Los cambios en la forma de vida y hábitos de consumo juegan en contra del pescado

Jueves, 25 Junio, 2015

El consumo de pescado, como señalábamos ayer al recoger las declaraciones del director general de la Industria Alimentaria del Magrama, Fernando Burgaz, en el acto de presentación de la "Semana de los productos pesqueros" en el Mercado Maravillas de Madrid, ha registrado en el último año móvil en España un descenso del 3,4 % a fecha del mes de febrero. Una caída que se debe principalmente a la disminución de la compra de pescado fresco del 3,5% y congelado en un 4,8%, así como un menor consumo en mariscos, moluscos y crustáceos del 5,7% en comparación con el mismo periodo del año anterior. No es algo nuevo, esta tendencia se viene reflejando en los últimos años, siendo una preocupación puesta ya muchas veces de manifiesto, como este mismo lunes en el acto institucional de la "Semana del Pescado" celebrado en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales donde participaron distintos representantes del sector de la pesca y acuicultura. Entre las causas barajadas de este descenso que se prolonga en el tiempo: los cambios en el estilo de vida y de consumo, los horarios, formatos poco atractivos o prácticos, o la percepción de cierta dificultad a la hora de preparar el producto.

También en este encuentro se propusieron vías para recuperar ese consumo perdido: enseñar y formar a los consumidores en cuanto a las cualidades y variedad de productos pesqueros nacionales y su importancia en una dieta equilibrada, la búsqueda de nuevos formatos, o incluso, como señalaba María Luisa Álvarez, de Fedepesca, aprovechar el protagonismo que la cocina tiene actualmente en los medios de comunicación. Las campañas de promoción o la reducción del IVA para estos productos desde el 10% actual al 4% (armonizando este impuesto con el resto de Europa), y así lo señalaba Javier Garat, de Cepesca, son también medidas a tener muy en cuenta para fomentar un mayor consumo de pescado.

La subdirectora general de promoción Alimentaria reconocía en este mismo encuentro que "no será fácil" recobrar el consumo de estos alimentos, y que se hace necesario enseñar a los consumidores las cualidades y variedad de estos productos. Y desde el Magrama se incide de forma reiterada en la importancia de incorporar a la dieta diaria el consumo de pescado "como fuente natural de proteínas y elemento básico de la alimentación basada en la Dieta Mediterránea".

UN PROBLEMA GLOBAL
ES NECESARIO RECUPERAR HÁBITOS DE ALIMENTACIÓN RACIONALES Y SALUDABLES

En este mes de junio, la FAO y el Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos (CIHEAM), presentaban, en la Exposición Universal de Milán, un informe en que se examina los efectos negativos de los cambios en las pautas alimentarias en el Mediterráneo y en el que pide un programa de acción en apoyo de dietas más sostenibles; se estaban refiriendo concretamente a la dieta mediterránea. "La región mediterránea -y así lo expone FAO-, está experimentando una ‘transición nutricional', alejándose de su antigua dieta, considerada durante mucho tiempo un modelo de vida saludable y sistemas alimentarios sostenibles que preservan el medio ambiente y empoderan a los productores locales". La globalización, la comercialización de alimentos y los cambios en los estilos de vida -incluyendo el rol que las mujeres desempeñan en la sociedad-, añaden, son algunas de las razones que están alterando esos patrones de consumo en lo que consideran "una dieta modelo".

"La dieta mediterránea -rica en pescado, verduras, frutas o legumbres- es nutritiva, integrada en las culturas locales, sostenible a nivel ambiental y compatible con las economías locales", señalaba Alexandre Meybeck, coordinador del Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles de la FAO durante la presentación del informe. "Por este motivo es esencial que la continuemos promoviendo y apoyando", añadía.

En este sentido, el informe destaca que "los responsables políticos, investigadores y la industria alimentaria necesitan aumentar su colaboración para comprender mejor los sistemas y tendencias alimentarios". Y considera que se necesitan campañas de sensibilización para promover entre los consumidores la demanda de productos mediterráneos tradicionales, con la vista puesta en una mejor integración de las tendencias alimentarias y los hábitos de consumo actuales con el uso de productos locales en toda la región.

En apoyo de estos objetivos, el CIHEAM emitió desde Milán un llamamiento a la acción denominado Med Diet EXPO, pidiendo esfuerzos para preservar los agroecosistemas mediterráneos, hacer que los sistemas alimentarios de la región sean más sostenibles, y garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición a una población en crecimiento.

También a mediados de este mes, se presentaron las conclusiones del proyecto pionero de I+D+i, de la iniciativa gallega GALIAT 6+7, sobre dieta atlántica que ha sido impulsado por 6 empresas y 7 grupos científicos; así como del ensayo clínico realizado por el Hospital Clínico de Santiago de Compostela. Los resultados obtenidos, y así se recoge en la conclusiones, "han permitido comprobar el ‘efecto saludable' de la Dieta Atlántica Gallega, rica en productos del mar, con especial incidencia en la disminución del colesterol, de la adiposidad y del peso de las personas.

"El objetivo, una vez más, es recuperar un dieta y unos hábitos de alimentación racionales y coherentes con el entorno, en este caso con los productos autóctonos del mar y de la tierra, que ha permitido que los niveles del colesterol malo (LDL) de la población se sitúen entre los más bajos de España con elevados niveles del colesterol bueno (HDL)", explica Mar Calvo, investigadora principal del Grupo Clínico de GALIAT; a lo que añade que "los cambios en el estilo de vida son los que han hecho prevalecer el sobrepeso y obesidad, una tendencia que hay que corregir".