La acuicultura será, en esta ocasión, la figura indiscutible de esta primera jornada; y la que marque el ritmo e intensidad tanto de los análisis como de los debates posteriores.
Y es que hay un hecho indiscutible y es que, tras la estabilización de la producción extractiva, la acuicultura no sólo está llamada a satisfacer la creciente demanda de proteína animal; sino a ser una importante actividad generadora de riqueza y empleo. Así, y partiendo de esta premisa, y para abordar la actividad acuícola en lo que respecta a sus debilidades, potencial y oportunidades, se han organizado dos mesas de trabajo específicas en el día de hoy.
La primera de ellas, analizará los instrumentos sobre los que se prevé edificar el desarrollo de esta actividad en Galicia en un horizonte temporal marcado por el año 2030. Y la segunda, versará sobre la diversificación de especies como uno de los grandes retos a los que se enfrenta la expansión del sector. Como no podría ser de otra manera, el mejillón tendrá un lugar destacado, abordándose en este caso, y desde una visión empresarial, tanto sus desarrollos productivos como comerciales.
La acuicultura también será la estrella en la Conferencia magistral de la jornada de este día; que correrá a cargo de Fernando Otero Lourido, abogado y experto en acuicultura, y figura de renombre en distintos foros de decisión nacionales y europeos. Esta conferencia tendrá por título "Desarrollo de la acuicultura en Europa".
Asimismo, y antes de dar paso a la mesa de trabajo sobre empresa y recursos, se procederá la presentación de la publicación "Acuicultura multitrófica integrada: una alternativa sostenible y de futuro para los cultivos marinos en Galicia". Dicha presentación correrá a cargo de uno de sus autores, Salvador Guerrero, del CIMA.
LA IMPORTANCIA DE LA ACUICULTURA EN ESPAÑA Y EL MUNDO
El último informe de FAO "El Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura 2010", destaca el importante papel que juega y está llamada a jugar la acuicultura, y no sólo en cuanto al suministro de proteína animal marina, sino también en el desarrollo económico y social de países y regiones. La evolución observada de la producción acuícola animal (sin plantas acuáticas) en los últimos setenta años no deja lugar a dudas de la dimensión y trascendencia de esta actividad: mientras que en 1950 esta producción era de 1 millón de toneladas anuales, en 2008 esa cantidad ascendía a 52,5 millones de toneladas. En el año 2008, y según los datos de FAO, la acuicultura estaba aportando ya el 46% del suministro total de pescado para consumo en el mundo.
La producción acuícola ha crecido en el mundo a un ritmo del 6,2 % en la última década, mientras que en Europa lo ha hecho a tan sólo el 0,4 %. En los últimos años, España presenta incluso crecimiento negativo.
España ocupa la primera posición en producción acuícola en la UE, con 266.479 toneladas en 2009, seguida de Francia (234.000 t) y Reino Unido (179.093 t); aunque en valor ocupa la quinta posición. La primera producción nacional en cuanto a volumen es el mejillón, sólo en Galicia se producen 274.000 toneladas; le sigue la acuicultura marina de peces con 43.000 toneladas en 2010, y la acuicultura continental con algo menos de 20.000 toneladas.