Heredera de la experiencia de Corelsa -firma especializada en el suministro de maquinaria para actividades de acuicultura- y de algunas de sus patentes, la empresa IMA (siglas en inglés de Acuicultura Integrada Multitrófica) pretende desarrollar la que sería la primera experiencia de cultivo multitrófico en Galicia. En trámites está la autorización para instalar en Muros la tecnología adecuada para criar a la vez mejillones, peces y algas. Un cultivo experimental en el que IMA se embarca más con interés técnico y de exhibición de su maquinaria que como experiencia empresarial. De hecho, la explotación y gestión de la iniciativa quedaría de la mano de los bateeiros de Muros, según explica Juan Ignacio Rodríguez, socio mayoritario de la empresa.
Para ejecutar el proyecto -aparte de la autorización de la Xunta- es imprescindible la denominada batea Medusa, como Rodríguez bautizó en su día a la instalación circular construida en polietileno que patentó durante su paso por Corelsa, y que no pudo llegar a implantarse en Galicia porque sus dimensiones excedían las permitidas por la legislación.
Pero no es cuestión de desaprovechar la tecnología. Y menos quedarse atrás en materia acuícola. Así que, la batea redonda ha reaparecido modificada y adaptada a la acuicultura multitrófica, una actividad que ya se ha probado en Canadá con un artilugio similar a la Medusa.
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Los cambios realizados han sido para hacer la instalación más resistente y sumergible, para poder hacer frente a los temporales, porque las demás características que hacen que la batea circular permita acortar en cuatro meses el período de cultivo del mejillón, se mantienen.
Especies más adecuadas
De la infraestructura se colgarían las 500 cuerdas que están permitidas por la legislación gallega. Y en el hueco central del vivero, habría una red cónica en la que se engordarían los peces. Podría ser dorada, lubina, salmón, sargo... pero en IMA apuestan por el múgel. ¿Por qué? Porque es una variedad que se encuentra perfectamente en el entorno, que no precisa prácticamente pienso para alimentarse y que engorda mucho y rápido. Cierto que no es una especie que aquí en Galicia tenga muchos adeptos, pero «se cotiza y muy bien por la zona de Valencia», señala Rodríguez.
El tercer pilar del proyecto serían las algas, en concreto la Saccharina latissima, que se cultivaría en long lines situados en las inmediaciones de la batea redonda, pero no pegadas a la instalación, para un mejor aprovechamiento de los nutrientes.
Ahora todo depende del visto bueno de la Xunta, con la que ya han contactado y de la que recibido comentarios alentadores que, sin embargo, aún deben materializarse. «Lo importante es poder sacar el artefacto adelante, sino el I+D+i invertido no habrá servido para nada», señala David Baizán, ingeniero y director de la empresa.