¿Salvajes o domesticadas?

Sábado, 28 Agosto, 2010

¿Sabría diferenciar una dorada salvaje de otra procedente de una granja marina? ¿Sabe usted que la Región de Murcia produce la cuarta parte de doradas y lubinas del total nacional? La acuicultura sostenible se presenta como una alternativa a los excesos de la pesca extractiva.

En la Región el sector de las picifactorías genera 327 empleos directos y 1.500 indirectos. Su producción alcanzó el pasado año cerca de 11 millones de toneladas de peces. El valor económico es de cerca de 44 millones de euros, según datos facilitados por la Consejería de Agricultura y Agua de la Región.

De cara a este año, los esfuerzos del sector a nivel nacional serán básicos para producir 35.360 toneladas de dorada y lubina de crianza, según cifras de la Asociación de Empresas de Producciones de Cultivos Marinos de España (Apromar). Murcia ofertará en torno a 8.290 toneladas. Esta cantidad de producción supondrá un 23 por ciento del total nacional. La Región será este año de nuevo la segunda productora española de doradas y lubinas en cautividad.

Aumento del consumo

«El sector acuícola es puntero entre los murcianos y satisface una importante demanda social. Su dimensión ofrece nuevas oportunidades socioeconómicas para los murcianos gracias a la creación de empleo, al fomento del comercio local y un uso más sostenible de los recursos naturales», afirma Antonio Cerdá, consejero de Agricultura y Agua.

La contaminación de ríos y mares no es un tema puntual o aislado en el tiempo. Desgraciadamente es una realidad generalizada, progresiva y constante, ante la que, mientras se detiene o no, el ser humano debe tomar medidas respecto a lo que consumir o no del medio marino.

«La demanda de productos pesqueros se ha multiplicado por 8 en los últimos 20 años debido al incremento de la población y al aumento en el consumo per capita de pescado» argumenta Culmárex, entidad acuícola.

Culmárex con sede en Águilas lleva más de 20 años dedicada a la crianza y comercialización de dorada y lubina de alta calidad, criadas en granjas de mar abierto. Fue la primera empresa de acuicultura establecida en la Región. Actualmente es el productor más importante de lubina en España y posee una de las mayores granjas en mar abierto. En 2009 el grupo produjo 6.853 toneladas de dorada y lubina. Su cuota de mercado es del 16,5 por ciento del total del país.

Culmárex ofrece su pescado en diferentes tallas desde 300 gramos (ración) hasta lubinas de 2kg. En cuanto a su valor nutritivo ambos peces son una especie mediterránea rica en Omega3, un alto contenido en grasas saturadas y muy recomendada en dietas hipo calóricas.

La acuicultura es una actividad que abarca muy variadas prácticas y una amplia gama de especies, sistemas y técnicas de producción. El primer paso es la crianza de alevines, una vez que alcanzan un peso mínimo de 20 gramos son transportados a todas las granjas que Culmárex posee.

El proceso de engorde se realiza en el mar aprovechando las corrientes naturales que ofrecen una renovación constante del agua, lo que crea el entorno ideal para desarrollar una acuicultura de calidad. La pesca se realiza durante la noche o al amanecer, extrayendo sólo la cantidad necesaria. Esta actividad se realiza con sumo cuidado para no dañar los peces que son depositados en tanques isotérmicos con aguas de mar y hielo, hasta su traslado a la planta de envasado en las instalaciones de Culmárex.

Desde aquí, el proceso es continuado y sin pausas. El pescado es clasificado en uniformidad de tamaños y envasado en cajas especiales de conservación dotadas de drenaje, que garantizan la frescura y las perfectas condiciones hasta su destino final. Desde las instalaciones de la empresa diariamente los productos son distribuidos por toda la geografía española y son exportados a Europa y Estados Unidos. «Las doradas y lubinas se distinguen por su frescura, calidad, disponibilidad todo el año, precios estables y una comercialización regular y previsible, en fechas y cantidades», afirma Bernardino Bastida, responsable de Sistema Gestión Integrada.

Pescado más barato

La familia Albadalejo tiene una experiencia de más de cuarenta años en el mundo del pescado. Fueron pioneros en España en el establecimiento de granjas marinas para el engorde de Atún Rojo. Juan Manuel Aguirre, director de Piscifactorías Albadalejo afirma que hay una disminución continuada de las capturas. «Los caladeros comienzan a dar síntomas de agotamiento. Todo esto hace que la acuicultura vaya ganando terreno» Los productos provenientes de las piscifactorías son mejor aceptados día a día ya que la pesca extractiva es más compleja y está más sujeta al azar que la producción controlada de pescado. Esto explica por qué el pescado de cultivo es más barato. «Para lograr el éxito en el cultivo de peces intervienen agentes externos que no están bajo nuestro control y que inciden directamente en los resultados como las condiciones meteorológicas, la temperatura del agua y la salinidad», explica Aguirre.

Así se engordan

El pescado salvaje se alimenta de otros seres marinos, mientras que el de acuicultura toma piensos expresamente compuestos para cubrir sus necesidades y lograr un buen ritmo de crecimiento. En esos piensos se encuentran sustancias como los aceites vegetales ajenos a la dieta del pescado salvaje. «En un pescado alimentado artificialmente hay más ácido linoléico (huella de los aceites de semillas, como la soja o el girasol) y menos ácidos grasos como el Omega6», argumenta el director.

El tamaño que suelen presentar los peces es el que normalmente se demanda comercialmente, entre los 200 y 600 gramos. Según un estudio realizado por la OCU, no existen diferencias morfológicas entre los pescados criados y los salvajes.

Además, varios profesionales del sector de las piscifactorías afirman que los pescados de acuicultura llegan al mercado intactos porque no sufren el arrastre de las redes. El volumen de producción que alcanza la familia Albadalejo es de 1.000 toneladas anuales.

El éxito comercial de Piscialba depende en gran medida de los grandes distribuidores que son los que marcan los precios. «Se han establecido alrededor de los 8 euros por kilo en la venta al consumidor», afirma Aguirre.