Para la empresa Mariscos Ría de Vigo, ubicada en el puerto de Vigo y que cuenta con bateas y depuradoras de moluscos, es su primera gran inmersión en el munedo de la investigación e innovación tecnológica. Mientras, para la patronal conservera Anfaco-Cecopesca es un paso más en su apuesta por la "innovación y el control de los episodios tóxicos", que afectan a la producción de moluscos bivalvos.
Así afrontan ambos su participación en el proyecto Beads junto con nueve socios industriales y tecnológicos de ámbito internacional -entre ellos la Universidad de Santiago- en la búsqueda de una nueva estrategia para la depuración de moluscos, especialmente mejillón y ostra, para librarlos de toxinas o parásitos.
El proyecto se ejecutará en los próximos dos años y cuenta con un presupuesto próximo a los 2 millones de euros. Según ayer se explicó a este diario desde la propia patronal conservera, el método que se va a probar consiste en la utilización de bacterias probióticas introducidas de forma controlada en el agua de la depuración de los moluscos. La estrategia diseñada se basa en la identificación de microoganismos inocuos propios del molusco que ayuden a los mecanismos de defensa de los bivalvos favoreciendo su depuración.
Los resultados de este proyecto permitirán, entre otras cosas, "luchar contra problemas bien conocidos por el sector como son las pérdidas económicas generadas por las toxinas", explica Anfaco.
Mientras, desde la empresa viguesa que participa en el programa su responsable de Calidad, Begoña Vázquez, concretaba que su función consistirá en la suministración de los moluscos que requiera la fase de investigación y, al final del proyecto, aportar los medios para la experimentación industrial del nuevo sistema de depuración. Vázquez trasladaba ayer la "ilusión" de su empresa -del grupo Rosales- por su colaboración en este proyecto ya que "de lograrse resultados positivos, sería un avance impresionante".