Molares, Yolanda
Según la FAO, antes del 2030 más del 65% de los productos acuáticos que consumiremos procederán de la acuicultura. ¿Qué papel jugarán los países en desarrollo en este contexto?
Según las mismas previsiones de la FAO los países en desarrollo jugarán un papel fundamental en el desarrollo acuícola y suministro de productos acuáticos. Se invierte de forma creciente en los últimos años en la generación de capacidades técnicas y en infraestructura y equipamiento en estos países para el desarrollo sostenible de la acuicultura. Desde esos países se muestra la intención de desarrollar la industria acuícola tanto para el suministro de alimentos interno, como para la generación de ingresos a través de la exportación. Todo ello plantea un reto muy interesante para los próximos años.
Desde CETMAR desarrolláis proyectos de cooperación en África y Latinoamérica, ¿cómo evolucionan estos proyectos y qué resultados observáis?
La respuesta no es homogénea para los dos continentes, y mucho menos dentro de cada uno de los continentes, si comparamos entre los países. Las características de desarrollo social, económico, pero también tecnológico son diferentes.
Si bien sí se puede concluir que la demanda de desarrollo de la actividad acuícola es coincidente y con un doble objetivo, antes mencionado. Por un lado para contribuir al suministro interno de alimento, y por otro lado para generar una actividad productiva generadora de ingresos a través de la producción y comercialización nacional, pero también internacional, entendiendo la internacionalización no sólo hacia mercados de UE o Estados Unidos, si no también de países de África y de América Latina.
Los proyectos en los que nosotros desde CETMAR participamos evolucionan positivamente, siempre y cuando estos hayan sido demandados y formulados desde el país. Las dificultades más relevantes proceden de la propia sostenibilidad una vez finalizados, y en este caso nos referimos fundamentalmente a los países con menor PIB.
Desde vuestra experiencia, ¿en qué medida creéis que están contribuyendo a la seguridad alimentaria y lucha contra la pobreza en estas zonas?
Desde nuestra experiencia podríamos decir que sí se contribuye positivamente a la seguridad alimentaria y lucha contra la pobreza. Pero se trata de una afirmación basada en la experiencia y en la observación, ya que si bien podríamos hablar de indicadores específicos y de datos concretos, es necesario que pasen años para poder analizar correctamente el impacto de la actividad acuícola en la seguridad alimentaria y la lucha contra la pobreza.
La acuicultura como actividad productiva contribuye de forma directa a la generación de empleo: Por un lado, la actividad acuícola incide en el emprendimiento y en la creación de empleo al permitir la incorporación de comunidades rurales, y concretamente de la mujer, en su desarrollo a través de empleo en plantas productivas específicas, o promoviendo promueve la creación de cooperativas productoras y/o comercializadoras. Por otro lado, la acuicultura contribuye al suministro de alimentos de alto contenido proteico a las poblaciones locales y nacionales de los países.
Por último, reforzando todo lo anterior, sólo mencionar que cada país tiene sus propios modelos productivos y su forma de gestión sectorial, si bien cada vez más son todos coincidentes en la incorporación de la acuicultura como actividad fundamental en los planes nacionales estratégicos de seguridad alimentaria y lucha contra la pobreza.
¿Cuáles son las principales dificultades y limitaciones que os habéis encontrado sobre el terreno?
Las dificultades y limitaciones estructurales del terreno son diversas: geográficas, capacidad técnica de los beneficiarios y de las instituciones de gestión, nivel de organización sectorial, existencia de capacidad de investigación, capacidad de ejecución de los órganos responsables, entre otras.
Todas ellas pueden ser solventadas o minimizadas, siempre y cuando el beneficiario y la Administración se involucren activamente en el proyecto. Es por ello que insistimos en la idea de que los proyectos deben partir de necesidades concretas del país, y lideradas por el mismo país, de modo que nosotros seamos colaboradores. A mayores, éstas deben ser consideradas en la formulación de los proyectos, de modo que se puedan minimizar lo más posible en las fases de implementación.
Sin embargo, la mayor dificultad de todos los proyectos, o de su mayor parte, se encuentra en su sostenibilidad. Aún siendo favorable el compromiso e involucración de los países, las restricciones de los presupuestos nacionales impiden muchas veces que los planes de sostenibilidad no se logren en su totalidad.
Es fundamental y recomendable por ello trabajar desde la formulación del proyecto, y desde su inicio, en la sostenibilidad del mismo, una vez finalice la financiación externa. Si bien cada caso es único y no se debe generalizar, sí nos atrevemos a recomendar trabajar desde el inicio de las acciones en la búsqueda de sinergias y complementariedad con otros proyectos y programas tanto nacionales como internacionales.
¿Cómo valoras el grado de participación de los distintos agentes empresariales españoles en la cooperación al desarrollo y cómo podrían involucrarse en mayor medida?
La participación de los agentes empresariales en la cooperación al desarrollo es desde mi punto de vista fundamental para incidir positivamente en el desarrollo económico y social sostenible de los países beneficiarios. Durante años los agentes empresariales han sido considerados como fundamentales por numerosos donors internacionales. España, a través de la AECID, acaba de presentar un Protocolo para la gestión de Alianzas Público Privadas, respondiendo al mandato de su IV Plan Director de incorporar a las empresas como actor de desarrollo.
Desde CETMAR creemos en el papel que pueden desarrollar las empresas en el desarrollo sectorial de los países y a través de diferentes proyectos y de distintas formas lo promovemos.
En la actualidad en España se presentan oportunidades concretas, y se abre un escenario favorable a la participación de las empresas que creemos debe ser aprovechado por todas las partes. Las empresas internacionalizadas pueden participar desde su estrategia de RSE, y las instituciones como estrategia de incorporación de la experiencia de las empresas en desarrollo sectorial, pero también como agente de desarrollo con incidencia social, económica y ambiental medibles.
¿Qué avances en la investigación acuícola tienen un mayor impacto en la cooperación al desarrollo?
Desde la perspectiva de la demanda que recibimos de los países con los que colaboramos resaltamos: patología y enfermedades, sistemas de producción de bajo coste, dietas alimenticias adecuadas a la oferta de materia prima de los países, entre otros.
Sin salir del marco de la cooperación al desarrollo, los avances en investigación acuícola tienen gran impacto en la viabilidad y en la sostenibilidad de las actividades acuícolas. Es necesario tener en cuenta el desarrollo de la acuicultura a partir de bajos costes de mantenimiento y producción, suministros limitados de materias primas, y condicionados a episodios climatológicos, baja capacidad técnica, entre otros.
¿Cómo valoras la coordinación entre los agentes de I+D+i que se dedican a la cooperación al desarrollo?
En los últimos años, hemos podido observar diferentes iniciativas a nivel de España para coordinar acciones de cooperación al desarrollo promovidas por agentes de I+D+i. Se han puesto en marcha redes y se ha trabajado en el diseño de herramientas que puedan favorecer la coordinación. Consideramos que todo ello es fundamental y ha sido muy necesario. Debemos dar ahora un paso más allá y asegurar esa coordinación entre los agentes, basada fundamentalmente en la generación de sinergias y de complementariedad de capacidades en investigación aplicada.
¿Qué iniciativas se podrían poner se en marcha para mejorar la coordinación?
El apoyo y mantenimiento de las iniciativas de coordinación desarrolladas es fundamental en los próximos años. Sería muy positivo lograr por fin la cooperación entre los agentes I+D+i en materia de investigación en acuicultura aplicada a países en desarrollo. Para ello la visibilización de las capacidades existentes - en el marco del que estamos hablando - y la interrelación de las mismas a través de acciones de vigilancia específicas podrían ser de gran valor. Se podría así lograr la creación de equipos de investigación mixtos con gran capacidad de ofrecer investigación aplicada que responda a las demandas reales de los países en desarrollo en materia acuícola.
En el actual contexto económico y presupuestario, ¿qué perspectivas tiene la cooperación al desarrollo en acuicultura?
El contexto español actual no muestra unas perspectivas positivas en este terreno. Debemos abrirnos a un campo más amplio y de financiación internacional que permita a los actores españoles acceder a la puesta en marcha de iniciativas de cooperación al desarrollo. La acuicultura esta incorporada por los principales donantes en sus estrategias de desarrollo rural, seguridad alimentaria y lucha contra la pobreza.
Yolanda Molares Montero coordina el Área de Cooperación Internacional desde 2006. Licenciada en Administración de Empresas (Escuela de Negocios Caixanova y Universidad de Cardiff -UK) y Master en Estudios Internacionales (Univ. Durham -UK). Asimismo posee un título de Especialización en Comercio Internacional, por la Escuela de Negocios Caixanova (2008). Cuenta con más de 12 años de experiencia en la identificación, formulación, gestión e implementación o de proyectos relacionados con pesca y acuicultura en al menos 19 países de África y América latina. Amplia experiencia en colaboración con autoridades nacionales en internacionales de distinto nivel y organismos internacionales.