Pérez-Sánchez, Jaume

Jueves, 9 Enero, 2014

¿Cuáles son las prioridades de investigación en acuicultura?

Más que identificar prioridades, se debería plantear un enfoque global y potenciar las sinergias. Por ejemplo, hasta hace poco la acuicultura del CSIC estaba integrada en el Área de Recursos Naturales, pero gracias a un cambio organizativo en estos momentos forma parte de Ciencias Agrarias, por lo que una única área integra todo aquello relativo a la producción animal y vegetal del CSIC.

Ello no es de extrañar ya que en todo modelo sostenible de producción animal la nutrición es un pilar básico. A partir de este primer actor se puede ir desgranando el resto, ya que difícilmente se pueden abordar programas de selección genética ni de marcadores de salud y bienestar animal si no sabemos cómo se va a alimentar la especie en cultivo.

¿La base sería la nutrición?

La nutrición es efectivamente uno de los puntos de partida en un escenario que debe contemplar la aplicación de las nuevas tecnologías en la acuicultura. Podemos desarrollar "proyectos genoma" en especies típicamente mediterráneas como la dorada y la lubina. Es algo parecido a lo que se ha hecho con el melón, el tomate, el arroz o el salmón. Hay iniciativas en las que se ha avanzado mucho en los últimos años, y hoy en día ya conocemos las secuencias de más de 20.000 genes de dorada (www.nutrigroup-iats.org/seabreamdb) y de 12.000-13.000 en el caso de la lubina (www.nutrigroup-iats.org/seabassdb). No estamos hablando de ciencia ficción, sino de realidades.

¿Cuáles son las dificultades?

Es importante que haya una hoja de ruta y una apuesta decidida por la investigación en acuicultura. No obstante los plan estratégicos del sector productivo y de los organismos públicos de investigación no se consensuan de forma adecuada. El CSIC ha tenido dos planes estratégicos y ahora vamos por el tercero que esperemos sirva para aunar y fomentar las posibles sinergias, por lo que para ello consideramos muy importante integrar en una sola área la producción vegetal y animal con independencia que sea terrestre o acuícola. En definitiva, apostar por el sector agroalimentario y ponerlo al mismo nivel que área de biomedicina debe ser la apuesta de futuro en nuestro país.

¿Y la acuicultura debería tener un papel destacado?

La acuicultura es una pieza más del puzzle. No podemos estar discutiendo sobre la normativa que se debe cumplir en acuicultura sin conocer la relativa a la producción ganadera o agrícola en general. Es todo un paquete que afecta al rendimiento de la producción así como a la calidad y seguridad alimentaria.

Uno de los retos de la acuicultura en el campo de la nutrición en piscicultura es conseguir una menor dependencia de aceites y harinas de pescado. ¿Qué nuevas líneas de investigación se están desarrollando?

Durante los 10 últimos años, se han logrado importantes avances. Se pueden utilizar materias primas alternativas de origen vegetal sin tener efectos negativos sobre el crecimiento, la calidad y la salud del pescado. La clave está en pasar de los macronutrientes a los micronutrientes, o lo que es lo mismo de las proteínas y lípidos a minerales y vitaminas. No obstante, dada nuestra masa crítica no podemos plantearnos establecer los requerimientos nutricionales de todos los nutrientes esenciales, por lo que el esfuerzo debemos centrarlo en aquellos que consideramos que sean los factores limitantes en las materias primas de uso corriente a corto-medio plazo.

Es necesario definir para cada grupo de especies una dieta base o de referencia que cubra en exceso los requerimientos de macro y micronutrientes y así poder identificar cuáles son los verdaderos cuellos de botella del cultivo en estudio. El reto es ofrecer al sector una respuesta lo más concluyente posible sobre la capacidad de domesticación y viabilidad económica de la especie es estudio.

Algunos colectivos defienden que se debería reducir el consumo de especies de peces carnívoras y apostar por especies alternativas.

El concepto clásico de carnívoro está en revisión. Prueba de ello es que las doradas a pesar de ser básicamente carnívoros pueden ser cultivadas con dietas basadas en proteínas vegetales u otras materias primas alternativas. Ello supone un menor nivel de inclusión de las harinas de pescado en los piensos de engorde, lo que es la base de un futuro desarrollo sostenible de la acuicultura.

En nuestro grupo de investigación y dentro del proyecto CICYT AQUAFAT estamos abordando modelos matemáticos para predecir en base al historial nutricional el perfil en ácidos grasos omega 3 de filetes de varias especies de peces en cultivo. Así pues, en gran medida se puede generar el producto deseado en función del tipo de mercado y materias primas utilizadas en los piensos de engorde.

El pescado es una parte de la dieta Mediterránea, pero también lo es el aceite de oliva. Esa mezcla de carnívoro-vegetal, se podría obtener en un mismo producto. Si es saludable comer pescado porque tiene un alto contenido en ácido grasos omegas 3 de cadena larga, ¿por qué nos preocupa que el pez ingiera cantidades importantes de ácido oleico? Un solo producto debería contener todo aquello que queremos, ya que es el conjunto lo que confiere al producto de consumo su verdadero valor nutritivo.

El proyecto europeo Aquamax ha investigado los beneficios nutricionales de los peces alimentados con compuestos de origen vegetal. ¿Qué ha aportado este proyecto a este campo de investigación?

Para nosotros ha sido un punto de inflexión. Nos ha permitido demostrar que es posible cultivar doradas con un alto nivel de sustitución de materias primas sin afectar la calidad ni el crecimiento. Además, ha sido la base que de otros proyectos europeos del 7º Programa Marco, como son el proyecto ARRAINA -Iniciativas de investigación Avanzada para la Nutrición y Acuicultura- y AQUAEXCEL - uno de cuyos objetivos es el adecuado fenotipado de caracteres de interés empleando para ello el mínimo número de variables o herramientas que nos den el máximo de información al menor coste posible.

ARRAINA va en la misma línea. Se centra en establecer los requerimientos nutricionales tanto de macro como de mincronutrientes. Estos últimos pueden estar presentes en materias primas de bajo contenido proteico, pero que no por ello debemos descartarlas de inicio, ya que pueden contener otros nutrientes u aditivos cuyos efectos sobre la salud humana y animal están todavía poco estudiados. En este proceso, es fundamental el empleo biomarcadores clásicos, pero también de otros nuevos que sean verdaderos indicadores del estado de salud y bienestar animal, así como del potencial de crecimiento. Hay que ver que información aportan e identificar los tejidos diana donde concentrar el esfuerzo. Aquí el intestino es fundamental, ya que es la puerta de entrada de nutrientes pero también de posibles patógenos. ARRAINA, además, pretende centrar el esfuerzo en marcadores que no sólo sean de diagnóstico sino también de valor pronóstico. Es decir que nos permitan prever la resistencia a una determinada enfermedad o reto por manejo, así como el potencial de crecimiento o la capacidad de adaptación a estrés térmico de confinamiento.

Desde un punto de vista científico, ¿es saludable el consumo de panga o perca procedente de terceros países?

Lo es siempre y cuando las medidas o criterios de calidad y control en origen sean los mimos que los que actualmente rigen para los productores de la Unión Europea. En caso contrario, estamos cometiendo un fraude de consecuencias a veces insospechadas y que favorece además la competencia desleal. En todo caso, debemos tener presente que el panga o la perca no son en ningún caso la mejor opción para cubrir los requerimientos en ácidos grasos omega 3. El contenido en EPA y DHA en los filetes de panga es de menos de 20 mg/100 g filete, por lo que difícilmente se pueden cubrir los requerimientos diarios estimados en 500-600 mg/día. Por el contrario dos ingestas a la semana de especies como la dorada o la lubina cubren tales requerimientos.

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En alguna ocasión ha señalado que existe un déficit de cultura de la salud en la sociedad en aspectos como la nutrición. ¿Cómo se podría combatir?

No existe una receta única pero posiblemente pasa por el empleo de nuevas herramientas o aplicaciones on-line que permitan al público en general obtener información fidedigna del valor nutricional de un producto en base a una determinada denominación de origen, procesado o modo de cultivo.

Además de la nutrición, ¿qué otros aspectos son clave en investigación en acuicultura?

Hay aspectos desde el punto de vista de la selección genética que no han sido explotados o valorados con la importancia que debieran. Es el caso de la epigenética que todavía está en sus inicios, pero explica al menos en parte por qué gemelos genéticamente idénticos pueden ser muy diferentes cuando son criados o expuestos a ambientes diferentes.

En los peces y vertebrados inferiores, el epigenoma no sólo se hereda sino que posiblemente es fácilmente re-programable, es decir, se puede borrar y re-escribir. En un mamífero, se puede incidir en el epigenoma durante las primeras fases de desarrollo, pero en los vertebrados inferiores, al ser animales poiquilotermos, la programación de carácter circa-anual cobra especial relevancia.

Los mecanismos de borrado y de reprogramación nos dan un margen de selección que realmente es impensable. Tenemos que sacar provecho del conocimiento adquirido, pero también identificar lo que no sabemos para ahondar en ello si es necesario. Hay mucho conocido, pero lo que hace falta es integrarlo y ahí está el futuro. Cuando nos referimos a las líneas estratégicas de investigación, una posibilidad sería no priorizar a priori y abordarlas de forma integrada. No puedo entender la selección genética sin la nutrición. Del mismo modo que es importante abordar de forma conjuntamente los estudios de nutrición, reproducción, calidad, seguridad alimentaria, sanidad animal e impacto medio-ambiental.

Uno de los retos identificados en el Plan Estratégico de la Acuicultura Española es la coordinación entre agentes de la I+D+i. ¿Cómo se puede mejorar?

En primer lugar utilizando un mismo lenguaje. El objetivo último debe ser convencer al sector productivo de que sus interlocutores científicos pueden serles útiles. En definitiva creando y fomentando un clima de confianza mutua, con incentivos adecuados y la identificación de los actores más adecuados para cada problema en concreto. Para ello es fundamental crear bases de datos únicas, debidamente contrastadas, en las que la información depositada sea de uso público y permita identificar los verdaderos expertos para cada problema en concreto. Como primera condición, la recopilación de la información debería ser automática y o semiautomática y no depender de la información que puedan aportan los propios interesados. En este escenario, deberíamos apostar por una mayor profesionalización de las plataformas tecnológicas y de los interlocutores con las Administraciones públicas, evitando en lo posible redundancias y duplicidades innecesarias.

Jaume
Pérez-Sánchez
Titulacion: 
Doctor en Biología
Profesión: 
Profesor de Investigación del CSIC. Jefe del Departamento de Biología, Cultivo y Patología de Especies Marinas del Instituto Torre de la Sal IATS-CSIC. Vocal del Área de Ciencias Agrarias del CSIC
Miscelánea: 

El Dr. Jaume Pérez Sánchez es el responsable del grupo de Nutrigenómica y Endocrinología del Crecimiento del Instituto de Acuicultura de Torre de la Sal. Después de su Tesis Doctoral en Ciencias Biológicas y su estancia postdoctoral en el Laboratorio de Fisiología del INRA en la Universidad de Rennes, se incorporó en 1990 al sistema de investigación español como Científico Titular del CSIC, pasando a ser Investigador Científico en 2005 y Profesor de Investigación en 2008. Su actividad investigadora gira en torno al diseño y validación de nuevas dietas de engorde de peces en cultivo desde un enfoque marcadamente disciplinar,  al abordar los requerimientos nutricionales de macro y micronutrientes en base a parámetros de crecimiento, calidad y valor nutritivo del producto final, así como de resistencia al estrés y a procesos infecciosos.  La evolución de su carrera investigadora le ha llevado establecer colaboraciones con otros grupos de investigación para abordar aspectos relacionados no solamente con la nutrición y la nutrigenómica sino también con la seguridad alimentaria. 
Esta actividad investigadora se ha realizado en el marco de números proyectos financiados con fondos nacionales, regionales y europeos, así como con contratos de apoyo tecnológico con empresas. Siendo de especial relevancia su participación como responsable del CSIC en 4 proyectos europeos del V (PEPPA), VI (AQUAFIRST, AQUAMAX) y VII (ARRAINA) Programa Marco de la UE. Actualmente participa activamente en un proyecto europeo de infraestructuras (AQUAEXCEL).
Ha dirigido 10 Tesis Doctorales en el periodo 2003-2013 y es autor de más de 120 publicaciones con un índice H de 30. Actualmente es Vocal del Área de Ciencias Agrarias del CSIC y Jefe del Departamento de Biología, Cultivo y Patología de Especies Marinas del IATS, habiendo sido Vicedirector del IATS (1994-2000) y Director del  mismo desde Junio del 2000 a Junio del 2011.