la competencia ilegal se encuentra dentro de las propias rías gallegas, en las bateas ilegales.
Estos parques parecen estar presentes en todas las rías, aunque lógicamente la mayor cantidad se sitúa en Arousa, pues es también la ría con mayor cantidad de bateas, cerca de 2.200.

El trabajo que realiza el servicio de Gardacostas de Galicia, tanto en lanchas como desde el aire, pues desde el helicóptero Pesca I también puede apreciarse cuándo una batea está exageradamente cargada -y después sólo hay que acudir a ella para recontar las cuerdas y comprobarlo- van a continuar en las próximas semanas, de forma paralela al proceso de reordenación de los parques de cultivo que prepara la Consellería do Mar y que trata de consensuar con el propio sector.

Pero el control efectuado hasta ahora empieza a causar mella entre algunos infractores, que desde que se conoció la existencia de estas inspecciones se ocupan de retirar al menos una parte de las cuerdas que tenían ilegalmente colocadas.