Aguado Giménez, Felipe
Como ocurre con el resto de sectores productivos, la acuicultura interactúa con el medio ambiente en su desarrollo. Felipe Aguado es uno de los investigadores españoles especialistas en las relaciones de la actividad acuícola con su entorno y la sostenibilidad ambiental del sector. En el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) participa en más de una decena de proyectos nacionales sobre acuicultura y medio ambiente.
En los últimos años, ¿cómo ha avanzado la actividad acuícola en su relación con el entorno?
Los avances más significativos de los últimos años para mejorar la integración de la acuicultura con su entorno han sido quizás la selección de emplazamientos para su desarrollo junto con la formulación más ajustada de los piensos.
No obstante, queda aún mucho margen de mejora en aspectos como estimación de la capacidad de carga, monitorización medioambiental y estrategias de suministro del alimento. Aún a estas alturas, hay descubrimientos sobre el comportamiento alimentario de especies fuertemente consolidadas como la dorada que permitirían reducir la factura de emisión de residuos orgánicos.
Las repercusiones medioambientales derivadas del uso -cada vez más frecuente- de antibióticos y antiparasitarios también es algo sobre lo que merece la pena detenerse a pensar.
¿Cuáles son los últimos avances que puede ofrecer la investigación para mitigar los efectos ambientales de los viveros flotantes sobre su entorno?
La I+D+I debe priorizar la prevención, también la mitigación, para luego mejorar la integración ambiental. Y si esto puede suponer una mejora en la productividad y competitividad de las empresas, tanto mejor.
Me refiero a que la mejor manera de reducir los efectos de la acuicultura sobre el medio ambiente es realizarla en el lugar más indicado y nunca más allá de los límites de los que dicho lugar pueda admitir.
Para ello, tenemos que preseleccionar los emplazamientos y estimar su capacidad de carga para conocer cuánto podemos producir de manera más o menos indefinida en un lugar manteniendo unas condiciones asumibles en su entorno.
Por consiguiente, los desarrollos anticipativos más relevantes sean quizás la caracterización ambiental y de usos territoriales, así como su integración en aplicaciones espaciales -sistemas de información geográfica-, el conocimiento del alcance espacial de los residuos de una producción concreta -modelos de dispersión-, y prever de antemano como va a responder el medio ante los procesos productivos para cada lugar concreto -modelos de respuesta-.
También se postula como una actuación mitigante la acuicultura integrada o multitrófica, como complemento “a posteriori” de una producción acuícola, pero hay que asegurarse con las mismas herramientas preactivas mencionadas anteriormente que no vamos a sumar en vez de restar.
Por otra parte, algunas aplicaciones tecnológicas con las que se ha experimentado para mitigar los efectos adversos de los cultivos de peces en jaulas flotantes, como fueron los biofiltros pelágicos y bentónicos a modo de arrecifes artificiales, han proporcionado un rendimiento menor de lo esperado, aun contribuyendo a la integración ambiental de los cultivos y magnificando la biodiversidad en el entorno de las granjas.
El potencial de estos arrecifes reside, más que en la mitigación en sí, en la alternativa que ofrece para el acercamiento de la actividad a la sociedad. El turismo de buceo en el entorno de granjas aderezado con arrecifes artificiales es una buena forma de mejorar la imagen a través de la integración ambiental.
El proyecto AQUA&Paiño que desarrolla el IMIDA con el apoyo de la Fundación Biodiversidad y el Fondo Europeo de Pesca es una de las pocas iniciativas que estudian la interacción entre acuicultura y aves acuáticas. En este caso, el objeto de estudio es el paiño europeo, especie vulnerable en España. ¿Qué relaciones habéis observado por ahora y cómo se puede contribuir a su conservación desde el sector?
Aún no podemos aportar resultados definitivos que nos permitan concluir a este respecto. Lo que sí estamos comprobando a base de permanecer bastantes horas circunnavegando zonas de cultivo en mar abierto es que cuanto más lejos de la costa se encuentren las instalaciones, mayor es el poder de atracción que ejercen ante esta especie tan singular como es el paiño mediterráneo.
Durante las campañas de captura, anillamiento y marcaje, han pasado por nuestras manos más de 1.000 paiños y hemos avistado cerca de 800 alrededor de las instalaciones de cultivo, todos ellos desplegando un evidente comportamiento de búsqueda y captura de alimento.
Tras tomar muestras de plancton y seston superficial junto a las granjas y a varias millas de distancia, hemos comprobado que la probabilidad de encontrar alimento para el paiño es mucho mayor en el entorno de las granjas.
Y todo esto ocurre precisamente en el momento en que más recursos tróficos necesitan los paiños, en la época de reproducción y ceba de los pollos, y comienzo de la muda del plumaje.
Los análisis de los marcadores seleccionados -isótopos estables y ácidos grasos- en las distintas fuentes potenciales de alimento nos deben permitir establecer la intensidad del vínculo que venimos observando entre las granjas de peces en mar abierto y las poblaciones de paiño europeo en el litoral murciano-almeriense.
Si esto supusiese una mejora de la supervivencia y reproducción de la especie, algo que también tenemos previsto evaluar, resultaría que las granjas de peces en mar abierto estarían favoreciendo el cumplimiento de los objetivos de las directivas de conservación europeas más relevantes.
¿Qué opina del desarrollo de la actividad acuícola en áreas de la Red Natura 2000, cree que es compatible el mantenimiento del estado favorable de conservación con el desarrollo acuícola?
Recientemente, los espacios marinos comprendidos entre la Isla de Tabarca y Cabo de Palos, y los islotes litorales de Murcia y Almería, se han declarado “Zonas de Especial Protección para las Aves en aguas marinas”, entre otras razones por la presencia de colonias nidificantes de paiño europeo.
Por consiguiente, estos espacios pasan a formar parte de la Red Natura 2000. En el primero de estos espacios, entre Tabarca y Cabo de Palos, se encuentra una de las áreas de producción piscícola más importante del Mediterráneo, como es el “Polígono Acuícola de San Pedro del Pinatar”.
La densidad promedio de paiños desde que comenzamos con este proyecto en mayo de 2014 multiplica por 14 a la densidad observada en los mayores “hot spots” para este ave en el Mediterráneo español.
Pero, además del paiño, venimos observando en esta área de cultivo otras especies que se consideran como criterio para la declaración de ZEPAs marinas, como son las pardelas cenicienta y balear, el págalo grande, el alcatraz atlántico, el charrán común, el charrancito, o como las gaviotas picofina, cabecinegra o de Audouin.
También hemos observado bastantes ejemplares jóvenes de cormorán moñudo, catalogado como vulnerable en el Mediterráneo, al igual que el paiño europeo. En esta zona existía la acuicultura mucho antes que la figura de protección, y por sus condiciones particulares resulta de momento a todas luces compatible con la Red Natura 2000 si nos ceñimos a las aves marinas exclusivamente.
Pero esto no significa que en cualquier área dentro de la Red Natura 2000 se pueda desarrollar la acuicultura sin generar un perjuicio sobre el medio ambiente. De hecho, en las inmediaciones de la zona anteriormente citada se encuentra una de las praderas de Posidonia oceánica más extensas del Mediterráneo, que está también dentro de la Red Natura 2000 al tratarse de un Lugar de Interés Comunitario (LIC).
Después de más de 15 años de actividad acuícola, parece que empiezan a percibirse síntomas de afección de su límite inferior que pudieran estar relacionados con la acuicultura. A menudo lo que es beneficioso para una cosa no lo es para otra. Un hipotético escenario diametralmente opuesto a éste podría ser la creación de una instalación en tierra para la crianza de varios miles de toneladas de peces dentro de una zona incluida en la Red Natura 2000, teniendo que deforestar una zona, desmontar terreno, crear accesos, incorporar centenas de metros cúbicos de hormigón, verter toneladas de nutrientes al mar y desplazar a la fauna autóctona. En este caso no muy alejado de la realidad, la compatibilidad no parecería estar muy próxima de alcanzarse. Por consiguiente, la respuesta a la compatibilidad de la acuicultura con la Red Natura 2000 sería “depende”. Es un tema delicado que requiere un análisis profundo en cada caso.
Uno de los retos del sector sigue siendo la mejora de la alimentación de los peces. ¿Qué nuevas fuentes de alimentación alternativas serán clave para reducir la dependencia de aceites y harinas de pescado, sin cambiar sus propiedades y ventajas nutricionales?
La mejora en el suministro de la alimentación sin duda es algo que se puede mejorar para minimizar las pérdidas de materia orgánica al medio, lo que redundaría a su vez en la rentabilidad de las empresas.
En cuanto a las fuentes alternativas, creo que a donde debemos dirigir nuestros esfuerzos no es hacia una mayor o menor sustitución por fuentes de origen vegetal terrestre, que también, sino a criar especies de un nivel trófico menor que no dependan tanto de las harinas y aceites de pescado. Me refiero a herbívoros u omnívoros, como por ejemplo los mugílidos como las lisas, los pardetes y los morragutes.
La acuicultura marina intensiva de peces en España se restringe a especies carnívoras como la dorada, la lubina, la corvina, el rodaballo o el atún rojo, a los que la sustitución de harinas y aceites de origen marino por otros de origen terrestre no parece afectar de forma dramática a sus propiedades y ventajas nutricionales, aunque obviamente las modifica. No tengo muy claro que la utilización de microalgas marinas pudiera ser la solución tanto para carnívoros como para herbívoros u omnívoros, habrá que investigarlo en profundidad.
Para producir un kilo de pescado de acuicultura se necesita en torno a un kilo de pienso, mientras que hacen falta casi dos kilos de pienso para producir un kilo de pollo, alrededor de tres para producir uno de cerdo, y unos siete para producir uno de vacuno. ¿La acuicultura podría ser la fuente de proteína animal del futuro?
Para producir un kilo de pescado de acuicultura en España se necesita más de un kilo de pienso, y para producir un kilo de pienso para peces carnívoros se necesitan de 3 a 5 kilos de pescado. Hay otros costes de producción que son muy superiores en el sector acuícola que en el resto de la industria ganadera. A mi pesar, la acuicultura no es la fuente de proteína animal del futuro en países desarrollados como el nuestro, es una más. A nivel mundial la cosa cambia. Este caballo de batalla nos perseguirá en tanto que no cambiemos nuestras prioridades.
Mientras la acuicultura sigue creciendo a nivel mundial, en Europa el sector se encuentra estancado desde hace una década. ¿Cómo valora esta situación y qué medidas se podrían llevar a cabo para salir del estancamiento?
Esta situación me entristece porque me da la sensación de que se apuesta por el crecimiento sin más como única salida del estancamiento actual. A pesar de que la acuicultura esté sometida a una economía de escala, creo que existen otras posibilidades para aumentar el rendimiento de las empresas a parte de crecer haciendo lo mismo, pero son arriesgadas y por tanto inciertas.
La obtención de distintivos de calidad podría ser una de ellas, siempre que estuviese basado no solo en campañas de marketing, sino en mejoras sustanciales de la calidad final del producto y del proceso productivo para que el consumidor palpe la diferencia y se decante por nuestro producto. La acuicultura ecológica, por ejemplo, no me parece la forma más adecuada tal como está enfocada y reglamentada actualmente, puesto que el distintivo no lleva parejo garantías ni de lo uno ni de lo otro. La diversificación de productos, ya sea en forma de acuicultura integrada o convencional, o en la presentación del producto también es una apuesta que en España parece que muy pocos o nadie se esté planteando. Soy consciente de que la competencia con otros países productores es brutal, pero "huir hacia adelante" sin más no me parece la mejor solución visto lo visto.
¿Cómo valora las acciones estratégicas para el refuerzo de los aspectos medioambientales del sector propuestas en el Plan Estratégico Plurianual de la Acuicultura Española, recientemente aprobado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente?
Es ambicioso pero realista, me parece un buen plan. Sus acciones estratégicas son una muy buena declaración de intenciones para avanzar en el sentido de todo lo comentado anteriormente. Después de casi cuatro años sin fondos para investigación aplicada en acuicultura hay muchas cosas por hacer. Confío en que el FEMP nos proporcione recursos para seguir mejorando en aspectos no solo medioambientales. La inclusión del protocolo para el seguimiento ambiental de los cultivos marinos en jaulas flotantes en un anexo del Plan Estratégico debiera servir como estímulo para darle forma definitiva y encontrar el compromiso de las administraciones autonómicas por la calidad de los estudios ambientales de la acuicultura.
Responsable de la línea de investigación "Interacciones Acuicultura - Medio Ambiente" en el IMIDA. Investigador principal en 10 proyectos nacionales sobre acuicultura y medio ambiente y autor de 15 publicaciones específicas sobre la materia. Ha compaginado su principal línea de investigación con otra acerca del cultivo de cefalópodos, así como sobre tecnologías aplicadas a los cultivos en mar abierto. Asimismo, es coautor de la Propuesta Metodológica para la Realización de los Planes de Vigilancia Ambiental de los Cultivos Marinos en Jaulas Flotantes, incluido en el Plan Estratégico Plurianual de la Acuicultura Española.