“El reto de la acuicultura pasa por mejorar su sostenibilidad económica”, según el director de la Fundación Observatorio Español de Acuicultura

Martes, 3 Julio, 2012

El director gerente de la Fundación Observatorio Español de Acuicultura (OESA), Francisco Javier Remiro, ha inaugurado en Laredo el curso de verano de la Universidad de Cantabria sobre "Situación y retos futuros de la acuicultura española" ofreciendo una perspectiva general de un sector "que en muchos foros se describe como estratégico para España, pero en el que todavía hay que dar muchos pasos para que pueda equipararse a otros sectores y actividades estratégicas como las energías renovables o la lucha contra el cambio climático".

Remiro, que precisamente ha reivindicado como uno de los retos de la acuicultura "una mayor apuesta de los responsables de ordenación del territorio y del propio sector en las las Comunidades Autónomas de forma que puedan darse mayores facilidades a la hora de instalar una nueva planta de cultivo, simplificando el marco legislativo, sin variar el actual nivel de exigencia". De este modo, los inversores podrán llevar a cabo su proyecto empresarial con más seguridad, "y el sector de la acuicultura ganará en sostenibilidad económica". Además, Remiro ha subrayado la labor llevada a cabo por la acuicultura en la dinamización de numerosas zonas rurales y litorales con pocas perspectivas de desarrollo, y donde la instalación de empresas acuícolas puede contribuir a generar riqueza y empleo.

El director gerente de OESA ha descrito a los asistentes el panorama actual de la acuicultura a nivel mundial, europeo y nacional. Mientras que a nivel mundial las especies que más se cultivan son peces de agua continental, en España el cultivo estrella es el de los moluscos, y en concreto el del mejillón, aunque el cultivo de peces marinos y continentales va paulatinamente ganando más protagonismo, con la trucha arcoiris (la especie más cultivada en los últimos años), la dorada y la lubina o el rodaballo.

En este sentido, Remiro ha destacado que los productos de la acuicultura española se destinan en su mayoría al consumo alimentario, que está fuertemente regulado y donde las investigaciones no dejan lugar a dudas sobre su idoneidad para el consumo humano: "Los productos de acuicultura cumplen todas las garantías y exigencias sanitarias marcadas por la Unión Europea. Además, presentan Omega 3, son muy aptos para un estilo de vida saludable, y están libres del parásito de anisakis, debido a la alimentación de los ejemplares a base de piensos compuestos y a los propios hábitos de cultivo", ha señalado Francisco Javier Remiro.

Además, el sector de la acuicultura persigue obtener la confianza del consumidor. Para debe reforzarse la información que se ofrece al consumidor relativa al origen de los productos, tanto de los nacionales como de los procedentes de otros países (cada vez es más frecuente en el mercado español la presencia de pescados como el panga, procedente de Vietnam, o la tilapia, originaria de Egipto) y los métodos de producción empleados. Así, se persigue que el cliente guíe su compra no sólo por el precio, sino por las particularidades del cultivo y la procedencia de cada especie, poniendo en valor que los productos europeos se crían "bajo estrictas normas de calidad, seguridad, sanidad y bienestar de los animales, buscando la conservación del medio ambiente y respetando los derechos sociales de los trabajadores", según ha señalado Francisco Javier Remiro.

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Además de la acuicultura para consumo alimentario, la acuicultura también juega un papel importante en la conservación de la biodiversidad a través de la repoblación de especies amenazas o en vías de extinción, como el atún rojo, el bogavante, la centolla o el lenguado. Por otro lado, también ha hecho referencia a la creciente producción de algas, que sin ser uno de los pilares fundamentales de la acuicultura española, presenta buenas perspectivas de crecimiento por el aprovechamiento de sus propiedades con fines cosméticos o alimentarios, así como fuente para producir biocombustibles.

Finalmente, Remiro ha señalado las líneas de trabajo en las que se centra la acuicultura de cara al futuro. Entre ellas se encuentra las mejoras en material de planificación y ordenación del sector, la optimización de las condiciones de producción para los cultivos que se están desarrollando en la actualidad, la incorporación de nuevas especies, como la corvina, el abadejo, el besugo, el jargo, el pulpo o la merluza, la minimización de los impactos negativos que produce la actividad en el medio y el refuerzo de las interacciones positivas y por último, la mejora de los aspectos relacionados con la sanidad y el bienestar animal a través de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación.


Presentaciones del curso