Laura Rodríguez Zugasti, directora de Marine Stewardship Council

Lunes, 27 Marzo, 2023

Los océanos son esenciales para la vida y para el desarrollo social y económico de las comunidades costeras. ¿Cuáles son, desde su perspectiva, los mayores retos o peligros a los que se enfrentan?

A grandes rasgos, las principales amenazas de los océanos son la sobrepesca, la contaminación marina, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. A estos factores podríamos añadir el impacto de otras actividades que, de manera creciente, ponen el foco en el océano y cuyos efectos están todavía por determinar. En relación con la sobrepesca, el ámbito de trabajo de Marine Stewardship Council (MSC) desde hace 25 años, es una amenaza solucionable. Es decir, tenemos múltiples ejemplos de cómo se ha pasado de un estado de sobreexplotación a poblaciones bien gestionadas y abundantes. La transformación hacia un modelo de pesca sostenible precisa de una información científica adecuada que permita conocer el estado de las poblaciones y minimizar los impactos de la actividad pesquera en el conjunto del ecosistema.

Además, requiere de una buena gobernanza de los océanos, una gestión robusta que permita tomar las decisiones en base a criterios científicos. Más ciencia y mejor gestión. En este ámbito queda mucho por hacer, especialmente en aguas internacionales. La adopción de un modelo de pesca sostenible conlleva múltiples beneficios. Las poblaciones bien gestionadas son más productivas y por ello aseguran una mayor provisión de alimentos e ingresos a las comunidades que dependen de la pesca. Pero además, los océanos mejor conservados son más resilientes al cambio climático, permiten una mejor adaptación y mitigación de los graves efectos que se están produciendo como es el aumento de las temperatura y la elevación del nivel del agua, la pérdida de oxígeno, la acidificación y las alteraciones en los ecosistemas y las cadenas tróficas como consecuencia de todo ello.

Hablamos mucho de sostenibilidad en todos los ámbitos, pero ¿qué es la pesca sostenible? ¿Cuáles son los principios en los que se basa?

La FAO estableció el marco general de la pesca sostenible en el Código de Conducta para la pesca responsable de 1995, según el cual, el derecho a pescar lleva consigo la obligación de hacerlo de forma responsable a fin de asegurar la disponibilidad de los recursos pesqueros para las generaciones presentes y futuras. En 1997 MSC aterrizó esos principios generales en un estándar basado en la ciencia que gira en torno a tres principios: salud de la población de peces, minimizar el impacto ambiental en el ecosistema y una gestión robusta. Cada uno de ellos se detalla en 28 indicadores que permiten evaluarlos de manera independiente. Las pesquerías que logran superar con éxito dichos indicadores logran la certificación MSC. El enfoque de nuestro estándar es ambiental, aunque de manera progresiva vamos incorporando requisitos sociales para eliminar lacras que todavía persisten en el sector de productos del mar, como el trabajo forzoso e infantil.

En su opinión, ¿cómo ha evolucionado la actividad pesquera en la última década desde la perspectiva de la sostenibilidad? ¿En los últimos años perciben un cambio en el sector en la manera en la que se aproxima al concepto de sostenibilidad? 

Desde que me uní a MSC en 2011 he tenido la suerte de ser testigo de un gran cambio en el sector pesquero. Gran parte del sector ha pasado de un posicionamiento defensivo respecto a las cuestiones de sostenibilidad a una actitud muy proactiva trabajando en estrecha colaboración con los organismos científicos y las administraciones para abordar las debilidades identificadas.  Muestra de ello es que actualmente más de 260.000 toneladas de flota española o vinculadas a flota española se encuentran ya certificadas en nuestro programa, esto involucra a cerca de 450 embarcaciones y es el equivalente al 30 % de las capturas de pesca de nuestro país, en especies tan emblemáticas como bacalao, bonito, anchoa, pulpo y túnidos tropicales. Estas cifras no habrían sido posibles sin Cofradías y empresas pesqueras comprometidas con la sostenibilidad, dispuestas a un ejercicio de transparencia y colaboración en el largo plazo.

¿Cuál es el papel de la ciencia en la apuesta por la sostenibilidad y cómo se integra en el estándar de MSC?

El estándar de MSC está basado en ciencia, esto implica un dinamismo ya que la ciencia y las mejores prácticas del sector evolucionan con el tiempo. Por ello, cada 5 años se abre un proceso de revisión que tiene como objetivo asegurar que nuestros indicadores incorporan la mejor ciencia disponible y que siguen siendo relevantes para evaluar la sostenibilidad pesquera. También es importante señalar que para MSC es fundamental asegurar la accesibilidad y aplicación global de nuestro estándar (pesca artesanal e industrial con independencia de su localización), por ello buscamos un equilibrio entre un alto nivel de exigencia del estándar y que sea aplicable a la mayoría del sector en cualquier parte del mundo. 

Tras un largo proceso de consulta, acabamos de publicar una nueva versión que establece  mayores medidas de protección para las especies en peligro, amenazadas y protegidas (PAP) e introduce una nueva norma que aumenta la confianza de que en las pesquerías certificadas no se practica el cercenamiento de aletas a los tiburones. También se establecen mecanismos para prevenir y reducir el impacto de los artes de pesca abandonados, conocidos como redes fantasma. Asimismo, se establecen unos requisitos más estrictos de cara al seguimiento y vigilancia de las actividades pesqueras, en particular en alta mar, y a los acuerdos internacionales relativos a las estrategias de captura para proteger a las poblaciones de peces de gestión compartida. Con todo ello, el objetivo es integrar la nueva ciencia disponible y asegurar que las pesquerías certificadas sigan siendo líderes en las mejores prácticas pesqueras.

La protección y recuperación de la biodiversidad marina, así como la sostenibilidad de todos los recursos que nos ofrecen, son responsabilidad de todas las personas. ¿Qué papel debe jugar el sector pesquero en este objetivo compartido?

En España hemos creado un movimiento que se llama #MaresParaSiempre, en el que integramos a todos los actores que contribuyen a la salud de los océanos. El sector pesquero es parte principal, pero también las empresas comercializadoras, la comunidad científica, otras ONG, los gestores públicos y la ciudadanía. Cada elemento de la cadena tiene una capacidad de influencia y de incentivar las mejores prácticas. El sector pesquero es el inicio de la cadena y el que puede impulsar el cambio adoptando prácticas pesqueras respetuosas con el medio ambiente marino. Esto conlleva un cambio de mentalidad, de corto plazo a largo plazo, y en ocasiones importantes inversiones en programas de observadores, modificaciones del arte de pesca, proyectos científicos para medir los impactos, entre otros. Pero todo este esfuerzo no se mantiene si el resto de la cadena no lo apoya y lo valora, es fundamental que los responsables de compras de las empresas y las personas que consumen elijan pescado con criterios de sostenibilidad. Esta es nuestra filosofía: incentivar las mejores prácticas, dando visibilidad y valor a los pescadores comprometidos con la pesca sostenible.

¿Cómo puede compatibilizarse la protección y conservación del medio marino a través de la designación de nuevos espacios marinos protegidos, como las reservas marinas de interés pesquero o la Red Natura 2000 marina, con el desarrollo de la actividad pesquera o el crecimiento de la acuicultura?

Nuestro estándar contempla que donde haya un área marina protegida, la pesquería deba poner en marcha los mecanismos de protección para asegurar que la reserva cumpla con sus objetivos. Hay buenos ejemplos de áreas marinas que permiten cierta actividad pesquera, y están siendo exitosos, aunque también se ve los efectos beneficiosos de las áreas cerradas a la pesca. Creemos que ambos enfoques pueden convivir y lo importante es tomar decisiones con fundamento científico y medir los impactos.

¿Qué papel juega la sensibilización ambiental a la hora de trasladar a la sociedad la importancia de cuidar nuestros mares? ¿Qué iniciativas se están desarrollando desde MSC?

Se dice que uno protege lo que ama. Estoy convencida de que, en lugar de lanzar solo mensajes negativos, tenemos que transmitir la importancia de los océanos para nuestra vida, la belleza de la biodiversidad o los beneficios de los recursos marinos para nuestra alimentación, porque esto puede inspirar más un deseo de proteger. En MSC lanzamos hace varios años un programa de educación que busca acercar los océanos a las nuevas generaciones, que los miren con otros ojos, más allá del destino de vacaciones. Y también acercar el mundo de la pesca. Vemos que el alumnado está totalmente desconectado del océano y cada vez más del pescado. Presentar ejemplos cercanos y a los protagonistas de la pesca sostenible ayuda a cambiar esta visión. Por poner un ejemplo, el pasado Día Mundial de los Océanos celebrado en junio, colaboramos con la plataforma de docentes Teachers for Future, para que más de 10.000 estudiantes escribieran cartas de agradecimiento a los pescadores comprometidos con la pesca sostenible. Recibir estas cartas con mensajes tan cariñosos y creativos fue muy emocionante, pero más emocionante fue llevarlas en persona a los propios pescadores para que vieran reconocido su trabajo. Crear estos vínculos entre la sociedad y la pesca es la mejor manera de despertar el deseo de conocer más e informarse mejor.

La transición ecológica que tratamos de impulsar desde la Fundación Biodiversidad tiene una importante componente de cambio de nuestro estilo de vida, especialmente en lo que respecta a nuestros hábitos de consumo. ¿Qué podemos hacer como consumidores para avanzar en esta transición?

Sin lugar a dudas, la transición necesita un cambio de hábitos. El primero de ellos sería tomar conciencia del impacto de nuestro modo de vida, desde la alimentación, la movilidad, el gasto de energía, los objetos que compramos, etc. Podemos reflexionar sobre todo ello, reducir en lo que sea posible y optar por alternativas con menor huella ecológica. En relación con la alimentación, aquí se pueden lograr grandes cambios que además repercutan positivamente en nuestra salud. El pescado es un alimento de gran valor nutricional y baja huella de carbono por lo que merece un espacio importante en nuestra dieta. Aquí nuestra recomendación es elegir pescado con el sello azul de MSC que asegura que proviene de una pesca sostenible, adicionalmente consumir pescados de temporada, pesca local y una dieta lo más variada posible. Por lo que vemos en los estudios de mercado que realizamos cada dos años, el consumidor en España ya está cambiando de hábitos y está muy motivado por buscar opciones sostenibles. Para acelerar esta transición es fundamental que los alimentos con menor impacto para el medio ambiente estén disponibles y sean accesibles para el conjunto de la población.

Algunos de los retos ambientales del sector pesquero están relacionados con la mejora de la eficiencia energética, la reducción de la huella de carbono de los productos pesqueros o la mejora de la circularidad de los procesos de transformación y comercialización. ¿Cómo se integran estos aspectos en MSC y cómo puede reforzarse esta circularidad en la actividad pesquera?

A día de hoy estos factores no están incluidos en nuestro estándar, aunque son cuestiones que se están valorando, en concreto la huella de carbono que ya estamos analizando cómo podría incorporarse a nuestro programa. Por otro lado, nos consta que muchas de las pesquerías certificadas ya trabajan en proyectos que buscan mayor eficiencia energética o la circularidad. En relación a la economía circular un aspecto que hemos introducido en la nueva versión del estándar tiene que ver con la pesca fantasma, es decir que las pesquerías certificadas muestren evidencias de tener un sistema de gestión para asegurar que la identificación y recuperación de artes de pesca perdidas o abandonadas. Esta recuperación permitirá reducir la basura marina generada por la actividad pesquera y también la recuperación y transformación de redes de pesca en proyectos de economía circular.

El Plan para la Igualdad de Género en el Sector Pesquero y Acuícola 2021-2027, aprobado en marzo de 2022, recoge que en torno al 35 % de los empleos vinculados a las actividades pesqueras y acuícolas son desarrollados por mujeres, destacando su papel en actividades como el marisqueo, la elaboración y reparación de redes o el sector transformador y comercializador. ¿Qué valoración se hace en WAS de este plan y qué medidas se consideran las más importantes para el fomento de la igualdad en el sector?

El Plan para la Igualdad de Género nos parece un acierto, especialmente el hecho de que se vaya evaluando periódicamente su efectividad y se revisen las acciones y medidas para cumplir los objetivos. Por mi experiencia personal, contamos con grandes mujeres en este sector al frente de la Secretaría General de Pesca, de las principales asociaciones de la industria o sector minorista y cada vez más representando al sector pesquero. Apoyar las redes de mujeres, la formación y el liderazgo, tal y como se está trabajando en el plan, contribuye sin duda a una presencia cada vez mayor de las mujeres en puestos de responsabilidad.

En el sector de las empresas, me gustaría destacar que un reciente estudio de la organización internacional Women in Seafood ha destacado que sólo un 3 % de las empresas de productos del mar analizadas globalmente tienen un CEO mujer. En los comités de dirección, de 75 empresas analizadas (1000 directivos) solo un 17 % mujeres. También es algo que percibimos en España, hay gran presencia de mujeres en áreas de sostenibilidad, calidad, comunicación, pero apenas contamos con mujeres en los niveles de dirección en las empresas. Por último, creo que es importante conectar a las mujeres del sector con otros sectores, de manera que el mundo de la pesca esté más presente en otros foros y a la vez las mujeres puedan enriquecerse del intercambio con otras mujeres que están liderando el cambio en otros ámbitos. En WAS unimos a mujeres directivas con amplia trayectoria en sostenibilidad, y me encantaría que hubiera más presencia de nuestro sector.

¿Cuál es su visión de los océanos para 2030?

Mi visión es que los océanos tengan un papel protagonista en la agenda política y social, de manera que contemos con una cultura oceánica mucho más sólida y generalizada. También que logremos que la apuesta por la ciencia y el cuidado de los océanos no sea una excepción sino un enfoque global, siendo conscientes de que las amenazas y beneficios de los océanos no entienden de fronteras, por lo que somos todos responsables y a la vez dependientes de este maravilloso pro común.

Miscelánea: 

Laura Rodríguez Zugasti es, desde hace más de diez años, la directora para España y Portugal de Marine Stewardship Council (MSC), una organización internacional, sin ánimo de lucro, líder en certificación de pesca sostenible y creada para abordar el problema de la pesca no sostenible. También es miembro de la Junta Directiva WAS (Women Action Sustainability), una asociación sin ánimo de lucro cuyo fin principal es elevar la sostenibilidad al primer nivel estratégico de las empresas, entidades, instituciones y de la sociedad. Para ello apuestan por el valor del talento profesional femenino para lograr esta transformación. En cuanto a su formación es licenciada en Derecho y Administración de Empresas por la Universidad CEU San Pablo.