Huella de Carbono en la cadena de valor de la Trucha Arcoíris

ACTUACIONES REALIZADAS

La cuantificación de las emisiones de gases de efecto invernadero (medidos en kg CO2 equivalentes) asociadas a un producto, es lo que actualmente se conoce como Huella de Carbono. Su determinación se realiza desde una perspectiva de ciclo de vida que tiene en cuanta toda la vida del producto desde que se generan las materias primas hasta las etapas de consumo y disposición. Esta metodología se conoce como Análisis de Ciclo de Vida y está regulada por la serie de normas ISO 14.040 e ISO 14.044.

Así, y con el fin de determinar la huella de carbono de la trucha se siguieron las cuatro fases principales del ACV que son: i) Definición del objetivo y alcance del estudio, i) recopilación de datos de inventario del ciclo de vida, iii) evaluación del impacto de ciclo de vida o traducción de datos en CO2 equivalentes y finalmente, iv) interpretación y análisis de los resultados.

Además, se tuvo en cuenta la norma PAS 2050 (BSI 2008), promulgada por la British Standards Institution (BSI), la cual establece criterios y requerimientos específicos para la evaluación de las emisiones de GEI del ciclo de vida para cualquier producto o servicio.
En la siguiente figura queda representado el sistema estudiado. En él se pueden apreciar las fases de proceso y los aspectos más importantes que se han analizado.

En la siguiente figura queda representado el sistema estudiado. En él se pueden apreciar las fases de proceso y los aspectos más importantes que se han analizado.

Figura 1. Límites del sistema objeto de estudio

PRINCIPALES RESULTADOS OBTENIDOS

La realización de este estudio ha permitido cuantificar la huella de carbono de una trucha Arcoíris así como de los piensos que formaron parte de su dieta a lo largo de su ciclo productivo. La metodología seguida permitió identificar las medidas potenciales que deben seguir piscicultores y productores de piensos para poder reducir sus emisiones y poder comunicar sus resultados de manera transferente y fiable. El ACV de la trucha, teniendo en cuenta el cambio en el uso del suelo, dio como resultado una huella de carbono de 4,81 kg de CO2e/kg para la trucha viva y de 5,07 de CO2e/kg para la trucha procesada. Estos resultados posicionan a la trucha de piscifactoría en mejor lugar respecto a otros productos de origen animal como puede ser la carne de ternera (18 kg de CO2e/kg de producto), de cerdo (14 kg de CO2e/kg de producto) o el caso de la carne de pollo (en torno a 8 kg de CO2e/kg de producto) (datos de Hans Block, 2009).

Los piensos que han sido utilizados para la alimentación de la trucha a lo largo de su ciclo de vida son responsables de más del 80 % de la huella de carbono de la trucha, hecho que sitúa, por tanto, a los piensos como factor clave en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero asociados al producto final.

Asimismo, durante el desarrollo del proyecto se identificaron ciertas limitaciones metodológicas emergentes en la cuantificación de estas emisiones asociados a los productos de la acuicultura.

A la luz de los resultados obtenidos surge la necesidad de homogeneizar “cálculos” y establecer criterios comunes para todo el sector, relacionados con las cuestiones aquí planteadas: emisiones asociadas al uso del suelo, criterios de asignación, estudio del impacto asociado a los aditivos, etc. De esta manera los resultados podrán ser comparables consiguiendo una comunicación transparente y fiable.

CTME va a utilizar la experiencia adquirida a lo largo de este proyecto para liderar el desarrollo de reglas de cálculo (PCR, Product Category Rules) del grupo de productos enmarcados en el CPC 04120 “Pescado, fresco o refrigerado” conforme al sistema internacional de Declaraciones Ambientales de Producto EPD®System. Las limitaciones metodológicas encontradas quedarán resueltas a través del PCR desarrollado, contribuyendo a que los estudios que se lleven a cabo en esta materia sean transparentes, científicamente comparables y fáciles de entender por el cliente/consumidor.