Ariadna Sitjà, directora del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal
Lleva más de tres décadas de experiencia dedicadas a la investigación y la acuicultura. ¿Cómo diría que ha evolucionado el sector acuícola de nuestro país gracias a la innovación aplicada?
Al cabo de todo este tiempo, el gran avance de la acuicultura en España ha sido posible gracias a la aplicación de las investigaciones sobre aspectos básicos de la biología de las especies en cultivo. Se han contestado preguntas básicas, como qué y cómo se alimentan, cómo se reproducen, qué los estresa, por qué enferman, cómo curarlos, etc. No deberíamos ser modestos, España es hoy una potencia mundial en investigación en acuicultura, los científicos españoles producen más de 150 artículos al año relacionados con la acuicultura, más que Francia, Canadá o Japón, y más y mejor que muchos otros países del entorno europeo, e incluso internacional. A nivel mundial, en 2021, nos posicionamos quintos en cuanto al número de artículos científicos publicados en acuicultura.
Por supuesto, han sido necesarios también tecnologías e ingenierías que hicieran posibles las grandes infraestructuras en mar abierto, o los sistemas de filtración y recirculación en las instalaciones en tierra. Además, los sistemas logísticos para la distribución de los productos acuáticos han mejorado de tal manera que su trazabilidad y la velocidad con la que llegan al consumidor han aumentado notablemente su frescura y calidad.
Este informe repasa los avances en I+D+i en pesca y acuicultura de los últimos 20 años. ¿Cuáles son, en su opinión, los retos que debemos afrontar a corto plazo para reforzar nuestra competitividad e impulsar la economía azul y la transición ecológica?
La industria acuícola española tiene como misión garantizar un suministro de alimentos sanos y saludables de manera sostenible para las poblaciones actuales y futuras. Tiene el reto de aumentar la producción siendo a la vez un agente de cambio en el planeta azul del futuro. El sector está obligado a abordar nuevos desafíos tecnológicos que permitan la permanencia/resiliencia de las granjas acuícolas actuales, frente al reto del cambio climático. Para ello es imprescindible la selección de razas resistentes a condiciones climáticas extremas, una estrategia integral para el control y prevención de las enfermedades emergentes, la diversificación y garantía de la calidad de los ingredientes de los piensos, la reducción de la huella de carbono, la utilización de energías renovables, y una mayor digitalización de los procesos.
Es experta en el estudio de las enfermedades que afectan a peces. En el caso de la acuicultura, ¿qué papel juega la nutrición y la salud de las especies cultivadas en la producción?
La nutrición y la salud son, después de los salarios, los dos grandes capítulos de costes de las explotaciones acuícolas y, a la vez, los dos principales pilares sobre los que sustentar las mejoras en la producción. Invertir en nutrición y bioseguridad es invertir en productividad y sostenibilidad. Por un lado, la salud y el bienestar impactan notablemente en la producción, no sólo por las mortalidades directas sino también por la morbilidad, las mermas en el crecimiento, la reducción de la calidad del producto, la pérdida de mercado, etc. A pesar de todo ello, no tenemos cifras reales de su valor económico en la acuicultura española, son estimaciones globales. Es importante que las granjas obtengan y registren adecuadamente los datos de salud para poder adoptar mejoras y decisiones.
Por otro lado, para producir de una forma sostenible las investigaciones actuales se dirigen a determinar cómo se puede maximizar nutricionalmente el crecimiento de los peces, sin mermar su estado inmunitario, o incluso potenciarlo. Se trabaja para encontrar las formulaciones e ingredientes de los piensos que les pueden ayudar a adaptarse mejor a condiciones estresantes debidas a factores bióticos o abióticos. La nutrición impacta también en la calidad de los filetes del pescado de crianza, es imprescindible garantizar que sus características organolépticas y nutricionales sean óptimas para el consumidor, y que estén libres de agentes contaminantes.
Recientemente el Parlamento Europeo ha aprobado un informe sobre acuicultura sostenible, apremiando al impulso de esta actividad y al apoyo a la innovación y resiliencia del sector, ¿cómo cree que debe articularse este impulso?
El Parlamento Europeo es consciente de que sin el impulso de la Acuicultura es imposible mantener las cuotas de consumo de productos acuáticos y de que nos haríamos aún más dependientes de las importaciones. Sabiamente han visto que es necesaria una estrategia conjunta europea, y también que dicho impulso ha de realizarse de forma sostenible. Pero la sostenibilidad tiene muchas facetas. APROMAR en su memoria anual de sostenibilidad la define como la capacidad de satisfacer las necesidades presentes sin comprometer las necesidades futuras. Desde mi punto de vista, los aspectos medioambientales y la economía circular son los que deberían tener más protagonismo.
Para aumentar la producción, se ha de aumentar el número de explotaciones y su productividad y eficiencia, ello supone conseguir más autorizaciones y con más celeridad. Pero nada es posible sin demostrar no sólo que se protege el medio ambiente, sino que se contribuye a su mejora y a la economía circular. En este sentido, la sanidad animal puede contribuir en gran manera a aumentar la producción de forma sostenible. Un reciente estudio de Oxford Analytica (aunque no incluye la acuicultura) indica que controlar las enfermedades de los animales en ganadería en todos los contextos tiene beneficios multiplicadores para la sostenibilidad económica, medioambiental y social.
En lo que se refiere a la acuicultura, la percepción que tiene la sociedad sobre ella es considerada por los profesionales del sector como una de sus grandes amenazas, ¿hacia dónde debemos encaminarnos para resolver este reto?
La única respuesta posible es la información que se propociona a la sociedad, una información sustentada en la ciencia, en los datos y en cifras que desmonten bulos y mitos. Y para ello los científicos y el sector tienen el reto de hacer llegar la información a través de todos los canales posibles. Uno de los sectores es el de la restauración y la hostelería, tenemos una gran oportunidad para que los “chefs” sean embajadores de la acuicultura, justo ahora que los niños se aficionan a cocinar con famosos programas de televisión. Otro de los sectores, es el de las ONG ambientalistas o ecologistas. Hay que reunirse con ellas y debatir sus preocupaciones.
Por otro lado, en el ámbito de la gestión biosanitaria, ¿qué papel va a jugar la investigación científica y qué oportunidades augura para el sector?
La investigación científica es clave para la gestión biosanitaria, como se ha demostrado recientemente en la pandemia del COVID-19. Sin inversiones en ciencia básica no hay avances tecnológicos que nos permitan controlar o mitigar el impacto de las enfermedades. La bioseguridad de las granjas cada vez estará más manejada de forma integral (Integrated Pathogen Management Strategy, IPMS), aunando distintas formas de prevención y control de las enfermedades. Además, la gestión de las explotaciones acuícolas desde el enfoque de Una Salud (One Health), en el que se ha de equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas, estará presente cada vez más. Los tratamientos y vacunas siguen siendo grandes factores limitantes en la acuicultura, especialmente cuando se trata de las parasitosis, y algunas formas de control de las enfermedades bacterianas, como los bacteriófagos (como alternativa a los antibióticos) tienen todavía mucho recorrido por hacer. Por otro lado, diferentes autores predicen un aumento o emergencia de distintos patógenos o de cambios en su distribución en el escenario de cambio climático. Se hace pues imprescindible la investigación en estos aspectos.
En paralelo a este esfuerzo por lograr una pesca más sostenible, está la protección de áreas protegidas. Se prevé que en 2025 España cuente con 25 % de superficie marina protegida. ¿Qué nos podría decir sobre el papel asume el sector pesquero en la preservación de espacios marinos?
El papel del sector pesquero es fundamental, la protección de los fondos marinos no es un capricho de científicos y gobernantes en pro de la biodiversidad. Se ha demostrado que los fondos protegidos son un “santuario” para muchas especies, sobre todo durante la reproducción y las primeras fases larvarias. En estas áreas es donde nacen lo que luego serán los bancos explotables por las pesquerías. Seguir esquilmando los fondos marinos es abocar al propio sector pesquero a la extinción, con la desaparición de los caladeros explotables. Las cifras actuales son alarmantes, según la FAO la sobrepesca en el Mediterráneo y el mar Negro supera el 62 % de sus especies. Además, los ecosistemas marinos nos ayudan a luchar contra el cambio climático, ya que fijan enormes cantidades de carbono azul. El sector ha de convencerse de su implicación, sin ella no habrá futuro para ellos ni para los mares.
El Informe Científicas en Cifras 2021, señala que “a pesar del incremento de mujeres en ciencia, no todas continúan en la carrera investigadora y tampoco progresan a igual ritmo que sus compañeros". En su opinión, ¿cómo debemos avanzar en el objetivo de retener el talento femenino en la investigación?
Efectivamente, en el CSIC las cifras tampoco mejoran demasiado, a pesar de todos los esfuerzos, el diagrama de las tijeras incluso parece que empeora. Trabajar en el CSIC es hacerlo en un entorno muy garantista respecto de la igualdad de género y existe una Comisión de Mujeres y Ciencia que vela por la mayor presencia femenina en la institución. Pero hay muchos aspectos por mejorar que involucran a toda la sociedad para retener el talento femenino que se nos escapa.
Se ha empezar por la educación de las niñas y las chicas, dándoles referentes femeninos de investigadoras, que no se descarten a ellas mismas de esos roles, que no se dejen llevar por los tópicos, las corrientes, las redes sociales. Y para poder darles referentes, las investigadoras actuales hemos de contribuir a divulgar en qué consiste nuestro trabajo. Los libros de texto han de reflejar la realidad de las investigadoras. En segundo lugar, se han de dar aún más facilidades para poder compaginar la vida laboral con la familiar y, para ello, el rol masculino es indispensable. Su implicación ha de ser no sólo de “ayuda” sino de verdadero liderazgo en el hogar. Para ello las nuevas generaciones se han de educar en la plena igualdad.
Profesora de investigación del CSIC en el Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (IATS) de Castellón. Es doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad de Barcelona (1991). Inició su etapa postdoctoral en la University of Guelph (Canadá), donde investigó sobre uno de los parásitos que más afectan a los salmónidos tanto silvestres como cultivados, el hemoflagelado Cryptobia salmositica.
En la actualidad, lidera el grupo de Patología de Peces del IATS, labor que comenzó en el año 2010. Entre sus tareas de gestión cabe destacar los cuatro años como adjunta a la coordinación del área de Ganadería y Pesca de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva, dedicándose a las solicitudes de Sanidad en acuicultura. Es directora del IATS desde octubre de 2019.
Más recientemente ha estudiado cómo los parásitos modulan la respuesta inmunitaria de los peces y su interacción con el microbioma intestinal, así como el efecto de las dietas y aditivos sobre las infecciones parasitarias y cómo estos pueden ayudar a mitigar los signos clínicos de las enfermedades.
Sus investigaciones tienen un componente multidisciplinar e internacional con múltiples colaboraciones en varios proyectos nacionales y europeos, así como un continuado contacto con el sector de la Acuicultura, a través de contratos de apoyo tecnológico.