Un análisis exhaustivo de la acuicultura marina andaluza refleja la confianza de las empresas por la actividad

Miércoles, 1 Julio, 2015

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de Andalucía ha publicado un informe técnico sobre la acuicultura marina en la Comunidad bajo el título "La Acuicultura Marina en Andalucía 2014". Se trata de un documento realizado por la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (AGAPA) a petición de la Dirección General de pesca y Acuicultura (DGPA) respondiendo a los requerimientos de la propia DGPA para la Estadística Pesquera, así como a los del Magrama para la elaboración de distintas estadísticas oficiales. El periodo de trabajo de campo en el que se ha basado este informe técnico ha abarcado los meses de enero a febrero de 2015 y ha sido durante los meses de marzo y abril de este mismo año cuando se ha procedido a la grabación, tratamiento y análisis de los datos.

Se trata de un informe altamente recomendable por el detalle de la información que maneja y que comprende, así, y además de unas conclusiones finales, un análisis minucioso de los sistemas de cultivo y los ambientes de ocupación de la comunidad; las empresas y los establecimientos autorizados; la producción de la acuicultura marina; la comercialización de la producción y el empleo generado por la actividad.

Son muchos los datos que arroja, que comienza con un detallado análisis de cuáles son los sistemas de cultivo y los ambientes de ocupación, destacando de éstos dos tipos de zonas de producción bien diferenciadas: las zonas de acuicultura en tierra y las de acuicultura en el mar. La primeras engloban el 89% de las autorizaciones así como de la superficie autorizada, donde se establecen tres tipos de establecimientos: granjas de cultivo (65%), parque de cultivo (24%) e instalaciones cubiertas (10,5%) con las particularidades que aquí se recogen. La acuicultura en la zona de mar, en el que se diferencian dos tipos de establecimientos: cultivo en viveros para peces y cultivo vertical para moluscos, "cuenta con menos establecimientos y menos superficie autorizada (11%), pero genera en cambio el 52% de la biomasa y el 42% del valor económico de toda la producción generada en Andalucía (incluidas cría, preengorde, y engorde)". Un dato, se recoge en el informe, "que indica la efectividad de los cultivos desarrollados en mar abierto frente a los desarrollos en tierra" aunque, se añade, "es cierto también que los productos son distintos respecto a su entrada en el mercado".

Entre otros muchos datos de interés, sobre los que posteriormente se profundiza, y en lo que respecta al número de empresas, se recoge que durante la década comprendida entre los años 2001 y 2011, ese número se duplicó, tanto en la zona de mar como de tierra, alcanzando la 120 empresas al final de este periodo "presentando un ritmo de crecimiento de 6 empresas por año". Sin embargo, se añade, la tendencia de los últimos cuatro años, 2001-2014 se dirige más hacia la consolidación del crecimiento y modernización de las existentes que a la entrada de nuevas iniciativas, tanto en la zona de mar como en la zona de tierra. De hecho, en la actualidad son 114 empresas las que existen y, a excepción de un ayuntamiento, "constituyen un tejido empresarial integrado exclusivamente por pequeñas y medianas empresas (PYMES).

Como no podía ser de otra manera, buena parte del informe refleja la producción de la acuicultura marina en Andalucía en 2014, donde se indica que se comercializaron 5.831 toneladas de productos por un valor de 34,85 millones de euros. Una producción a la que hay que añadir los 19,97 millones de unidades producidas en fase de hatchery (que no se han comercializado por incorporarse al ciclo productivo de las empresas) y 37,69 millones de unidades producidas en la fase de nursey; de las cuales se han comercializado el 74,3%, generando un valor de 6,7 millones de euros.

Andalucía jaulas

Junta de Andalucía
Las 5.831 toneladas -fase engorde- comercializadas en 2014 (2.240 toneladas menos que en 2013), "supone una posición asemejable a la de hace 15 años", se señala en el informe. A lo que se añade que del análisis de la última década, "se observa que a producción de 2014 es con diferencia la más baja en términos físicos así como en términos económicos". La bajada económica en 2014 "podemos afirmar que se justifica por las caídas productivas de cuatro de las especies más importantes: dorada, lubina, atún y mejillón". En este documento se analiza de forma pormenorizada la producción de peces, moluscos, crustáceos y algas por especie, donde, por ejemplo, y en términos generales, se recoge que se comercializaron 2.622 toneladas de lubina (-26,1% respecto a 2013) por 18,7 millones de euros (-24,2%); 801 toneladas de dorada (-56,2%) y 4,9 millones de euros 8-46,6%); 501 toneladas de atún rojo (-23,3%) por valor de 6,01 millones de euros (-26,3%) o 1.210 toneladas de mejillón (-25,4%) por valor de 0,7 millones de euros (-25,9%).

COMERCIALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN ACUÍCOLA ANDALUZA

Hacemos especial hincapié en el aspecto de la comercialización, por ser, quizás, el aspecto más desconocido, y que aquí se detalla de forma precisa, recogiendo en distintas tablas y por especies, las diferentes modalidades de conservación, transformación, destino geográfico, canales de mercado y modalidades de consumo de los productos de la acuicultura marina tras la fase de engorde de Andalucía. En términos generales (y más pormenorizado en el informe), en 2014 el formato de conservación de productos de productos de engorde se ofertó en "refrigerado" en el 66,2% de su producción, un 21,1% "vivo", "congelado" un 8,7%, en el formato "cocido, congelado y envasado" el 2,2%, "frescos" el 0,1%, "deshidratados también un 0,1% y el resto, 1,5% en otros formatos.

Poco ha cambiado en los últimos años: los productos acuícolas se comercializan enteros y la industria transformadora requiere del 9,8% de la producción acuícola total; si bien se reconoce que la demanda que se va incrementando ligeramente año a año por el desarrollo de este tipo de productos, no sólo congelado sino también de cuarta y quinta gama.

Por lo que respecta a los formatos de transformación más habituales: despiece en el atún 8,59% de la producción total, desconchado en el mejillón (0,95%), eviscerado (0,12%) y filetado (0,003%).

En cuanto al destino geográfico prioritario, éste es el mercado nacional repartido entre Andalucía (23,88%), otras comunidades autónomas (35,58%) seguido de la UE, un mercado que crece año tras año y que supone el 27,99%; y un 9,4% es el que va destinado a terceros países.

Por lo que respecta a los canales de comercialización, el 51,4% de la producción se introduce en el mercado a través de la vía minorista, el 47,8% a través de la vía mayorista, el 0,3% directamente a los consumidores, el 0,1% a través de subasta en lonja y el 0,4% restante que no se ha comercializado. En el canal minorista el 21,4% de la producción llegó al consumidor a través del canal HORECA, el 21,2% a través de supermercados y un 8,8% mediante pescaderías tradicionales. En el canal mayorista, el 26,5% lo hizo a través de comercializadoras, el 19,2% a través de la red de Mercas y un 2% mediante centros de expedición.

Por último y en cuanto al empleo que genera la acuicultura marina en Andalucía, en 2014 hubo un total de 702 puestos de trabajo directamente relacionados con la actividad, 66 más que en 2013, desglosándose en 608 trabajadores con jornada completa y 94 con jornada parcial.

Entre las distintas conclusiones de este documento, se destaca un aspecto importante a tener en consideración, y es que, a pesar del fuerte descenso que ha sufrido la acuicultura marina en Andalucía, el sector no solo ha mantenido el empleo, sino que lo ha crecido en un 10% tanto en puestos de trabajo como en horas efectivas trabajadas. "Actitud -que recoge el informe- denota la confianza que muestran las empresas por esta actividad y que sin lugar a dudas debe ser apoyada por la administración".

Desde Andalucía, se añade, se está trabajando en cada una de las líneas estratégicas encaminadas a alcanzar una acuicultura sostenible y competitiva con el objetivo de convertirla en un sector estratégico en la comunidad. En este sentido se subraya el hecho de que las estrategias y acciones de actuación tendrán que ir enfocadas, no a un sector en común, sino a la realidad de la comunidad y a los modelos empresariales presentes en la región.