Darío Bernal Casasola, coordinador General de CEIMAR

Lunes, 28 Agosto, 2023

CEIMAR es el único campus de excelencia marino de España con la calificación de global, por lo que se consolida como líder mundial en el ámbito de la docencia, la investigación, la innovación y transferencia de lo marino-marítimo. Cuéntenos, ¿cuál es su labor en “el mar que nos une”?

Me encomendaron hace casi dos años la ilusionante tarea de dirigir el CEIMAR, consolidado Campus de Excelencia Internacional sobre temáticas marino-marítimas del sur de España. Nuestra labor cotidiana reside en coordinar los objetivos y actuaciones que emanan de todas las universidades, administraciones públicas y empresas privadas que se integran en el Campus de Excelencia Internacional que, como bien indican ustedes, tiene la calificación de Global, y con el que este año hemos dado el salto a Latinoamérica, incorporando en nuestro patronato a la universidad pública colombiana del Magdalena, un referente en estudios marinos en el continente americano, y que gracias a nuestra cooperación establece nuevos puentes de cooperación con Europa.

Somos un gran equipo, conformado por recursos humanos de todas las entidades que componen esta agregación científica, una veintena en la actualidad. Este Campus tiene como fin esencial agrupar en torno al mar a las universidades y a los principales agentes sociales y económicos de la comunidad andaluza, del sur de Portugal y del norte de Marruecos, con una vocación aperturista al resto de España, Europa e Iberoamérica, con un carácter integrador y con objeto de explorar la potencialidad del mar y de actuar como elemento tractor en el proceso de transformación social, económica y cultural en su ámbito de actuación, la Economía Azul. Cuando las cosas funcionan bien, como es el caso, lo mejor es potenciarlas y mimarlas, que es lo que estamos intentando hacer desde que hemos llegado al timón del CEIMAR.

Piensen que el mundo en el cual vivimos actualmente es complejo, demasiado independiente y fragmentario. Una de las virtudes del CEIMAR ha sido saber integrar en las Ciencias Marinas a todos los ámbitos del saber, ya que en nuestra agregación se potencia cualquier tema que tenga que ver con el mar, a través de sus seis áreas de especialización:

  • El conocimiento del Mar.
  • El mar como fuente de recursos,
  • La gestión y conservación del mar
  • Las ingenierías y el mar
  • El valor cultural del mar
  • La salud y el mar.

Esto quiere decir que todas las personas interesadas en potenciar los estudios marino-marítimos tienen cabida en el Campus, independientemente de su formación: desde un catedrático de ecología marina a un doctorando en literatura; desde un alumno de medicina a un Ramón y Cajal en química; desde un profesor titular de física a un maestrando en ingeniería.

De ahí nuestro lema: “CEIMAR, el mar que nos une”. Y creo sinceramente que es relevante destacar que los máximos responsables actuales de la Fundación CEIMAR -Francisco Piniella Corbacho, rector de la Universidad de Cádiz y presidente de la Fundación; y María Jesús Mosquera Díaz, presidenta de la Comisión Ejecutiva del CEIMAR- decidiesen en su momento nombrar a un profesor del área de Humanidades como responsable cotidiano de la gestión del Campus. Con anterioridad ha habido coordinadores generales de Biología, de Ecología Marina y de Física Aplicada; actualmente hay un historiador de la Antigüedad y en el futuro deberá haber especialistas de otras ramas del conocimiento, puesto que el CEIMAR, como el mar, es de todos.

La estructura del CEIMAR, integrando universidades, centros de investigación y empresas, es muy interesante de cara a la I+D+i. Háblenos de los proyectos de transferencia del CEIMAR. ¿Cómo se trabaja para lograr la coordinación y el intercambio eficiente de conocimiento entre las entidades que lo componen?

Nuestra labor en este terreno es paulatina y permanente, puesto que somos una entidad que impulsa el encuentro de todos los agentes implicados en I+D+i organizando workshops, talleres, estableciendo redes de trabajo y fomentando el networking.

Se ha de comenzar por el conocimiento mutuo y búsqueda de sinergias entre todas las partes, de ahí que participemos anualmente en foros consolidados como Transfiere; y que participemos en la organización de los encuentros internacionales por el Conocimiento y el Crecimiento Azul, INNOVAZUL, junto con la Universidad de Cádiz, que es a su vez la universidad matriz y coordinadora del CEIMAR.

Además, contamos con un plan propio de actividades cada año, diseñado y aprobado por nuestro patronato, en el que dedicamos una partida muy especial a ayudas a proyectos de transferencia en los que trabajan grupos de investigación de nuestras universidades junto con empresas privadas.

Estas ayudas a la Transferencia del Conocimiento se publican anualmente desde 2018 y confiamos en seguir convocándolas muchos años más, debido a su elevada tasa de éxito y alta demanda social. La sede de la oficina de Coordinación del CEIMAR se ubica en el edificio de Transferencia Empresarial “El Olivillo” de Cádiz, en pleno casco histórico de la ciudad y junto a la internacionalmente conocida playa de La Caleta, lo que explica con claridad la vocación del Campus de llegar a la sociedad y de intensificar la transferencia con los agentes sociales y las empresas.

En el caso de Andalucía, mantenemos desde mi llegada una relación preferente con el Clúster Marítimo Marino de Andalucía, con sede en Málaga y aglutinador de varios centenares de empresas, precisamente porque creemos firmemente en la colaboración público-privada. Además, actualmente el CEIMAR está acreditado como ETC (Entidad de Transferencia del Conocimiento) dentro del Sistema Andaluz del Conocimiento.

El trabajo cotidiano de coordinación con las universidades de la agregación, tanto españolas (Almería, Cádiz, Huelva, Granada, Málaga) como extranjeras (Abdelmalek Essaadi de Marruecos, Universidade do Algarve y Universidad del Magdalena en Colombia) se realiza a través de los técnicos de la oficina de coordinación de Cádiz y de los que trabajan en las instituciones universitarias del CEIMAR.

Con las instituciones de investigación que pertenecen a la Fundación CEIMAR, como el CSIC, el IEO, el Real Observatorio de la Armada, el Instituto Hidrográfico de la Armada o el IFAPA, entre otros que citaremos más adelante, es continua gracias a actividades conjuntas y a la participación en proyectos comunes y en eventos de Blue Economy en los cuales estamos todos altamente implicados.

El carácter supra-universitario del CEIMAR, reconocido por todos como un agente neutral a nivel regional potenciador de las temáticas marino-marítimas es el catalizador que explica, en buena parte, por qué tras 12 años de existencia se ha consolidado como uno de los Campus de excelencia más activos de España.

Entre las instalaciones que integra el CEIMAR están los laboratorios de cultivos marinos. ¿Qué destacaría del trabajo realizado en la actualidad en materia de I+D+i en acuicultura?

En la estructura del CEIMAR tenemos integrados e interrelacionados a todos los Institutos de Investigación marina de las universidades públicas andaluzas que lo componen: Huelva, Cádiz, Málaga, Granada y Almería. Por ilustrar un caso concreto, en el caso de la Universidad de Cádiz (UCA) contamos con el Servicio Central de Investigación en Cultivos Marinos (SCI-CM), servicio singular y único en la red de universidades de Andalucía. Esta unidad realiza relevantes labores de apoyo a la docencia en numerosos Grados y Másteres de la UCA, e incluso de otras universidades andaluzas. Además, acomete una importante tarea logística de ayuda a la investigación de diversos Grupos de Investigación de numerosas instituciones andaluzas.

También, se debe destacar la activa colaboración con diversas empresas del sector acuícola, mediante la modalidad de prestación de servicios. El SCI-CM está especializado en reproducción, fases embrionarias, cuarentena y mantenimiento de las principales especies de la piscicultura marina española, en los moluscos de interés comercial y en el cultivo de microalgas.

Los servicios ofertados incluyen técnicas de cultivos de especies marinas, así como la realización de proyectos y asesoramiento técnico en ramas afines a las técnicas del propio servicio. Las principales líneas de investigación desarrolladas están relacionadas con la fisiología y patología en acuicultura, los sistemas osmorreguladores y la interacción con el metabolismo energético; los estudios de los sistemas de estrés en teleósteos y el uso de probióticos en acuicultura, la toxicología ambiental y analítica, la microbiología aplicada y la genética molecular, el control de la calidad medioambiental del medio marino, los tratamientos de aguas residuales con microalgas, o los fotobioreactores, entre otras muchas.

Está coordinado actualmente por el Dr. Juan Miguel Mancera Romero, catedrático de Biología de la UCA y una de las autoridades en acuicultura más reconocidas de nuestro país. Un magnífico -y longevo- ejemplo de la colaboración público-privada.

Y en cuanto a la cooperación interregional, ¿qué papel juegan las alianzas internacionales del CEIMAR?

Jugamos un papel fundamental porque coordinamos a agentes de la triple hélice (academia -universidades-, sector privado y administraciones públicas) en una misma entidad. Esto nos permite desarrollar de forma ágil y eficaz proyectos internacionales de formación, investigación o transferencia que de otra forma serían difíciles de abordar. Nuestras colaboraciones con los países de la Unión Europea son continuas y mantenidas en el tiempo, a través de proyectos vinculados a la Economía Azul, como sucede en la actualidad con los denominados EMPORIA4KT, ATLAZUL, ITEAZUL y U- MAR.

Asimismo, la acreditación de CEIMAR como consorcio de movilidad internacional Erasmus+ nos permite desarrollar programas de internacionalización y movilidad internacional de estudiantes, PDI y PTGAS de las universidades, que retroalimentan la especialización marina y un continuo feedback de proyectos bilaterales e iniciativas conjuntas entre instituciones a nivel europeo e internacional. Las relaciones con la Universidade Normarroquí AbdelMalek Essaadi y con la del Algarve portugués, enlazan estos territorios estratégicos para los estudios marinos en el ámbito del estrecho de Gibraltar, auténtico nodo global a todos los niveles. Pero sin duda, en este año hemos dado un paso de gigante al incluir en nuestro patronato a la Universidad del Magdalena en Colombia, con la que ya estamos desarrollando proyectos y encuentros que darán sus frutos en breve.

El Campus de Excelencia Internacional Global del Mar también amplió sus horizontes al acceder a la organización EuroMarine, como miembro de pleno derecho, en 2019. Dicha integración se produjo durante la celebración de la V Asamblea General EuroMarine, en la que participaron unas 60 universidades y entidades de investigación marinas de 23 países diferentes. Euromarine network es uno de los lobbies de investigación marina emergentes en la Unión Europea y somos parte activa en él, fomentando la participación de jóvenes investigadores del Sur de Europa. Además, continuamos creciendo en el desarrollo de proyectos Erasmus+, aumentando en destinos y programas ofertados.

CEIMAR ha participado en la organización de numerosos eventos vinculados a la economía y crecimiento azul. ¿Cuáles son las grandes oportunidades de España para impulsar esta economía vinculada al mar? ¿Y los grandes retos?

Efectivamente, el CEI·MAR ha tenido un papel relevante en la implantación y desarrollo de los estudios marino-marítimos en España. Llevamos años impulsando la Economía Azul desde el sur de Europa y respondiendo a las exigencias de crecimiento sostenible e inteligente del mar.

Los océanos, mares y costas son motores fundamentales de nuestra economía. Los sectores emergentes son muy variados e incluyen la energía azul, es decir, la energía eólica marina y oceánica, la biotecnología, los minerales marinos, así como los sectores de los “recursos vivos”, es decir, la pesca y la acuicultura, sectores tan importantes de nuestra economía globalizada. Sus resultados se aplican y comercializan en una amplia gama de sectores como el farmacéutico, el cosmético, el de la nutrición y la alimentación o el energético.

En cuanto a los retos, los elementos claves de la Economía Azul deben incluir la utilización óptima y eficiente de los recursos y el desarrollo sostenible, inclusivo, armonioso y respetuoso con el entorno. Para esto es clave la transferencia de conocimientos y de beneficios, el aprovechamiento de oportunidades en industrias marinas emergentes, y la creación y racionalización de las instituciones legales y regulatorias que gobiernan el acceso, uso y protección de los recursos marítimos.

Por otra parte, como profesor e investigador, considero de vital importancia seguir aportando conocimiento para que la docencia, la investigación y la transferencia ligada a todos los estudios marinos y marítimos respondan a las exigencias de crecimiento sostenible e inteligente de nuestros territorios. El mar ha sido un activo en el pasado, lo es en el presente y tiene que constituir un motor clave para construir, entre todos, un futuro mejor.

En el II Encuentro Internacional de Conocimiento y Economía Azul "Innovazul 2022", el Gobierno andaluz declaró la necesidad de impulsar la economía del mar bajo un prisma sostenible y respetuoso. ¿Podría describirnos la potencialidad del Océano Atlántico y del Mar Mediterráneo para Andalucía?

En Andalucía la Economía Azul constituye un ámbito económico de especial relevancia. Con casi 1.000 kilómetros de costa, la posición de Andalucía entre dos cuencas marinas, la atlántica y la mediterránea, convierten a nuestra comunidad autónoma una región con fuerte identidad marina reflejada en la cultura, en la economía y en su organización territorial. Más de un tercio de la población andaluza vive y desarrolla su actividad en la franja litoral.

La Economía Azul genera en Andalucía más de 300.000 empleos y aporta 17.000 millones de euros, lo que supone el 10,5 % del PIB. Además de grandes empresas, existen unas 5.000 pymes andaluzas vinculadas directamente al medio marino.

Somos la única comunidad autónoma con siete puertos de interés general del Estado: Almería, Málaga, Algeciras, Cádiz, Huelva, Sevilla y Motril. El Puerto de Algeciras, con sus más de 100 millones de toneladas en tránsito cada año, está en el top de los puertos españoles en tráfico de mercancías, situándose como el primero del Mediterráneo y el quinto de Europa. Dos de los tres polos industriales más importantes de España se encuentran ubicados en la Bahía de Algeciras y en Huelva, teniendo a sus respectivos puertos como epicentros de esta potente actividad. Sin olvidar, por ejemplo, los cientos de miles de turistas que nos llegan en cruceros, que han convertido a los puertos de Cádiz y de Málaga en líderes en el contexto peninsular.

A nivel andaluz, el mejor indicador de la buena salud de la Blue Economy es la decidida apuesta del Gobierno de la Junta de Andalucía por este sector al haber singularizado la misma de manera específica en la denominada Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.

En cuanto a la carrera científica, ¿qué papel ejerce el CEIMAR en el apoyo a jóvenes investigadores? ¿Qué mensaje le daría a las nuevas generaciones que comienzan ahora su formación universitaria?

Desde el CEIMAR ofrecemos apoyo para la formación continua y la investigación de excelencia en las áreas de especialización relacionadas con el ámbito marino y la transferencia del conocimiento a los sectores productivos a través de ayudas para movilidades internacionales, proyectos de innovación de transferencia empresarial, cursos de formación, organización de eventos científicos, etc.

Las universidades CEI·MAR cuentan con decenas de miles de estudiantes matriculados en grados, másteres y doctorados relacionados con los estudios marinos y marítimos, y en ellas desarrollan su actividad más de 200 grupos de investigadores con proyectos competitivos. El Campus está presente en las redes más importantes de investigadores marinos en beneficio, por un lado, de los estudiantes y personal que pueden ampliar sus conocimientos y experiencias; y, por otro lado, de las propias universidades CEI·MAR puesto que les brinda la oportunidad de atraer talento ofreciendo una internacionalización en “casa” para aquellos estudiantes y personal que permanecen en nuestras universidades.

Como ejemplos actuales de todo ello podemos comentar el caso del I Congreso Iberoamericano Jóvenes Investigadores del Mar o el IV Congreso Internacional Jóvenes Investigadores del Mar que en esta edición se desarrollará en la Universidad de Almería, que es la institución CEIMAR organizadora del evento en el cual participan varios centenares de estudiantes este mes de septiembre de 2023.

También podemos destacar la convocatoria anual de Ayudas a proyectos de investigación “Jóvenes doctores CEIMAR”, cuyo objetivo principal es ofrecer una primera oportunidad a jóvenes investigadores de liderar proyectos propios, convirtiéndose en Investigadores Principales (IPs) por primera vez, lo cual les resulta tremendamente motivador, al tratarse de un primer paso para adentrarse en el complejo y competitivo mundo de la investigación universitaria.

En su papel de arqueólogo, cuéntenos algún proyecto vinculado a su especialidad: ¿qué nos ha descubierto la arqueología marítima sobre la pesca y acuicultura de nuestros antepasados en los mares españoles?

La historia marítima de España es, sin lugar a duda, una de las más relevantes a nivel global. Descubridores, científicos, aventureros y marinos salidos de nuestras tierras han utilizado el mar a lo largo de la historia como vehículo de transmisión de ideas, de tecnología, en el tránsito de gentes y de todo tipo innovaciones.

Los historiadores especializados en Arqueología Marítima estudiamos, en cada periodo histórico, la problemática de los restos materiales localizados en tres ámbitos:

  • bajo el mar, a través de la Arqueología Subacuática, normalmente los pecios.
  • en la interfaz marítimo-terrestre, donde se localizan los puertos antiguos y otras infraestructuras para la navegación, a veces continentalizados por la progradación de la costa.
  • en el interior (recursos marinos, instrumental de navegación, instituciones que gobiernan los mares…) localizadas incluso a centenares de kilómetros de la costa.

En el CEIMAR hay cientos de investigadores con este perfil, y dos de los patronos de la agregación, son promotores de estas temáticas: el ARQUA -Museo Nacional de Arqueología Subacuática del Ministerio de Cultura en Cartagena- y el CAS -Centro de Arqueología Subacuática del IAPH de la Junta de Andalucía-.

Los estudios sobre la pesca y la acuicultura de las sociedades pasadas han de ser, por su propia definición, interdisciplinares. Se dan cita en ellos arqueólogos, biólogos especializados en el estudio de los restos de fauna marina de épocas pretéritas, químicos que analizan los residuos orgánicos de actividades productivas y un sinfín de especialistas interesados todos ellos en reconstruir los modos de vida de las sociedades del pasado que poblaron nuestros litorales. Pondremos un par de ejemplos a vuelapluma sobre pesca y acuicultura antiguas.

Estudios de la última década en el marco de Proyectos de Investigación de I+D+i del Plan Estatal, liderados por la Universidad de Cádiz, han verificado la importante interacción de los humanos con los cetáceos, especialmente en época romana y en las aguas del estrecho de Gibraltar (el antiguo Fretum Gaditanum); habiendo propuesto que antes de la “caza oficial” de ballenas atribuida en la literatura científica a los vascos en el Cantábrico a partir de época medieval, hubo una pesca activa de cetáceos en las costas de Andalucía y Marruecos, en cuyas fábricas de salazones de hace dos mil años (llamadas cetariae en las cuales se fabricaba el mítico garum), los romanos salaban la carne y procesaban los subproductos de estos grandes mamíferos marinos, como parece demostrar la cantidad de restos óseos de estos animales aparecidos en las excavaciones arqueológicas.

Además, gracias a la aplicación de técnicas biomoleculares (estudios de ADN antiguo) a los huesos de ballena aparecidos en yacimientos como Baelo Claudia (ensenada de Bolonia, Tarifa) se ha demostrado que en este espacio atlántico-mediterráneo vivieron especies como la ballena franca (Eubalaena glacialis) o la ballena gris (Eschrichtius robustus) actualmente extinguidas en esta región, lo que da una idea del interés de estos trabajos de carácter interdisciplinar.

Respecto a la acuicultura, tan importante en nuestra economía actual, sabemos que fueron los romanos en Italia -en la zona de Campania- quienes inventaron estas prácticas en el Mediterráneo, o al menos se atribuyeron su descubrimiento, como nos informan muchos tratadistas antiguos como Varrón o Columela, entre otros.

Gracias a la arqueomalacología (estudios de los moluscos aparecidos en los yacimientos arqueológicos), también sabemos que en la Hispania romana se cultivaron ostras en las ciudades de Iulia Traducta (actual Algeciras) y en Barcino (Barcelona), especialmente en época tardorromana (siglo V d.C. básicamente). Además, algunos itálicos trasladados a la península ibérica en época romana altoimperial (siglos I y II de la Era), construyeron opulentas mansiones en el litoral, las villae maritimae, dotadas de instalaciones para la cría y el engorde del pescado y los moluscos, como evidencian los restos arqueológicos aparecidos en Alicante (Calpe, Jávea y El Campello) y en Cádiz (Capo Trafalgar). Prácticamente cultivaban las mismas especies que hoy en día: doradas, lubinas o salmonetes -y otras singulares como las morenas-, junto a ostras y mejillones, evidencias clarividentes del carácter bimilenario del origen de la acuicultura en España.

Como ven, se trata de estudios de interés para los arqueólogos especializados en la explotación de recursos marinos en la Antigüedad pero que transcienden a toda la sociedad y a los interesados en aspectos marinos, ecológicos y medioambientales.

La adaptación al cambio climático por parte del sector pesquero y acuícola se ha convertido en una necesidad. ¿Cómo colabora en esta tarea la ciencia española?

La ciencia española ha mejorado ostensiblemente en la última generación, a través de un sustancial incremento de los recursos en el PIB de España destinados a ella, pero aún queda mucho camino por recorrer. Para temáticas pesqueras y acuícolas uno de los impulsos más importantes, además del Plan Estal de I+D+i, son los llamados Planes Complementarios promovidos por el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España a través de los fondos europeos Next Generation, habiéndose incluido como una de las áreas científico-técnicas prioritarias a las Ciencias Marinas.

Dentro de este Plan Complementario de Ciencias Marinas, que actualmente se está desarrollando en siete comunidades autónomas (Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana, Cantabria y Galicia, además de Baleares y Canarias, las últimas incorporadas), una de las tres líneas de actuación está orientada específicamente al desarrollo de una “acuicultura sostenible, inteligente y de precisión”. Estos proyectos de investigación y de transferencia, actualmente en desarrollo por parte de centenares de investigadores y proyectos a nivel nacional y con una inversión de varias decenas de millones de euros, constituyen uno de los mejores indicadores del interés de ciencia española en este sector estratégico de nuestra economía.

OESA presenta este año un informe sobre la I+D+i en España en los últimos 20 años. ¿Cómo valoraría usted estas dos décadas de innovación e investigación en nuestro país?

Creo sinceramente que los esfuerzos por parte de los profesionales vinculados al sector de la acuicultura han sido faraónicos durante estas últimas dos décadas, como ha puesto de manifiesto el Observatorio Español de Acuicultura desde el año 2002, a través de múltiples tareas de seguimiento y monitorización de los Grupos de Interés implicados.

Es difícil en unas breves líneas analizar con precisión y solvencia una cuestión de tal envergadura, pero considero que los progresos conseguidos no son pocos y han ido mejorando paulatinamente y de manera ascendente en los años precedentes. No obstante, las investigaciones en acuicultura están necesitadas, como otros sectores estratégicos de la Economía Azul Española, de una conversión en un sector prioritario con un programa específico que atienda sus demandas y necesidades, actualmente bien identificadas.

Ello pasa, evidentemente, por un incremento sustancial de los fondos dedicados a investigación en estas materias. También considero que es capital intensificar la colaboración entre los sectores público y privado, que se han acercado bastante en los últimos años pero que necesitan de mayor interacción. Como también la colaboración entre investigadores y empresarios, que no ha alcanzado aún todo el desarrollo que sería deseable.

Desde el CEIMAR la acuicultura es un sector estratégico, integrado en el en el área denominada “el mar como fuente de recursos”, y todos los años trabajamos con jóvenes promesas, con investigadores seniors y con aliados estratégicos del sector como CTQUA y algunas empresas, con los cuales hemos realizado viajes conjuntos a Estados Unidos, a Latinoamérica y a otros ámbitos para el intercambio de experiencias y para el fortalecimiento de todos los sectores implicados.

Miscelánea: 

Arqueólogo. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Autónoma (1994) y Doctor por la misma institución madrileña (1997). Catedrático de Arqueología en la Universidad de Cádiz, en el área de Arqueología del departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras. Ha participado desde sus inicios en el Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEIMAR), tanto como secretario académico de la Escuela Internacional de Doctorado en Estudios del Mar como coordinador del programa de Doctorado en Historia y Arqueología Marítimas. Actualmente, es el coordinador general del CEIMAR y el director- gerente de su Fundación.

Director de varios proyectos de I+D+i centrados en Arqueología Marítima, y de Actividades Arqueológicas en las ciudades litorales de Baelo Claudia, Iulia Traducta, Gades y su territorium, y Septem Fratres; y en el extranjero, en Italia (Pompeya/Herculano, Portopalo- Siracusa), en Marruecos (Tamuda, Lixus y diversos yacimientos del norte del país) y en Costa de Marfil. Profesor invitado en más de una veintena de universidades extranjeras, y Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Historia en Cádiz y de la Real Academia de San Romualdo de San Fernando.

Ha publicado diversas monografías y artículos científicos y dirigido una veintena de Tesis Doctorales sobre ánforas de transporte marítimo, pesquerías y almadrabas antiguas, puertos romanos, contextos cerámicos y la importancia de la cultura material para las temáticas de Arqueología de la Producción, tanto en Andalucía como en la antigua Tingitana, el denominado Círculo del Estrecho.

Además de los Premios Extraordinarios de Licenciatura y de Doctorado en Madrid, ha recibido una decena de galardones, tanto de la Universidad de Cádiz (Premios Human 2008 y 2010 a la Transferencia del Conocimiento; 2023 a la Excelencia Investigadora) como de otras instituciones (CEIA3, PROA-2022 del Cluster Marítimo Marino de Andalucía…).