De la Gándara García, Fernando
Usted es una institución en el IEO, ¿cómo llegó a interesarse por la acuicultura y más concretamente por el atún rojo?
El pertenecer al IEO es para mí un orgullo y desde que estaba estudiando la carrera, siempre tuve como objetivo trabajar en el IEO. En esta institución, de la cual celebramos este año el primer centenario, he sido casi de todo: becario, preparador, ayudante de investigación, Técnico en I+D+i, Investigador A4 y finalmente Investigador Titular. En cuanto a mi interés por la Acuicultura -a mi me gusta escribir Acuicultura siempre con A mayúscula- proviene desde bien pequeño de mi pasión por el mar, -provengo de familia de marinos- y en especial por la ictiología marina. El salto cualitativo lo di cuando, tras licenciarme en Ciencias Biológicas, conseguí la beca en el Plan de Formación de Técnicos Superiores en Acuicultura, de la antigua CAICYT, que fue un hito fundamental en mi posterior devenir profesional y en el de gran parte de mis compañeros. Muchos de ellos ocupan actualmente puestos con altas responsabilidades en el mundo de la Acuicultura. En el "encierro" de algo más de dos meses al que nos sometieron a unos 40 jóvenes licenciados en el Pazo de Mariñán, recuerdo que entre nosotros nos planteábamos la pregunta de qué nos gustaría hacer en el futuro y a dónde nos gustaría llegar. En mi caso, y desde entonces, ya soñaba con trabajar en el Oceanográfico y poder acometer el que yo denomino como el último gran reto de la piscicultura marina: cultivar el atún rojo. Hoy soy uno de los privilegiados en haber conseguido materializar sueños de juventud: conseguir el cultivo del atún rojo, y hacerlo en la institución a la que quería pertenecer: el IEO.
¿Qué tiene el atún rojo que despierta tanta atracción en los mercados y los consumidores?
Es muy difícil de explicar con palabras, pero cualquiera que se haya llevado a la boca un pedazo de carne de atún rojo, con su brillo intenso, su textura mantecosa y su sabor delicado, cocinado de muy diversas formas, o crudo a la japonesa, tendrá la respuesta muy clara a esta pregunta.
La Comisión Internacional del Atún Atlántico (ICCAT) ha confirmado que la especie se está recuperando gracias a las medidas de control impulsadas. ¿Su cultivo en instalaciones acuícolas podría acelerar esta recuperación a medio plazo para abastecer los mercados?
Es evidente que, como ha ocurrido con otras especies como la dorada, la lubina o el rodaballo, la demanda de atún rojo debe de satisfacerse a través de la Acuicultura integral, de una forma independiente a las poblaciones naturales. Aún cuando la recuperación del atún rojo es un hecho que ya nadie cuestiona y que se debe a las severas medidas de control establecidas en el Plan de recuperación por el ICCAT, los mercados de un futuro a medio plazo se abastecerán sin duda de atún rojo de ciclo cerrado, producido en piscifactorías. Obviamente las capturas se mantendrán en su rendimiento máximo sostenible, pero el cultivo integral del atún reducirá la presión sobre las poblaciones naturales, contribuyendo sin duda a su total recuperación.
El IEO está en vías de cerrar el ciclo biológico del atún rojo en cautividad. ¿Cuáles son últimos avances en la domesticación de esta especie?
Tras los excelentes resultados del proyecto REPRODOTT del 5º Programa Marco de la UE, en el que se cumplió el objetivo de demostrar que el atún rojo es capaz de reproducirse en cautividad, el proyecto SELFDOTT del 7º Programa Marco ha cumplido así mismo ampliamente con sus objetivos, sentando las bases para la producción de juveniles mediante técnicas de Acuicultura integral y el desarrollo de alimentos más eficaces y respetuosos con el medio ambiente. Una vez finalizado el SELFDOTT, a finales de 2011, hemos continuado nuestras investigaciones en varios proyectos: un proyecto CDTI con el grupo Ricardo Fuentes e Hijos, un contrato con la empresa Skretting -ambos liderados por mi compañero Aurelio Ortega- y en el proyecto ATAME del Plan Nacional, en el que estamos contribuyendo al conocimiento de lo que ocurre en la naturaleza con las larvas de atún, desde nuestra experiencia de lo que sucede en cautividad.
Desde el punto de vista de la producción de juveniles, vamos mejorando año tras año la supervivencia de los mismos. En el momento actual y gestionados por la empresa Caladeros del Mediterráneo (del grupo Fuentes) en su concesión de jaulas flotantes en la Bahía de El Gorgel (Cartagena), sobreviven una veintena de atunes nacidos en 2011 de en torno a 20 Kg. de peso, alrededor de 200 nacidos en 2012 y que están sobre los 10 Kg. y en torno a 700 de los nacidos en 2013, con un peso de algo más de 3 kg. Este aumento de la supervivencia se debe fundamentalmente a la mejora en la alimentación y en el manejo de las larvas y los juveniles. Si los nacidos en 2011 alcanzan los cuatro años de vida (edad a la que maduran la hembras de atún rojo) y se reproducen, habremos conseguido cerrar el ciclo biológico de esta especie, en cautividad, por primera vez a nivel mundial.
¿Cuáles son los cuellos de botella que impiden aún en nuestros días la producción a escala industrial de atún rojo en cautividad?.
Fundamentalmente la baja supervivencia de los juveniles durante su cultivo larvario, pero sobre todo, una vez ubicados en las jaulas flotantes. Gran parte de la mortalidad se debe a colisiones de los juveniles contra las paredes de los tanques o las redes de las jaulas. Como suelo decir, en el lenguaje del atún rojo (una especie acostumbrada a desenvolverse en un universo azul tridimensional ilimitado) la palabra "obstáculo" no existe. Por tanto, cuando los juveniles reciben un estímulo externo que les produce pánico, huyen a gran velocidad sin percatarse que están en un entorno limitado y mueren al chocar violentamente con las paredes o las redes. Es evidente que el proceso de domesticación y la selección obtenida en las sucesivas generaciones contribuirán a que este problema se resuelva.
Por otra parte, aunque hemos demostrado que es posible obtener puestas masivas de huevos fértiles de atún rojo en jaulas flotantes, la recolección de los huevos en el mar depende de las condiciones ambientales tales como corrientes, vientos, estado del mar etc. y está limitada a la época natural de puesta (algo más de un mes, entre junio y julio). Esta situación no permite garantizar la disponibilidad de huevos para una producción de juveniles estable, durante gran parte del año. Por otro lado, las puestas recogidas en el mar vienen con huevos de otras especies, que en algunos casos, tienen un crecimiento larvario más rápido que el del atún, depredando activamente las larvas de este último. Por tanto resulta imperativo el contar con una instalación en tierra (ajena a las condiciones ambientales) que permita el control total de la reproducción del atún rojo, permitiendo ampliar la época de obtención de huevos viables y garantizando la no existencia de huevos de otras especies indeseables. El IEO va a contar en breve con una instalación de este tipo. Está cofinanciada con fondos FEDER y posee dos tanques de reproductores de 22 y 20 m de diámetro y 10 m de profundidad, con capacidad para mantener estabulados unos 30 atunes cada uno, de unos 60 Kg. de peso inicial. Además, la instalación cuenta con otros dos tanques más pequeños de 14 m y 8 m de diámetro donde se estabularán los juveniles nacidos en cautividad.
Uno de los proyectos que se desarrollan para la domesticación del atún rojo es Transdott, una iniciativa con participación española enmarcada en el VII Programa Marco. ¿Hacia dónde se focalizan las investigaciones en la actualidad?.
El proyecto Transdott, coordinado por la Universidad de Dusseldorf (Alemania) es una secuela de los proyectos anteriores REPRODOTT y SELFDOTT, que coordinó el IEO. En ese proyecto, cuyo objetivo es la transferencia de resultados a PYMES, solo participan algunos centros de investigación del antiguo consorcio, y varias empresas que no habían participado anteriormente. Dado que es, sin duda, nuestro equipo de cultivo de túnidos del IEO, en colaboración con el grupo Fuentes, quien ha desarrollado la tecnología más avanzada sobre el cultivo de esta especie, decidimos, por incompatibilidad, no participar en dicho proyecto ya que preferimos continuar con dicho grupo empresarial, con el que venimos trabajando desde que iniciamos la investigación sobre la domesticación de esta especie, hace ya más de diez años. En la actualidad, y como ya he citado, tenemos un proyecto CDTI con Fuentes y nuestras investigaciones van encaminadas a aumentar el crecimiento y la supervivencia de larvas y juveniles, fundamentalmente mejorando las técnicas de manejo y alimentación.
Japón, el mayor consumidor de atún del mundo, y España han liderado la investigación en la domesticación de atún rojo. Durante estos años, ¿cuál ha sido la colaboración entre el IEO y los investigadores del país nipón?
De la mano del mítico investigador Teruo Harada, los japoneses iniciaron la cría del atún rojo del Pacífico hace 45 años, invirtiendo una gran cantidad de dinero y esfuerzo. En la actualidad han conseguido los mayores logros en el cultivo de esta especie, uno de cuyos máximos exponentes fue el cierre, por primera vez en la historia, del ciclo biológico en cautividad de Thunnus orientalis, en el año 2002. Además ya han empezado a comercializar, con éxito, atún rojo de ciclo cerrado. Todo el que haya tenido contacto con científicos japoneses sabrá de su hermetismo en cuanto al trasvase de información, y en general, ese ha sido el comportamiento de ellos hacia nosotros. Sin embargo, contamos con la inestimable ayuda de un científico japonés singular, el Dr. Manabu Seoka, quien en el año 2010 decidió trabajar con nosotros, en el marco del proyecto SELFDOTT, gracias a una colaboración con la Universidad Politécnica de Cartagena y con el apoyo del grupo Ricardo Fuentes. Manabu Seoka ocupó una cátedra en esta Universidad, que fue creada con fondos de las cuatro Cajas de Ahorros más representativas de la Región de Murcia. Su inclusión en nuestro equipo entre junio de 2010 y diciembre de 2012, supuso un "empujón" significativo en nuestros avances. Desafortunadamente, la situación económica de nuestro país, y fundamentalmente las de las cajas de ahorros que sostenían económicamente la cátedra, condujeron a que dicha colaboración no pudiera mantenerse. Manabu ocupa en este momento un puesto en la empresa Skretting en Japón pero seguimos manteniendo un estrecho contacto por correo electrónico.
Usted ha colaborado con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). ¿Cómo valora la sostenibilidad de la acuicultura mediterránea en la actualidad?
Las colaboraciones que he tenido con la UICN han sido enormemente enriquecedoras para mí. En cuanto a la Acuicultura mediterránea, está fundamentalmente enfocada a peces carnívoros por lo que su sostenibilidad pasa sobre todo por reducir el contenido en aceites y harinas de pescado, reducir el denominado índice FIFO (Fish in / Fish out). Se están obteniendo índices espectaculares por debajo de uno en especies como el salmón, y en dorada y lubina son varios los equipos excelentes que, sobre este tema, están trabajando en nuestro país, tratando de sustituir en lo posible los aceites y harinas de pescado por otros provenientes de fuentes vegetales. La pregunta que surge es: ¿Seremos capaces de convertir carnívoros como la dorada, la lubina, el rodaballo o la corvina, solo por citar a los principales, en herbívoros como vacas u ovejas? Obviamente esto abre todo un debate sobre el mantenimiento de las características organolépticas de estas especies, y por otro lado de sus perfiles de aminoácidos y ácidos grasos, que hacen de ellas un alimento altamente beneficioso para la salud. El reto está servido.
¿Qué opina de las críticas sobre la sostenibilidad del engrase de atún rojo?
Hay muchas críticas infundadas, como que se capturan ejemplares de pequeño tamaño, que los atunes se sacrifican de forma brutal o que las jaulas de atún ahuyentan la pesca. Son absolutamente falsas. Las empresas de engrase buscan los ejemplares de gran tamaño, por encima de los 150 Kg. de peso ya que son los que mayor cantidad de grasa acumulan y, por tanto, obtienen un mayor precio en el mercado japonés. Sobre la segunda falsedad, los atunes se sacrifican de la forma más rápida posible para que no luchen ni sufran. De hacerlo, acumularían ácido láctico en su carne, reduciendo su pH y dándole un sabor metálico cuando se consume cruda. Es los que los japoneses denominan "yake". Un atún sacrificado de forma brutal (por tanto con yake) no tiene valor en el marcado japonés. Sobre la tercera, se observa una gran cantidad de peces pelágicos, sobre todo bogas y obladas, no solo alrededor sino también en el interior de las jaulas de atunes. Los atunes son muy listos y una vez que constatan que son alimentados puntualmente todos los días con peces y cefalópodos muy apetecibles, saben que no merece la pena esforzarse en capturar una triste boga u oblada. Estas, que tampoco son tontas, también lo saben, y se alimentan de los restos de la carnada en el interior de jaula, sabiéndose a salvo.
Sin embargo, si que hay críticas que tienen razón. La principal es que en el engrase se utilizan pequeños pelágicos como carnada. Se han abierto pesquerías de estos pelágicos que antes no se comercializaban. Los pescadores están muy contentos con ello, pero no se conocen los efectos de esta "nueva pesca" sobre los ecosistemas. La solución a este problema pasa por el desarrollo de una alimentación a base de piensos formulados, en los que las fuentes "renovables" sustituyan cada vez más a las limitadas. En este sentido, el atún rojo es un carnívoro como el salmón, la dorada o la lubina y si en estas especies, como he citado, pueden alcanzarse índices FIFO inferiores a uno, ¿por qué no puede conseguirse lo mismo en el atún?
En España, las granjas de engorde de ejemplares de atún rojo capturados en el medio salvaje registraron una producción de 2.987 toneladas. ¿El cultivo de larvas y alevines nacidos en cautividad podría emplearse en este tipo de acuicultura y así evitar la dependencia de las capturas?
Es evidente que sí, y es uno de nuestros principales objetivos. Como manifiesto a menudo, sólo la producción de atún rojo a nivel industrial, mediante técnicas de Acuicultura integral, puede hacer que las poblaciones naturales recuperen la estructura que tenían hace cientos de años, sin renunciar al consumo de su carne en la cantidad y calidad que requiere un mercado, cada vez más importante y selectivo. Esto no implica que la Acuicultura vaya a reemplazar a la pesca, sino que consiga llenar el hueco existente entre la oferta limitada de una pesca en su máximo rendimiento sostenible y una demanda que no para de aumentar.
¿Cree que el Horizonte 2020 representa una oportunidad para la acuicultura europea y, en este contexto, cómo se posiciona España y la red de centros de I+D+i en la captación de financiación y puesta en marcha de proyectos innovadores que apoyen el desarrollo del sector?
Creo que la posición de España es muy buena en cuanto a la excelencia de sus equipos de investigación, pero todavía creo que adolecemos de un cierto complejo de inferioridad frente a equipos del norte de Europa. Es evidente que existe una Acuicultura del norte y una Acuicultura del sur, y mi impresión es que la del sur la que tiene una mayor importancia a futuro. No sé si esta realidad va a estar correctamente considerada. Por otra parte, por lo que vamos conociendo del H2020, nos va a obligar a los equipos de Acuicultura, a integrarnos en materias mucho más globales y sobre todo relacionadas con temas medioambientales. El famoso concepto de "enfoque ecosistémico".
¿Confía en que en el futuro el atún rojo pueda salir de la lista roja de la UICN?
En este momento y con la estricta regulación a la que está sometido, creo que el mantenimiento del atún rojo en cualquier lista roja es un error. Hemos asistido a toda una campaña en contra del consumo de atún en Europa, con eminentes personalidades venidas de todos los sectores. Cabe resaltar la postura de algunos restauradores de prestigio manifestando su rechazo a preparar platos que incluyeran atún rojo. Hasta hubo un intento de incluirlo en la lista de especies cuya comercialización está prohibida (CITES). Es cierto que de no tomarse medidas, las poblaciones naturales hubieran estado en grave riesgo de desaparecer, pero en este momento no hay ningún experto, ni siquiera entre los verdes más verdes, que niegue que el atún rojo se está recuperando. Es incluso cuanto menos divertido, observar la pelea que existe por ver quién se pone la medalla por haberlo salvado de la extinción.
Usted fue Presidente de la Sociedad Española de Acuicultura (SEA) en 2006 y 2007, ocupando antes y después cargos de alta responsabilidad. ¿Qué valoración hace de su aportación y cuál cree que es la situación actual de la SEA y su proyección de futuro?
Conservo magníficos recuerdos de mi paso por distintos cargos de la SEA, y creo que, como Presidente, puse mi granito de arena en su consolidación. La SEA, en la actualidad, es una asociación bien posicionada en la defensa y promoción de la Acuicultura española, tratando de servir de puente entre las tres "patas" de la Acuicultura: el sector productivo, la administración y la investigación. Es asimismo muy destacable su labor en la organización de los Congresos Nacionales de Acuicultura, cada dos años. Estos eventos, que vienen celebrándose sin interrupción desde hace casi 30 años -creo recordar que el primer CNA se celebró en El Grove el año 1985- son esenciales, sobre todo, para tomarle el pulso al estado de la Acuicultura de nuestro país.
Fernando de la Gándara García (Barcelona, 1958) es Licenciado en Ciencias Biológicas (1982) y Doctor en Biología (2003) por la Universidad de Murcia. Experiencia en varias empresas y Centros públicos de investigación dedicados al cultivo integral de dorada y lubina (1985 - 1992). Ayudante Técnico en el Instituto Español de Oceanografía (IEO) en el C.O. de Santander en el equipo de evaluación de pesquerías demersales (1992-1996) y en el C.O. de Murcia en estudios sobre el metabolismo de Seriola dumerili (1996 - 2001). Investigador del IEO desde 2001. Presidente de la Sociedad Española de Acuicultura (SEA) en 2006 - 07. Diez años de experiencia (2000 - 2009) en investigación sobre el cultivo del atún rojo (Thunnus thynnus), participando en los siguientes proyectos: (1) Desarrollo de técnicas de electro aturdimiento y electro sacrificio en la industria del cultivo del atún rojo. PEITT-UPCT-2000. España. 2000-2001. (2) Domestication of Thunnus thynnus, the Bluefin Tuna. Strategies for European Development in the Context of a Global Market (DOTT) (Q5AM-2001- 00063). UE (FP5- QoL). (3) Desarrollo de un sistema de inspección visual y automática para el control y la mejora de la calidad de la carne del atún rojo (SIVATUN). Gobierno Regional de Murcia. 2002-2004. (4) Domestication of Thunnus thynnus, the bluefin tuna. A Feasibility Study on its Reproduction in captivity (REPRODOTT). (EU, Q5RS-2002-01355). 2003-2005. En 2006-2007 participó en el desarrollo de técnicas de captura y adaptación a la cautividad de juveniles de atún rojo en Murcia (Projectos ADAR-AJAR). Entre 2008 y 2011 coordinó el proyecto SELFDOTT (KBBE-2007-1-2-09) (‘From capture based to self sustained aquaculture and domestication of bluefin tuna, Thunnus thynnus'), cofinanciado por el 7º Programa Marco de la UE y en el que participaron 13 Instituciones y empresas pertenecientes a 8 países europeos. El objetivo de este proyecto fue el de avanzar en el conocimiento existente sobre la reproducción del atún rojo en cautividad y establecer las bases para el desarrollo del cultivo larvario y la alimentación eficaz y respetuosa con el medio ambiente. En la actualidad se encuentra participando en varios proyectos sobre domesticación de atún rojo, dirigidos a mejorar las técnicas para producir juveniles de esta especie a nivel industrial (TCAR - CDTI y MALT - Skretting), para comparar el desarrollo larvario en la naturaleza y en condiciones de cultivo (ATAME - Plan Nacional de I+D+i) y para estimar el efecto de los aerogeneradores sobre el comportamiento del atún rojo y sus migraciones (AZIMUT - CENIT). Ha organizado y participado en numerosos Congresos y reuniones científicas, participa como profesor en los master de acuicultura de las Universidades de Valencia y Murcia y es autor o coautor de numerosas publicaciones en libros y revistas científicas.