Oceana, a bordo del catamarán Oceana Ranger, ha documentado durante los últimos dos meses la actividad en alta mar de una flota de 67 embarcaciones en el Mediterráneo francés. A ésto hay que añadirle la presencia de observadores en los puertos franceses del Mediterráneo que han podido comprobar la presencia de embarcaciones en puerto, las descargas en puertos deportivos de las capturas ilegales de esta flota, así como la venta de una fracción de las mismas en mercados locales.
Los pescadores implicados en el uso de este arte ilegal persiguen una derogación no sólo para este arte de pesca en sí sino también para la talla mínima del atún rojo, alegando que la pesca con redes de deriva por la flota francesa del Mediterráneo es una pesca artesanal y ancestral.
Oceana tiene pruebas de que no se trata de una pesca ancestral o artesanal. Además, los propios pescadores que utilizan la thonaille admiten que el tamaño medio del atún rojo capturado es únicamente de 21 kg, bastante inferior a las tallas mínimas de desembarco, lo que contradice la postura que mantienen de que se trata de una pesca sostenible.