¿Qué futuro le espera a la acuicultura?

Miércoles, 4 Abril, 2007

Actualmente, la acuicultura sigue creciendo más rápidamente que cualquier otro sector de producción de alimentos de origen animal; su tasa de crecimiento en el mundo fue del 8,8 por ciento al año desde 1970, mientras que la pesca de captura ha crecido solamente a razón del 1,2 y los sistemas de producción de carne de cría en tierra, un 2,8 por ciento. Sin embargo, hay síntomas de que la tasa de crecimiento de la acuicultura mundial puede haber alcanzado sus cotas máximas, si bien es posible que continúen siendo elevadas las correspondientes a algunas regiones y especies.

En lo relativo al suministro de pescado para la alimentación humana, en 2004, el sector de la acuicultura produjo en todo el mundo, con exclusión de China, unos 15 millones de toneladas de productos acuáticos cultivados, mientras que la pesca de captura aportó unos 54 millones de toneladas de pescado destinado al consumo humano directo.

La producción de la acuicultura ha hecho aumentar la demanda y el consumo de varias especies de valor elevado, como camarones, salmones y bivalvos. Desde mediados del decenio de 1980, la producción de estas especies ha dejado de proceder principalmente de la captura silvestre para venir principalmente de la acuicultura, lo que ha hecho bajar sus precios y ha incrementado mucho su comercialización.

En el plano mundial, un 99,8 por ciento de las plantas acuáticas cultivadas, un 97,5 por ciento de los ciprínidos, un 87,4 por ciento de los camarones y un 93,4 por ciento de las ostras procedían de Asia y el Pacífico. En cambio, el 55,6 por ciento de los salmónidos cultivados en todo el mundo procedían de Europa occidental, principalmente de la parte septentrional del continente. No obstante, la producción de carpas es la más importante en Europa central y oriental, tanto en cantidad como en valor.

En América del Norte, el pez gato es la principal especie de acuicultura en los Estados Unidos de América, mientras que el salmón del Atlántico y el del Pacífico predominan en Canadá. En América Latina y el Caribe, durante el último decenio, el cultivo de salmónidos ha predominado sobre el del camarón como principal grupo de especies de acuicultura, tras los brotes de enfermedades padecidos en las principales zonas productoras de camarón y debido al rápido crecimiento de la producción de salmones en Chile. La región del África subsahariana continúa desempeñando un papel secundario en la acuicultura a pesar de su potencial natural. Ni siquiera la acuicultura de la tilapia, que es una especie originaria del continente, se ha desarrollado de forma importante.

La mayor parte de la producción acuícola de peces, crustáceos y moluscos continúa procediendo de masas de agua dulce (el 56,6 por ciento en cantidad y el 50,1 por ciento en valor). La maricultura aporta el 36,0 por ciento de la producción en cantidad y el 33,6 por ciento del valor total. Si bien gran parte de la producción marina consiste en peces de valor elevado, incluye también una gran cantidad de mejillones y ostras de bajo precio. La producción en aguas salobres, aunque representó sólo el 7,4 por ciento del total producido en 2004, aportó el 16,3 por ciento del valor total, debido a que predominan en ella los crustáceos y peces de valor elevado. A diferencia de los sistemas de producción animal en tierra, en los que la mayor parte de la producción mundial se basa en un número limitado de especies animales y vegetales, en las estadísticas pesqueras de 2004 figuran más de 240 especies diferentes de animales y plantas acuáticos cultivados. Por especies, la mayor producción fue la de ostión japonés (Crassostrea gigas) que ascendió a 4,4 millones de toneladas, seguida de la de tres especies de carpas: carpa plateada (Hypophthalmichthys molitrix) con 4,0 millones de toneladas, carpa china (Ctenopharyngodon idellus) con 3,9 millones de toneladas y carpa común (Cyprinus carpio) con 3,4 millones de toneladas. En lo que respecta al valor, el cultivo del camarón ocupa el segundo lugar y ha aumentado considerablemente en el período 2002-04.

La acuicultura, como la mayor parte de sistemas de producción de alimentos, tiene o puede tener repercusiones negativas. Éstas deben mantenerse dentro de unos límites socialmente aceptables. La ordenación ambiental insuficiente de la acuicultura (intensiva o extensiva) es un problema que no se puede soslayar. Si se permite un desarrollo irresponsable de la acuicultura o si se adoptan enfoques muy parciales, existe el riesgo de que las repercusiones negativas puedan contrarrestar todo posible efecto beneficioso de ella.

Con contadas excepciones, en la mayoría de países de todo el mundo y en especial en el continente asiático (principal productor acuícola), existe muy poco terreno nuevo que esté disponible para la explotación piscícola. La escasez de tierra es, y seguirá siendo, una de las mayores limitaciones para la expansión mundial de la acuicultura. La escasez de agua dulce es el segundo factor que podría limitar el futuro desarrollo de la acuicultura.