Panamá: La innovadora empresa que producirá "tilapia tipo salmón"

Jueves, 7 Abril, 2011

Al sur de la Ciudad de Panamá, específicamente en el Lago Bayano, se está desarrollando uno de los proyectos más innovadores del mundo en cuanto al cultivo de tilapia se refiere. Basados en las tecnologías para engordar salmónidos, como el uso de balsas jaulas metálicas, la empresa Acuapanamá espera pasar -en sólo cinco años- de las actuales 500 toneladas a 20 mil toneladas. Para lograr lo anterior, se han nutrido de la experiencia de actores de diferentes países y todo indica que cumplirán con creces las proyecciones.

Para llegar al lago de 350 km2 se debe viajar unos 100 km al sur de la burbujeante Ciudad de Panamá, la cual hoy se caracteriza por tener un sinfín de edificios de altura, donde destaca la torre del norteamericano Donald Trump y un rascacielos con forma de espiral. La carretera se caracteriza por ser -en su mayoría- de doble pista y tener dos controles policiales. Dicha cualidad le entrega dos oportunidades a la compañía Acuapanamá. Los camiones con la cosecha de tilapia viva pueden llegar en poco tiempo a la planta de procesamiento que arrienda (cerca del principal aeropuerto del país) y, lo mejor, disminuir considerablemente los posibles riesgos que trae consigo la delincuencia que reina en la mayoría de los países latinoamericanos.

El salto de Torrijos

A mediados de los años ´70 se inició y finalizó la construcción de la central hidroeléctrica Bayano, la misma que terminó dando forma al lago que lleva el mismo nombre y el lugar donde Acuapanamá tiene dos concesiones: una produciendo (de 262 ha. y con capacidad para 10 mil toneladas) y otra que próximamente comenzará a ser sembrada con tilapias (de 268 ha. y capacidad para 5 mil toneladas). Según cuentan algunos lugareños, a la inauguración de la infraestructura llegó el general Omar Torrijos (dictador de la época) y, quizás las copas demás que dicen tenía en el cuerpo, no encontró nada más simpático que lanzarse a las aguas con ropa y cuantas medallas le colgaban del pecho. El acto obligó a sus escoltas a lanzarse rápidamente al lago para sacar al mandatario y ante el asombro de los asistentes.

Si bien lo anterior no pasa de lo anecdótico, sí da cuenta de que el calor reinante permite que las aguas del lago alcancen la temperatura idónea para el cultivo del pez bíblico, cerca de 26°C. Por ello, junto con el apoyo recibido por parte del Gobierno que busca generar empleo estable en zonas donde la agricultura y pesca de sobrevivencia son las principales actividades, la empresa Acuapanamá decidió poner todas sus fichas y apostar en grande.

Empresa multicultural e innovadora

Actualmente, en la compañía trabajan directamente más de 40 personas (entre ejecutivos, administrativos y operarios) y allí se desempeñan panameños, costarricenses, un chileno y un español (que se alejó hace unos días de la cultivadora).

El ejecutivo principal de la empresa en Panamá es el "tico" Juan Carlos Fernández, quien debe cumplir funciones administrativas y personales, como llegar a apoyar a los trabajadores que llegan desde otros países. Con orgullo cuenta a AQUA que sólo hace unas semanas exportaron "las primeras cajas de tilapia. Fueron pocas para el nivel que pretendemos alcanzar. pero detrás hubo un tremendo trabajo". Fernández, un hombre de familia y acérrimo ecologista que se preocupa de recoger cuanta basura se interpone en su camino, explica que hoy la empresa está engordando sus tilapias en un tren metálico de 14 jaulas de 15 m x 15 m que fue adquirido a la empresa Prona (OCEA) de Chile. La diferencia que pretenden marcar con los tradicionales cultivos en piscinas van desde "un importante ahorro en energía para aireación" hasta lograr mejores factores de conversión. Claro que, como aclara Fernández, todavía "estamos haciendo pruebas de densidad y alimentación" que le permitirán encontrar el punto exacto de equilibrio.

Chileno "patiperro"

Por más de 20 años, Ítalo Astudillo trabajó en el cultivo de salmónidos en el sur de Chile. Sin embargo, hace unos meses recibió una invitación para trabajar, sólo por tres meses, en la gestación del proyecto panameño. Esta semana, y luego de darle muchas vueltas, Astudillo tomó la decisión de traerse -por un buen tiempo- a su familia que vive en "el frío" Puerto Montt. Es que se nota a la distancia que el ex salmonicultor está a sus anchas enseñando a los lugareños que trabajan en la empresa la forma de cultivar, cómo y cuándo alimentar, cómo extraer la mortalidad desde el fondo de la red (a 5 m) o cómo se mantienen las redes. A estas alturas, dichas prácticas las lleva en la sangre y no le cuesta nada compartirlas.

Otro tema es el fuerte sol caribeño que descuera las pieles no acostumbradas y que en un principio -reconoce- le costó sobrellevar pero que hoy, protegido por un gorro, polera o lo que sea, no es problema. Se puede destacar que Astudillo vive en una amplia casa que comparte con el experimentado jefe técnico de Acuapanamá, Óscar Olivares, y a unos 800 m de la playa donde toma la embarcación que lo lleva al centro de cultivo. Entre ambos, y gracias a la ayuda de un programa especializado, elaboran y envían diariamente informes de mortalidad o alimentación.

Aunque hoy la vida de estos ejecutivos se ve "relajada", otro cuento será cuando la producción se lleve a las 20 mil toneladas que se esperan obtener en un total de tres concesiones. No obstante, se puede decir que en el Lago Bayano se está comenzado a escribir la historia de la "tilapia tipo salmón", una historia que -dependiendo de los resultados obtenidos en el mediano y largo plazo- ciertamente comenzará a ser replicada en otros lagos naturales o artificiales de América.