La acuicultura es una importante actividad económica en numerosas zonas rurales y litorales repartidas por la geografía española, que ha generado y genera en nuestros días nuevas oportunidades de desarrollo socioeconómico gracias al aprovechamiento de los recursos que la naturaleza nos ofrece.
En el caso de la acuicultura continental estos recursos provienen de los cauces fluviales y de los reservorios naturales de agua, comunmente conocidas en Extremadura y Castilla y León como charcas.
Estos recursos ambientales se encuentran amenzados, al igual que la actividad acuícola, por la degradación de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad que afrontan nuestros ríos, lo que se une al fuerte despoblameinto que han experimentado estas zonas en las últimas décadas.
Esta preocupante situación de nuestros ríos y los sectores a ellos vinculados, debe ser afrontada desde todos los agentes implicados, promoviendo un nuevo modelo de gestión en el que se asuman responsabilidades y obligaciones.
La acuicultura ha sido en los últimos años uno de las principales garantes de la conservación de la biodiversidad, impidiendo la desaparición a través de la repoblación, de nuestros ríos de especies tan asentadas en nuestra cultura como la trucha común y apoyando la conservación de otras prácticamente desaparecidas como la tenca o el salmón.
Al mismo tiempo la acuicultura es también la principal interesada en que el agua de nuestros ríos tenga la máxima calidad y sus cauces se encuentren en el mejor estado de conservación, siendo uno de los mejores indicadores de esta calidad del agua.
La acuicultura está profundamente ligada a un buen número de actividades de ocio relacionadas con la vida al aire libre y la gastronomía, la pesca recreativa y deportiva , actividad con mucha tradición en nuestro país o el turismo rural, en el sentido más amplio de este término, sector que en los últimos años ha experimentado un crecimiento sin precedentes, fruto de una vuelta de nuestra sociedad a la naturaleza y a la adopción de hábitos de vida más saludables.
En base a todo lo expuesto anteriormente, la acuicultura es una actividad llamada a jugar un papel clave en la dinamización social y empresarial de las zonas rurales de España en los próximos años, favoreciendo la creación de empresas sostenibles y la creación de nuevos “empleos verdes”, que permitan crear riqueza y bienestar en estos lugares.
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