Además de en estos cuatro embalses, en el último muestreo realizado el pasado día 7 de julio, los técnicos de la CHE han constatado la presencia de larvas en el río Gállego, en la localidad oscense de Anzánigo.
El organismo de cuenca ya ha comunicado estos resultados a los Gobiernos vasco y aragonés, ya que la competencia en el control de especies invasoras es de los Ejecutivos autonómicos, ha informado la CHE en un comunicado.
En el caso de Ullíbarri, regulador del río Zadorra (Álava), también se ha informado a la empresa Iberdrola, propietaria y responsable de su explotación, y a la Confederación Hidrográfica del Norte, ya que desde el mismo se abastece el Gran Bilbao.
Por dicho trasvase, este embalse hidroeléctrico se había declarado como protegido, lo que ha permitido tomar algunas medidas de control, como el confinamiento de embarcaciones y que la CHE haya construido una estación de desinfección de barcos.
En Ullíbarri ya se había detectado un primer positivo, que se ha verificado ahora con cinco tomas en distintos puntos del embalse, de las que cuatro han dado positivo en presencia de larvas.
La CHE ha informado de que intensifica los muestreos en este embalse cuya situación es "especialmente preocupante", porque se encuentra en la cabecera de la cuenca y desde él se realiza un trasvase de agua para el abastecimiento del Gran Bilbao.
Por su parte, en el caso del río Gállego se han detectado larvas de mejillón en la provincia de Huesca en los embalses de Lanuza, Bubal y Sabiñánigo y en el propio río, en Anzánigo. Todos ellos tenían una clasificación que impedía la navegación a motor.
Los nuevos embalses afectados están siendo muestreados para una nueva confirmación de estos positivos, que conllevará su recalificación y pasar a formar parte del grupo de pantanos con Presencia Confirmada de Mejillón Cebra.
En 2001, se detectaron los primeros ejemplares de mejillón cebra en el Ebro, en el embalse de Ribarroja, y en 2006 se constató la presencia en el Eje del río, aguas arriba de Zaragoza.
Daños ambientales
Los muestreos que realiza la CHE desde 2004 se centran en la detección de larvas para colaborar con las CCAA en el control del mejillón cebra adulto, que provoca graves afecciones medioambientales y económicas.
Este año, la campaña del Programa de Prospección y Detección Precoz se está realizando desde la pasada primavera en 110 puntos entre embalses y tramos de río.
Desde que se puso en marcha, el resto de puntos donde se han detectado positivos de larvas son los embalses de Sobrón, Mequinenza, Ribarroja y Flix, en el Ebro, y La Tranquera, en el río Piedra.
Por su parte, la presencia ha sido confirmada en anteriores campañas en los ríos Segre, en Serós; Ebro, en Mendavia (derivación del Canal de Lodosa); Ebro, en Pignatelli; Canal Imperial, en Zaragoza y en Grisen, y Segre, en la derivación del Canal de Urgell.
También están pendientes de recalificación por la presencia de larvas los embalses catalanes de Rialb y San Lorenzo de Mongay (Segre) y Talarn (Noguera Pallaresa).